PSICOPATOLOGIA II
NOSOGRAFÍA PSICOANALÍTICA
Neurosis: Mecanismo = represión
a) Neurosis
actuales
b) Neurosis de transferencia o de defensa
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INTRODUCCIÓN AL TÉRMINO NEUROSIS
El término Neurosis debe su introducción a William Cullen, un médico escocés
del siglo XVIII. En su obra este término abarca a:
- La hipocondría
- La histeria
- Las palpitaciones cardíacas
- Los cólicos, etc.
Durante el siglo XIX fueron incluidas
además, localizaciones orgánicas precisas y afecciones funcionales que se
consideraban como enfermedades del sistema nervioso. A fines de dicho siglo,
Pierre Janet distingue 2 grandes neurosis
- La histeria
- La psicastenia (es lo que luego se conocerá como Obsesión)
Entre fines del siglo XIX y principios
del siglo XX encontramos a Freud, quien centraba su interés en encontrar cual
era el mecanismo que producía estas afecciones, que invadía a los médicos de La
Salpệtriẻre (París)
Freud intentó llevar al estatuto
científico la noción de la palabra. Así, la palabra adviene
como concepto y se denomina representación.
El interés estuvo primero presente en
la sintomatología de la histeria y por eso Freud viajó a La Salpệtriẻre.
Hay que tener en cuenta el marco en el
que se desarrolla su teoría ya que estaba sellada por los cambios establecidos
por la Modernidad y las condiciones sociales de La Segunda Revolución
Industrial.
Los ideales modernos promulgaron la
separación de la ciencia y al fe, de la razón y la fe, tomando tanto la ciencia
como la razón caminos independientes.
La ciencia, la industria y la técnica
son los ejes del cambio social, político y económico de la época.
Dice Fischer: “El siglo de las neurosis se enclava en estas condiciones.
La neurosis es la patología del siglo XX”
La razón queda idealizada en la
modernidad, axioma que Freud plasma en sus teorizaciones sobre la
transferencia, cuando refiere a la ratio un papel singular en al lucha que se libra en
torno a la relación transferencial.
Así y todo, vemos a Freud en la
vanguardia de las rupturas epistemológicas fundamentales del siglo XX, cuando
introduce el término inconsciente, quitando centralidad al Yo en la
determinación de las acciones. El Yo deja de ser el centro.
También es importante el lugar que
ocupa la madre en relación con sus hijos a principio del siglo XX, cosa que
antes el cuidado era delegado a una nodriza. En este campo introduce un cambio
radical, adjudicándole sexualidad a la vida infantil.
Por último, la innovación que introduce
Freud se encuentra en la categoría de la temporalidad, relacionado con la
actualidad del tiempo pretérito.
Así, la neurosis toma un carácter
único, separándose de los fenómenos clínicos.
SEMIOLOGÍA Y CLINICA DE LAS NEUROSIS
Todos los síntomas neuróticos pueden ser traducidos como defensa contra
la angustia y son, en relación con el conflicto, un compromiso, en el que el
sujeto obtiene, desde su posición neurótica, un cierto provecho narcisista
(beneficio secundario de la neurosis). El síntoma neurótico es una transacción
entre el deseo y la defensa.
Los rasgos comunes a todas las formas
clínicas de Neurosis son:
- Conservación del juicio de realidad: mantiene sus vínculos con el mundo externo y el juicio críticos de sus actos.
- Conciencia de enfermedad
- Sentimientos de angustia, remordimiento, depresión
- Vivencia egodistónica de sus síntomas: el enfermo vive sus síntomas como algo ajeno al Yo.
- Anomalías específicas de la actividad sexual (masturbación, impotencia, frigidez, etc.)
Además en toda neurosis…
- Puede determinarse una época de comienzo de la enfermedad.
- Puede encontrarse una etiología múltiple
- Quien la padece concurre voluntariamente al tratamiento o a la consulta.
Dinámicamente la neurosis resulta de
una conflictiva que intenta resolver por medio de técnicas defensivas que el Yo
usa para enfrentar la angustia. Por lo tanto hay que considerar
semiológicamente 4 aspectos solidiarios:
- Síntomas
- Conflictos
- Defensas patógenas
- Angustia
El Yo Neurótico
La represión no se ejerce sobre la
pulsión misma ya que esta es inconsciente por naturaleza, se ejerce sobre la
representación, que es el representante de la pulsión.
En las neurosis las cargas son
retiradas de las representaciones verbales, es decir del pre-consciente. En
éstas se produce el retorno de lo reprimido, que se expresa en el síntoma que
es una formación de compromiso, donde están simultáneamente representados lo
reprimido (el deseo) y la defensa. El retorno de lo reprimido es el que crea el
síntoma.
a. Síntomas
La
formación de síntomas comprende el retorno de lo reprimido a través de
formaciones sustitutivas, formaciones de compromiso y formaciones reactivas.
b. Conflictos
Un
conflicto consiste en la oposición dentro del sujeto de exigencias
contrapuestas a las cuales debe satisfacer. El conflicto neurótico es el
producto del choque entre tendencias, que impiden la satisfacción pulsional,
generando una señal de alarma en forma de angustia, siendo el mismo choque el
factor fundamental en la formación de los síntomas
c. Mecanismos de defensa
1. REPRESIÓN: es constitutiva del inconsciente. El sujeto intenta
rechazar de la consciencia y mantener
en el inconsciente a representaciones ligadas a la pulsión. La represión
recae sobre los representantes
ideativos (ideas, imágenes) de la pulsión.
2. REGRESIÓN: es un proceso Icc por el cual el Yo reactiva y
reactualiza conductas que corresponden
evolutivamente a niveles anteriores, que se supone debieron ser
superadas por el sujeto. La regresión
surge frente a situaciones conflictivas, no siempre es patológica. El
concepto de regresión es paralelo
al de fijación, esta última debería interpretarse como una inscripción,
la regresión podría considerarse
como el poner de nuevo en funcionamiento lo que fue inscripto.
3. FORMACIÓN REACTIVA: es un mecanismo que lucha contra la
representación penosa substituyéndolo
por un contra síntoma. Se trata de una actitud que se halla en sentido
opuesto a un deseo reprimido
que se ha constituido como reacción contra éste. Es una defensa bastante
exitosa. Las formaciones
reactivas se construyen en el período de latencia (repugnancia, pudor y
moralidad) como dique contra
la emergencia de las excitaciones sexuales. Este mecanismo contribuye en
parte a la génesis del
superyo.
4. DESPLAZAMIENTO: constituye una característica del proceso
primario: desplazamiento de la totalidad
de la energía de una representación a otra.
5. AISLAMIENTO: los afectos ligados a impulsos sexuales o
agresivos son separados, aislados. Se
suprime la posibilidad de contacto. Disocia los componentes afectivos de
una situación donde se
rompen conexiones entre pensamientos y actos.
6. ANULACIÓN: por este mecanismo el sujeto actúa como si
pensamientos, palabras o actos pasados no
hubieran ocurrido.
7. PROYECCIÓN: el sujeto atribuye a
la realidad exterior aspectos, cualidades o motivaciones que se
prohíbe ver en sí mismo.
8. INTROYECCIÓN: el sujeto incorpora
cualidades del mundo exterior. Se lo relaciona con la
incorporación oral, también se lo puede
relacionar con la identificación.
9. VUELTA CONTRA SÍ MISMO: se define como la vuelta de la
agresión contra el yo, cuando un deseo es
vivido como destructivo o peligroso. Dos funciones se cumplen al volver
la agresión contra sí mismo:
una es aliviar el sentimiento de culpa, y la otra es atenuar el desgaste
que supone la actitud de
constante defensa o prevención ante el otro..
10.
TRANSFORMACIÓN EN LO CONTRARIO: es un proceso que afecta a la meta. El
fin de una pulsión se
transforma en lo contrario al pasar de la actividad a la pasividad.
11.
NEGACIÓN: es un proceso en el cual se tiende a negar aspectos de la
propia realidad tanto internos
como externos, que podrían resultar perturbadores para el yo.
12.
RACIONALIZACIÓN: este mecanismo opera cuando el yo debe impedir la
emergencia de un impulso
reprimido elaborando una justificación aparentemente lógica por medio
del cual queda modificada la
situación real. La racionalización no se dirige contra la satisfacción
pulsional, sino que viene más bien a
disimular el conflicto defensivo.
13. SUBLIMACIÓN: esta defensa sirve
para expresar afectos y tendencias reprimidas, desplazándolas
hacia objetos aceptables para el
individuo y su ámbito cultural.
d. Angustia
Freud en su primera teorización, la considera como producto de una
transformación mecánica y directa
de libido no descargada, o descargada inadecuadamente.
En la segunda teoría plantea una modificación basada en considerar a la
angustia como ser una señal de
alarma que avisa de la inminente aparición de un peligro. Ambas teorías
complementan colaborando en
el equilibrio del aparato. En el lactante funciona la llamada angustia
automática, que sirve para la
descarga de tensión excesiva que el débil Yo no puede manejar.
El Yo prefiere reprimir antes que aparezca aquello temido, lo que
promueve a un continuo y gran gasto
de energía. Así la angustia se convierte en motivo de inicio del proceso
defensivo, derivando de este
hecho el calificativo de señal de alarma, pero cuales son los
peligros?...
- La pérdida de los objetos
- La pérdida de amor de las figuras significativas
- El temor a la castración
- El temor a la crítica y la censura del Superyo
Estos peligros subsisten durante toda
la vida.
Si la aparición de la angustia, esta
ligada a un peligro que proviene de una pulsión, hablamos de angustia
neurótica.
La angustia señal es un signo
distintivo de la neurosis. Ella juega un papel fundamental en la formación de
los síntomas, por que es la que señala la emergencia de los deseos prohibidos
relacionados con la conflictiva edípica. De allí que la angustia remite a la
castración, por lo tanto, toda angustia es angustia de castración.
La angustia es la señal que sirve como
brújula para orientar la cura psicoanalítica.
Cuadros que reúne las defensas utilizadas por cada patología:
- Neurosis de Angustia: Regresión, Racionalización, Desplazamiento
- Neurosis Fóbica: Represión, Desplazamiento, Proyección
- Histeria: Represión, Conversión, Disociación
- Neurosis Obsesiva: Represión, Formación Reactiva, Negación, Aislamiento, Anulación, Racionalización
- Neurosis Depresiva: Introyección, Desplazamiento, Identificación, Negación
Índices semiológicos
1)
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Trastornos
sexuales
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a) Masturbación: es una actividad autoerótica ligada a sus propias
fantasías, siendo patológica cuando reemplaza la actividad heterosexual
normal, en forma más o menos compulsiva.
b)Abstinencia sexual: manifiesta los temores inconscientes o imaginarios del
sujeto hacia el acto sexual.
c)Impotencia:
es la falta permanente o transitoria de erección, descartando la organicidad.
Está vinculada directamente con la angustia de castración, por lo
tanto la situación edípica tiene principal importancia en este síntoma.
En casos más leves lo que actúa como
determinante es la permanencia en el sujeto de un vínculo sensual
inconsciente hacia su primer objeto de amor, su madre. Puede haber:
d) Frigidez: es
la inhibición de una experiencia sexual completa ya que priva a la mujer de
la capacidad de pleno goce.
Las
causas pueden ser:
Puede haber:
e) Vaginismo:
es la expresión de defensas musculares que inhiben la excitación y el acto
sexual, tornándolo imposible. A veces las fantasías que lo sustentan giran en
torno al complejo de castración
femenino y en otras ocasiones a la envidia del pene. El coito es imposible.
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2)
|
Angustia: es el síntoma fundamental de las neurosis y cumple tanto
función de defensa como de descarga.
Es un afecto caracterizado por:
No guardan relación con ningún
peligro real externo o interno.
Se acompaña de manifestaciones somáticas
como temblores, agitación, ahogo, mareos, que expresan una hiperactividad del
sistema simpático y conmemora un hecho de la historia ontogenética del
paciente, el nacimiento.
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a) Estado de ansiedad: no debe confundirse con neurosis de angustia.
Este estado puede presentarse en muchos síndromes y cuadros, y en todas las
neurosis.
Henry Ey dice que “se trata de un foco de inquietud y
desasosiego, sin que los compromisos orgánicos sean intensos, ni que la
vivencia subjetiva inunde la personalidad. Se va produciendo de manera
progresiva, incompleta y de larga duración”.
b) Crisis de angustia: es un episodio de breve duración, de
síntomas polimorfos, desencadenados por factores externos o internos, que al
desaparecer no dejan deterioro. Se trata de la irrupción súbita e intensa de
la vivencia de angustia junto con una serie de trastornos somáticos:
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3)
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Alteraciones
de la Agresividad: el neurótico
tiene un humor inestable, intolerante y contradictorio. A veces la agresión
es inconsciente, latente. Otras, es manifiesta, pero es siempre vivida con
angustia y culpa, y en general intenta desplazarla, invertirla, volverla
contra el Yo o reprimirla.
Pero a pesar de sus esfuerzos, no
logra evitar desarrollar conductas agresivas. La frustración engendra en el
neurótico, agresión como respuesta.
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4)
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Trastornos
del dormir y del sueño:
(insomnio, sonambulismo, pesadillas) La base de estos trastornos radica
en una imposibilidad de relajamiento
total. El Yo se opone a los impulsos emergentes con más fuerza durante el
sueño. El temor al dormir es temor a que los deseos inconscientes puedan
surgir y que la represión fracase. Pero a lo que se teme no es a que aflore
el deseo rechazado sino al castigo. En estos casos, el dormir equivale a la castración o muerte.
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5)
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Trastornos
de la psicomotricidad:
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a) Enuresis: es poco común en los adultos y se asocia a un síndrome
compuesto además por sonambulismo y pavores nocturnos.
Se trataría de una descarga sexual
autoerótica, equivalente a la masturbación reprimida remitida a la
conflictiva edípica.
b) Tics:
implican un fracaso de la función yoica de control de la motilidad. Son
movimientos impuestos al Yo que representan una descarga de agresión
reprimida, un movimiento que en la historia del sujeto fue signo de un afecto
(excitación sexual, rabia, angustia, etc.) Tienen carácter anal.
c) Tartamudez:
es un trastorno del ritmo del lenguaje con interrupciones, repeticiones o
prolongación de los sonidos producidos por espasmos tónico-clónicos. Revela
un conflicto de tendencia antagónica donde de quiere decir algo pero al mismo
tiempo no lo quiere decir.
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6)
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Astenia
neurótica: se diferencia de la depresión porque
carece del sentimiento patognomónico de ésta que es la pérdida de la estima.
Cuando la astenia es el síntoma principal del cuadro, se habla de neurastenia.
Este síntoma tiene 2 vertientes:
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7)
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Ideas
hipocondríacas: son sensaciones somáticas penosas o
dolorosas, donde el sujeto retira la libido de los objetos del mundo exterior
y la concentra sobre un órgano que le
preocupa.
Se trata de la intensificación de
erogeneidad de una parte del cuerpo.
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8)
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Depresión: es una sensación de tristeza ligada a acontecimientos y
experiencias conflictivas del sujeto. Suele aparecer como consecuencia de una
frustración o pérdida.
En el fondo de la depresión se halla una herida narcisista debido al
abandono experimentado por la pérdida de objeto, de su investidura o la
desvalorización de ese objeto.
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9)
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Culpa: fue encontrado en las neurosis obsesivas en forma de
autorreproches e ideas obsesivas contra las que el sujeto lucha, porque le parecen
cuestionables.
En realidad es un mecanismo
inconsciente ligado al complejo de Edipo y lo que Freud denomina “sentimiento de culpa” sería su
expresión en forma de remordimiento.
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NEUROSIS ACTUALES
El término Neurosis Actuales
aparece en la obra de Freud en el año 1898, para designar a la Neurastenia
y a la Neurosis de Angustia.
Los síntomas son ante todo de tipo somáticos, es por ello que la noción
de Neurosis Actuales conduce a
concepciones modernas sobre afecciones psicosomáticas, en cuya génesis
participa también la supresión de la agresividad. Por lo tanto se define como “una
disfunción somática de origen sexual”.
Diferencias desde el punto
de vista etiológico
Neurosis
Actuales:
La causa es actual en tiempo y en acto. Es un conflicto presente que
provoca un estancamiento. Es una dificultad real y esta en juego la sexualidad,
pero en un nivel no elaborado, no simbolizado.
Psiconeurosis: (o Neurosis de Transferencia)
La causa es pretérita y es ante todo una resonancia simbólica. Aquí
también se trata de sexualidad, pero fantasmatizada.
Diferencias desde el punto
de vista de la patogenia, del mecanismo general
Neurosis
Actuales: hay una fuente de
excitación que es somático e incapaz de encontrar su expresión simbólica.
Psiconeurosis: la fuente de
excitación, el factor desencadenante, se sitúa en el nivel psíquico, en el
nivel de elementos ya simbolizados.
Diferencias desde el punto
de vista de la formación de síntomas
Neurosis
Actuales: la formación de
síntomas es somática, es decir hay una transformación directa de la excitación
en angustia o una derivación de ésta sobre ciertos aparatos corporales como en
el caso de la hipocondría. Por no ser expresión simbólica, los síntomas no
pueden ser analíticamente descompuestos, por lo tanto no son interpretables.
Psiconeurosis: la formación de
síntomas es simbólico y refleja el conflicto, que es un compromiso entre el
deseo y la defensa.
Formas Clínicas
1.
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Neurosis
de Angustia: síndrome que se
caracteriza por la acumulación de excitación sexual que se transforma
directamente en síntoma, predominantemente angustia, sin mediación psíquica.
Esta falta de descarga está condicionada por diversos factores, como el coitus interruptus, abstinencia sexual,
etc.
Cuadro Clínico:
a) Excitabilidad
general: excitación somática que se hace excesiva al no encontrar un
correlato psíquico.
b) Expectativa
angustiada: síntoma nuclear. Es el quantum de afecto libremente
flotante. Se trata de un estado de ansiedad presto a fijarse, a conectarse
con cualquier contenido de representación que le convenga.
c) Ataques
de angustia: algunos pueden carecer de contenido representativo
inmediato. El sujeto está ansioso sin saber por qué. Otros se ligan a una
representación o una idea o incluso una sensación somática.
d)
Sin contenido representativo
e)
Ligado a un trastorno sensitivo por ejemplo hormigueo, o a una función
corporal: respiración (disnea), cardíaca (taquicardia), vasomotora
(congestiones) o glandular (sudoración).
f) Elementos
somáticos o equivalentes:
·
Síntomas
respiratorios (disnea, suspiros, hipo, bostezo)
·
Cardiovasculares
(palpitaciones, taquicardia, arritmia)
·
Digestivos
(nauseas, vómitos, diarrea)
·
Urinarios
·
Neuromusculares
(temblores faciales, particularmente de los parpados)
·
Sensitivos,
sensoriales y cutáneos (hiperestesias, prurito, sudores, zumbidos de oídos,
cefaleas)
|
En la Neurosis de Angustia
pueden existir fobias cuyo mecanismo consiste en la fijación arbitraria de la
angustia libre a tal o cual representación que pueda presentarse a ello.
Se diferencia de las fobias de las psiconeurosis de defensa (histeria
de angustia) en que en éstas la etiología es psíquica e histórica.
El mecanismo de traslación de afecto vale para ambas, pero en las
fobias de la Neurosis de Angustia:
a) El afecto es monótono, siempre el de la angustia
b) No proviene por desplazamiento desde una
representación reprimida
c) Es incierta su disolución por psicoterapia
d) No hay acontecimiento olvidado
e) No hay mecanismo de sustitución
Metapsicología de la angustia
Freud sostiene que la neurosis de angustia no es puramente fisiológica.
Se trata de que la excitación somática no encuentra correlato en el nivel
psíquico, por esta ausencia se produce la derivación en angustia. Cuando una
vía esta cerrada, se toman otras.
¿Qué prueba esta teoría a juicio de Freud?
Curiosamente, esta neurosis por acumulación se traduce en el nivel
psíquico en un descenso de libido. Hay
Inadecuación entre la excitación sexual en el nivel somático y la
posibilidad de elaborar esta excitación en el nivel psíquico.
Nos encontraríamos con la Primer
Teoría de la Angustia, cuyos
aspectos básicos son de corte económico: libido estancada que muda en angustia.
Con la Segunda Teoría de la
Angustia, aún cuando limita el alcance de la primera, no llega a abolirla y
es conciliable con ella, permitiéndole a Freud conservar la conceptualización
de las neurosis actuales.
En la teoría freudiana, no se trata de considerar la ausencia de
descarga sexual u orgasmo como directos causales de angustia, sino que lo
patógeno es la ausencia o insuficiencia de simbolización de la excitación
somática.
2.
|
Neurastenia: el cuadro clínico gira en torno a una fatiga física
de origen nervioso y comprende síntomas en los más diversos registros.
Freud la diferenció de de las neurosis de angustia,
tanto por su etiología como por su presentación sintomática.
Desde lo etiológico
se trata de un modo inadecuado de descarga de la excitación sexual, por
onanismos inmoderados o poluciones espontáneas. Hay una incapacidad de
resolver que se deriva en lo somático sin intervención de un mecanismo
psíquico.
Desde el punto de vista sintomático describimos su aspecto clínico como monótono, con
fatiga física, cefaleas, dispepsia, constipación, sensación de asco,
debilitación sexual, etc.
En la actualidad no ha variado en demasía su
descripción clínica:
a)
Astenia
intelectual: pero sobre todo física. El sujeto esta más fatigado al despertar
o cuando no hace nada que por la noche o cuando está en actividad.
b)
Síntomas
dolorosos: dolores de cabeza y raquídeos
c)
Trastornos neurovegetativos:
digestivos, cardiovasculares y alteraciones del sueño.
d)
Abulia,
inquietud y falta de emotividad
Se trata de fundamentalmente de una afección
somática o psicosomática.
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|
3.
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Hipocondría: estos sujetos tienen dificultades para describir con
precisión sus síntomas, lo que definen en términos vagos. Están
constantemente alertas a descubrir nuevas manifestaciones y enfermedades.
Peregrinan por consultorios y laboratorios de exámenes clínicos.
Suelen someterse a estudios cruentos lo que acrecienta
su ansiedad, pero un diagnóstico negativo no los convence.
|
Consideraciones freudianas
La hipocondría se manifiesta en sensaciones somáticas penosas o
dolorosas, sin fundamento orgánico.
Sin embargo no falta la erogenización como cualidad general de todos
los órganos.
Estas alteraciones de la
erogeneidad de los órganos estarán relacionadas con la alteración de la
carga de libido en el Yo, es decir, que producirían la misma influencia en la
distribución de la libido yoica que la enfermedad orgánica.
Estas consideraciones llevan a Freud a correlacionar a esta tercer
neurosis actual con la Parafrenia en la medida en que parece pertenecer a
problemáticas vinculadas con la libido del Yo, contrariamente a las neurosis de
angustia y la neurastenia que pertenecen a la libido de objeto y que son
puestas en relación con las psiconeurosis de defensa.
Ésta es la ecuación que Freud hizo en “Introducción al Narcisismo” (1914):
HIPOCONDRÍA
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NEUROSIS ACTUALES
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PARAFRENIA
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NEUROSIS DE DEFENSA
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La hipocondría comparte con las otras neurosis actuales el ser a menudo
fases iniciadoras de los síntomas psiconeuróticos.
Conviene distinguir:
1.
Los temores hipocondríacos neuróticos: miedo al contagio, nosofobias, obsesión por la
salud, en tanto ligadores de la angustia flotante o bien sustitutos de mociones
pulsionales reprimidas.
2.
La hipocondría psicótica: en tanto testimonio de desintegración del cuerpo y
del Yo, generalmente acompañada de alucinaciones motrices, cenestésicas,
táctiles. En ella los órganos tienen vida propia.
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
HISTERIA DE ANGUSTIA
La Histeria de Angustia es
una entidad clínica caracterizada por la aparición de miedo en relación a
determinadas personas, animales, cosas, situaciones o actos, los que se convierten
en el objeto de terror que excede las posibilidades de ser modificado a través
del razonamiento o de la voluntad.
El síntoma principal de esta neurosis es la fobia, que la diferencia de la neurosis de angustia.
Existen 2 aspectos constitutivos de la fobia:
1.
El objeto
fobígeno: debe cumplir la
condición de no constituir un peligro real.
2.
La
perspectiva del afecto: cuando no hay relación lógica entre la
cualidad amenazante con la cual se ha investido el objeto fobígeno, y el afecto
capaz de generar en el sujeto, que lo lleva a perder el control sobre sí mismo.
La fobia es un miedo específico e intenso. Una proyección al exterior
de un peligro interno.
Situarlo en un espacio permite nombrarlo, localizarlo y manejarse de
mejor manera con la angustia que genera.
El fóbico presenta dificultad para soportar el tratamiento analítico.
Clasificación de las Fobias
1.
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Fobia a estímulos externos
a)
Animales
b)
Espacios
c)
Sociales
|
|
2.
|
Fobias a
estímulos internos
a)
Fobia a las
enfermedades
b)
Fobias
obsesivas
|
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Descripciones Clínicas
1.
|
Fobias a
los espacios:
a) Agorafobia:
angustia y temor frente a un espacio determinado. Un enfermo comienza
teniendo cólicos en la calle, se le debilitan las piernas, se inquieta y
pronto el temor de caminar por la calle lo domina por completo.
b) Claustrofobia:
miedo a permanecer en un espacio cerrado. También el sentirse acorralado por
las obligaciones puede ser una claustrofobia en el tiempo.
|
|
2.
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Fobias
sociales: son las relaciones
individuales o grupales las que
constituyen el objeto de angustia. Estas personas saldrán preferentemente de
noche. Si son tomados por sorpresa aparentarán hacer otra cosa para evitar la situación.
|
|
3.
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Fobias a
animales y objetos
|
Características Clínicas Generales
1.
|
Conductas
fóbicas: según Henry Ey observamos
a) Conducta
evitativa: si los objetos fóbicos se perciben en las cercanías, el
enfermo puede tener una crisis de angustia. Al tratar de evitar el objeto
fóbico lo logra con la fuga.
b) Conductas
de tranquilización: se trata
de no estar sólo, buscando la presencia de una persona, objeto o lugar
evocador de protección. Esto sería buscar un objeto contrafóbico.
Un factor general en todas las fobias es la
regresión a la infancia. Los fóbicos se comportan como niños cuyas angustias
son moderadas por la madre.
|
|
2.
|
Caracteropatía
fóbica: no hay un perfil particular
del fóbico, aunque tienen un rasgo de comportamiento que puede constituir el
armazón caracterial del neurótico fóbico. Según Henry Ey hay 2 aspectos
fundamentales:
a)
El constante
estado de alerta
b)
La actitud de
huida que puede ser:
·
Pasivas
parciales
·
Pasivas totales
con rechazo al contacto con otros
·
Activas o
contrafóbicas, intentando vencer el espacio que media entre el Sujeto y el
Objeto. Se supera el miedo y surge la vivencia de triunfo.
Lo que hace posible las contrafobias es:
·
La
transformación de la pasividad a la actividad
·
Se arma en la
realidad o en la fantasía de algo que lo protege
·
Sujetos en los
cuales hay cierta libidinización al terror
|
|
Concepción Psicoanalítica
1.
En “Neurospicosis de defensa” (1894) Freud
coloca a las fobias del lado de las obsesiones
2.
En “Obsesiones y Fobias” (1895) ubicas a
las fobias del lado de las Neurosis Actuales
3.
En “Análisis de la Fobia de un niño de cinco años” (1909)
sitúa a las fobias del lado de la histeria, y plantea que en la histeria de
angustia y en la histeria de conversión existe el mismo mecanismo psíquico,
pero en la fobia no hay una inervación corporal sino que la libido se convierte
en angustia.
4.
Considera así a
la histeria de angustia como una psiconeurosis de la época infantil y que la
aparición de estos cuadros indica nuevas organizaciones del aparato psíquico.
Su evolución indicará si se constituye en patología.
Trabajos metapsicológicos
Al plantearse el tema de las fobias en animales, específicamente
hablando del “Caso de Juanito”, Freud
considera que la moción pulsional sometida a la represión es una actitud
libidinosa hacia el padre, apareada en angustia hacia él.
Después de esta represión, esta moción pulsional ha desaparecido de la
conciencia y el padre no se presenta en ella como objeto de la libido.
Como sustituto se encuentra en posición análoga un animal más o menos
apto para ser objeto de angustia.
La formación sustitutiva se ha establecido por vía desplazamiento, y el
factor cuantitativo (monto de afecto) no ha desaparecido sino que se muda en
angustia, y el resultado es angustia frente a un animal en lugar de un
requerimiento de amor al padre.
La represión sólo eliminó y sustituyó la representación, pero el ahorro
de displacer no se consiguió. Por eso en un segundo tiempo llega una formación
de intento de huida, que es la fobia.
A partir de la constitución del objeto fobígeno, la angustia puede
surgir:
a) Por un incremento de la moción pulsional reprimida
b) Por la percepción del objeto fobígeno.
Complejo de Edipo y Complejo de
Castración
Freud plantea que el conflicto se establece entre el Complejo de Edipo
que posee las mociones a ser reprimidas, y el Complejo de Castración a través
de la amenaza de castración como motor de la represión.
El afecto-angustia de la fobia no proviene del proceso represivo sino
de lo represor mismo. La angustia de la zoofobia es angustia de castración, una
angustia frente a un peligro externo y real.
Diagnóstico diferencial
1.
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Neurosis
de Angustia: es frecuente que
aparezcan temores, pero estos tienen carácter pasajero. Son variables y si se
sistematiza la angustia puede constituirse la histeria de angustia.
|
|
2.
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Histeria
de conversión: pueden aparecer
fobias transitorias, pero se diferencian porque en la histeria de conversión
la represión generalmente es exitosa y se suprime el monto de afecto, por lo
tanto no aparece angustia.
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3.
|
Neurosis
obsesiva: aquí lo temido son ideas
o actos. Puede tener temores a contraer enfermedades, a la muerte, etc. y
sobre estos temas hace elaboraciones teóricas racionales. El paciente fóbico
siempre denota una carga afectiva más elevada y mayor angustia que el fóbico.
|
|
4.
|
Ideas
delirantes hipocondríacas: los
síntomas corporales involucrados en las fobias tienen un alto carácter
expresivo.
El hipocondríaco, a diferencia del fóbico, no se
calma con conductas de tranquilización que pudieran provenir de otros.
|
|
5.
|
Esquizofrenia: inicia un curso presentando temores similares a los
fóbicos, previos al brote agudo. Se trata de intentos defensivos contra la
desestructuración psicótica.
El fóbico mantiene intacta su afectividad mientras
que el esquizofrénico se muestra siempre desafectivo en mayor o menor grado.
|
|
6.
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Melancolía:
se puede confundir con las fobias
por las manifestaciones de preocupación, depresión, ansiedad.
La diferencia reside en que el fóbico interroga
constantemente y necesita saber la causa de lo que ocurre. El melancólico no
habla ni interroga, sino que desea aislarse.
|
HISTERIA DE CONVERSIÓN
El término Histeria proviene
del latín “Histerum” que significa “Útero”.
1.
Hipócrates:
había utilizado el término histeria o epilepsia, y lo llamó así por referencia
al útero, como causa de la enfermedad.
2.
Platón decía
que se daba en mujeres con pocos hijos por lo que recomendaba las relaciones
sexuales como terapia.
3.
En la Edad Media, la histeria era tomada como una enfermedad demoníaca, donde eran
exorcizadas o quemadas en la hoguera.
4.
En el Renacimiento se retomaban las ideas de Hipócrates. A las pacientes le colocaban
olores desagradables en la nariz y agradables en los genitales para que la
matriz descendiera hasta la vagina
5.
Sidemhan, en el Siglo XVIII la define como una enfermedad del sistema nervioso,
como una dolencia que imitaba a todas las enfermedades.
6.
En el Siglo XIX
aparece una descripción y sistematización de las teorías de todas las
enfermedades anátomo-clínicas por
médicos biologistas. Lo que no entraba en esta clasificación iba a parar al
cuadro de neurosis, especialmente la histeria.
7.
Charcot, a mediados del Siglo XIX en el Hospital
de La Salpệtriẻre (París) analizó el Gran Ataque Histérico, distinguiendo
en él 4 fases:
a) Período prodrómico
b) Período epileptoide
c) Período de actitudes pasionales
d) Período verbal o delirante
Charcot reproducía artificialmente los ataques
histéricos y se sirvió para ello de la hipnosis. De este modo logró mostrar que
la parálisis histérica era consecuencia de representaciones dominantes en un
momento especial de disposición psíquica. Insiste en la herencia como factor
etiológico.
8.
Pierre Janet,
discípulo de Charcot, plantea que es una disociación de la conciencia, también
de origen hereditario, donde estas representaciones disociadas no pueden entrar
en contacto con el resto de representaciones.
Estudio de la Histeria para Freud
1885
|
Freud llega a La Salpệtriẻre con el deseo de
estudiar con Charcot. Freud denomina visuales a los pacientes
histéricos, por sus riquezas gramáticas y expresivas, diferenciándolos de los
pacientes mentales (obsesivos) cuya patología se expresa predominantemente a
nivel del pensamiento.
|
|
1886
|
Freud, de vuelta en Viena, decide emplear el método
hipnótico como técnica de trabajo. Este método no lo terminaba de convencer y
opta por abandonarlo, decidiendo utilizar sólo la sugestión (método del
apremio)
Luego se contacta con Breuer, médico clínico quien
utilizaba un método original sin hipnosis ni apremio, donde los síntomas de
desaparecían cuando encontraban su origen, a partir de hablar libremente.
(asociación libre)
La hipótesis de Breuer era que la sintomatología que
presenta la histeria se debía a la retención de recuerdos.
A esta retención similar a la amnesia post-hipnótica
la denominó “estados hipnoides” que
serían estados de conciencia en los cuales las representaciones surgidas en
un momento, no se pueden asociar con otras, quedando como grupo psíquico
apartados del libre comercio asociativo.
Este grupo psíquico divorciado del libre comercio
asociativo sería un antecedente de lo que Freud luego denominará inconsciente.
|
|
1893
|
En “Sobre el mecanismo psíquico de los
fenómenos histéricos” describe algunos síntomas típicos como:
·
Neuralgias
·
Anestesias
·
Parálisis
·
Convulsiones
Encuentra un suceso causador del síntoma, muchas
veces un suceso traumático infantil. El síntoma desaparecía cuando se lograba
encontrar el recuerdo de aquel proceso causador.
|
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1894
|
En “ Las psiconeurosis de defensa”
plantea que la característica de la histeria de conversión es la inervación
somática, es decir, la transformación de energía psíquica en respuesta
orgánica
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1895
|
En “Estudios sobre la histeria”
plantea que las histéricas son pacientes propensas a contar sus sueños,
fantasías y problemas. En ellas, las fantasías eróticas, la resistencia, la
transferencia y la agresividad lo llevan a Freud a un intento de
conceptualización de estos fenómenos.
|
|
1896
|
En “Nuevas observaciones sobre Neurospicosis
de defensa” plantea que en la histeria los traumas sexuales
sobrevienen en la primera infancia y fueron vividos pasivamente. Este trauma
es un trauma sexual de seducción, y se va configurando lentamente el Complejo
de Edipo como factor etiológico nuclear de la neurosis.
En ese mismo año, en “La etiología de la histeria”
plantea que en toda escena traumática se cumplen 2 condiciones:
a)
Adecuación determinante: se refiere a la conexión posible que establece
entre diferentes representaciones en el discurso.
b)
Fuerza traumática: está en relación con el shock, inundación de
estímulos, sobresaltos, etc.
|
|
1908
|
En “Las fantasías histéricas y su relación
con la bisexualidad” afirma que todos los ataques demuestran ser
ensoñaciones involuntariamente emergentes. El contenido de las fantasías
inconscientes corresponde a situaciones de satisfacción sexual
consciente creadas por los perversos.
El síntoma histérico es descripto por Freud como:
·
El símbolo
mnémico de ciertas impresiones y experiencias traumáticas
·
Es la
sustitución creada por conversión para el retorno de lo reprimido
·
Es el resultado
de la expresión de una satisfacción de deseo
·
Representa una
parte de la vida sexual del paciente
·
Puede tomar la
representación de movimientos inconscientes asexuales, pero no puede carecer
de significación sexual.
·
Para la
solución de los síntomas no basta con su referencia a la fantasía sexual
inconsciente, sino que es necesario abordar las 2 fantasías sexuales
presentes, una de carácter masculino y otra de carácter femenino
|
|
1909
|
En “Generalidades sobre el ataque histérico”
describe el ataque histérico como fantasías traducidas en acto motor.
Las representaciones de las fantasías han sufrido,
producto de la censura, deformaciones análogas a las del sueño, regidas por
las leyes del proceso primario (condensación y desplazamiento)
El ataque se torna ininteligible porque el enfermo
desarrolla el papel de 2 personas, una en el campo masculino y otra en lo
femenino
|
El proceso de la conversión
La conversión es el mecanismo de formación de síntomas prototípico de
la histeria.
Se trata de una energía libidinal que se convierte en inervación somática.
Se trata de una energía libidinal que se convierte en inervación somática.
Lo sobresaliente en ella es que consigue hacer desaparecer por completo
el monto de afecto y el enfermo exhibe entonces “La belle indifférence” de
la histeria.
Otras veces esta sofocación no se logra por completo y una dosis de
sensaciones se anuda a los síntomas mismos.
El contenido de la representación de la agencia representante psíquica
de la pulsión se ha sustraído de la conciencia. Como formación sustitutiva y al
mismo tiempo como síntoma, se encuentra una inervación somática hiperintensa, a
veces de naturaleza sensorial y otras de naturaleza motriz, ya sea como
excitación o como inhibición.
El lugar hiperinervado se revela como una porción de la agencia
representante de la pulsión reprimida, que ha atraído hacia sí, por
condensación, la investidura íntegra.
La represión en la histeria puede juzgarse fracasada en la medida en
que sólo se ha vuelto posible mediante formaciones sustitutivas. Pero con
respecto a la supresión del monto de afecto se logra un éxito completo.
El proceso represivo de la histeria de conversión se termina con la
formación de síntomas y no necesita de un segundo tiempo como ocurre en el caso de la histeria de angustia.
Descripción Clínica
1.
|
Teatralidad: necesitan siempre escenificar su vida, sus síntomas
y su historia
|
|
2.
|
Belle
indifférence: se logra sofocar por
completo la investidura íntegra del contenido del representante psíquico de
la pulsión, no presentando malestares psíquicos manifiestos, como angustia.
|
|
3.
|
Sugestibilidad: son fácilmente influenciables porque pone al otro
en un lugar del Ideal de Yo. Pero también pueden bajarlo tan rápido del
pedestal así como lo subieron.
|
|
4.
|
Hiperconsumo
médico y medicamentoso: como el
síntoma aparece en el cuerpo, se automedica y al médico le presta atención
mientras está en el lugar de Ideal
|
|
5.
|
Seducción: seduce constantemente y siempre pone al otro en el
lugar del Ideal y poseedor del falo. Si el otro cae en la seducción, ella se
siente frustrada porque el otro está en falta y la falta del otro la remite a
su propia falta.
|
Las histéricas son:
a) Quisquillosas
b) Sensibles
c) Fácilmente humillables
d) Desean despertar el deseo de un hombre no sólo para
frustrarlo sino para construir su propio deseo
e) Exhiben dificultades en la vida cotidiana como por
ejemplo “nadie me quiere”. Todo es
conflicto e insatisfacción.
f)
Tienen
sentimientos de minusvalía
g) Poseen respuestas ambiguas
El discurso de la histeria es un discurso representativo. En realidad
el lenguaje es el lenguaje de cualquier sujeto, pero lo lleva al límite y habla
este lenguaje con especial argumentación todos los días. Vive las metáforas y
la letra oprimida hace cuerpo.
Características de la histeria
1.
|
Sugestibilidad: se presenta como un individuo plástico y fácilmente
influenciable.
|
|
2.
|
Mitomanía:
no deja de falsificar su vida. Se
ofrece siempre como espectáculo ya que su existencia es una serie de escenas
y aventuras imaginarias.
|
|
3.
|
Alteraciones
sexuales: no son ninfómanas o
excitadas sexuales. Tienen simplemente alteraciones que se relacionan con
expresiones emocionales y pasionales y tienen algo de teatral. Así el “Donjuanismo” enmascara muchas veces la impotencia.
Se puede hablar de 2 trilogías
·
Ingenuas
·
Infantiles
·
Superficiales
·
Exhibicionistas
·
Teatralidad
·
Seducción
|
|
4.
|
Labilidad
afectiva: su demanda de amor es
inagotable y siempre insatisfecha, siendo una búsqueda continua de ser reconocida por los otros. Desea lograr
admiración y protección.
|
Manifestaciones Clínicas
1.
|
Paroxismos
a)
Gran Ataque histérico a la Charcot
1. Período prodrómico: es una manifestación que antecede al cuadro.
Encontramos el bolo histérico (como una pelota en la garganta),
palpitaciones, trastornos viscerales, etc.
2. Período epileptoide: comienza con una fase tónica con contracciones y
luego es seguido de una fase clónica con descargas en forma de sacudidas.
3. Período pasional: escenifica escenas de características violentas o
agresivas (en el hombre) o eróticas (en la mujer), con obnubilación de la
conciencia.
4. Período delirante: pone en palabras lo que sucede.
El ataque puede durar entre 15 minutos hasta varias
horas y puede desencadenarse el ataque en varias veces.
b)
Formas menores: con crisis de nervios con agitación, burda
imitación de la epilepsia, descarga emocional y sedación posterior.
1. Crisis sincopal: comienza sintiéndose mal, empalidece, se angustia,
se desploma, pero hay recuerdo de lo acaecido.
2. Crisis tetaniforme: tiene que ver con una hiperigidez y gran
contractura.
3. Síntomas extrapiramidales: acceso de tos, hipo, bostezo, risa, llanto.
c)
Estados segundos o crepusculares: episodios de obnubilación de la conciencia, de
comienzo breve y terminación brusca, semejante a los estados de transe
hipnoides. Se pueden desarrollar personalidades múltiples, con gran
producción onírica.
d)
Amnesias paroxísticas: son trastornos en la memoria más o menos profundos.
Lo más frecuente es la amnesia lacunar donde se olvidan de un acontecimiento
penoso
e)
Estados catalépticos: el sujeto está inerte, con los ojos abiertos o
cerrados, tono muscular variable. El estado no es amnésico ni inconsciente
totalmente. Puede durar horas o días, con enlentecimiento de las funciones
vegetativas.
|
|
2.
|
Síndromes
funcionales duraderos
a)
Parálisis
1. Funcionales: parálisis de un movimiento o de un grupo de
movimientos con una significación funcional. Por ejemplo astasia-abasia.
2. Localizadas: afectan a un miembro pero no están afectados ni los
reflejos ni las sensaciones. Por ejemplo encontramos las afonías pudiendo
conversar en vos baja pero no en vos alta
b)
Contracturas y espasmos: especie
de parálisis activa cuya sistematización es paradójica y variable. Por
ejemplo tortícolis.
c)
Anestesias: se producen en un esquema funcional imaginario,
segmentos recortados por la fantasía a nivel corporal
d)
Trastornos sensoriales: pueden afectar a una o varias funciones, como por
ejemplo sordera, ceguera.
|
|
3.
|
Manifestaciones
viscerales
a)
Espasmos: pueden ser espasmos
urinarios, vaginismo, digestivos, nauseas, vómitos, constipaciones. Tienen
que ver con fantasías orales, anales y genitales.
b)
Algias: dolores variables. Lo característico es la dramatización del dolor
c)
Trastornos tróficos: por ejemplo anoxia, anorexia, bulimia, constipación
extrema, poliuria, etc.
d)
Sinestesias : dolores al movimiento, sensaciones de dolor ante un
objeto que se mueve.
Estos síntomas por lo general están revestidos por
la Belle indifférence de los histéricos.
|
Complejo de Edipo en la histeria
En la neurosis histérica se reproduce una estructura triangular que
prorroga la triangularidad edípica, repitiendo en ella identificaciones
denegatorias que no le permiten acceder a una posición femenina.
La inclusión en una triangularidad es para avanzar en una pregunta que
la madre de la histérica no responde, pues no otorga respuestas a los emblemas
propios de su sexo.
La introducción de “la otra mujer” le permite transitar
en algo que su madre no le da: los secretos de la sexualidad (Por ejemplo, Dora
los busca en la Sra. K.)
La histérica quiere saber sobre la sexualidad, quiere saber qué es ser mujer, pero sin poner el
cuerpo. Quiere que el cuerpo lo ponga “la otra”.
Ella queda resguardada en una posición narcisista de amor a sí misma,
siendo el falo, para despertar el deseo del otro.
Se ofrece pero no se entrega, pues la entrega es vivida como
sometimiento.
Para Freud era típico de la fantasía histérica la bisexualidad, en
donde se sitúa como una mujer y como un hombre al mismo tiempo.
Se identifica con un hombre para plantear su pregunta sobre la
feminidad.
A la histérica le es útil tener un padre impotente para idealizarlo y
así ser ella quien lo sostiene garantizándose un lugar en su deseo, pues ella
encuentra cerrado su espacio en el deseo de la madre. Es por eso que profesa un
gran amor, y de ahí lo que Freud decía, su necesidad de ser amada más que de amar
EPILEPSIA
Definiciones
- Para la fisiología: es la descarga hipersincrónica de una población neuronal o de su totalidad.
- Para la neurología: esa hipersincronía da como resultado manifestaciones convulsivas (Grand Mal)
- Para la psiquiatría: hay desestructuración de la conciencia en relación a las crisis y algunas modificaciones de la personalidad.
Por lo tanto, la epilepsia es llamada "la
enfermedad de los paroxismos" debido a las crisis y las ausencias porque
sus manifestaciones esenciales son la caída brusca del tono muscular y la
desestructuración de la conciencia.
1.
|
Formas
Ictocomiciales o Generalizadas
a) Grand Mal
1. Fase Inicial:
está ubicado en la parte inferior del tronco cerebral. Al comienzo es brutal,
sin aviso y el sujeto cae de frente, produciendo por lo general heridas
graves y un grito breve.
2. Fase
Tónica:
durante 10 a 20 segundos el cuerpo se encuentra contraído en un único
espasmo, frecuentemente asimétrico que se va generalizando al otro lado del
cuerpo. En este momento puede producirse la mordedura de la lengua y labios y
apnea que lleva a una cianosis aguda. Los miembros superiores están pegados
al cuerpo, con codos, muñecas y dedos flexionados. Los miembros inferiores
están en extensión y los pies en varus (en V), donde los dedos de los pies
también están flexionados. La cara está pálida al principio y luego va
tomando un color cianótico. Las pupilas están dilatadas y no hay reflejo
ocular.
3. Fase
Clónica: Poco a poco se va relajando la
musculatura en una serie de contracciones rítmicas que da como resultado a
las convulsiones. Estas lo llevan al agotamiento progresivo y durante un
minuto aumentan en intensidad y disminuyen en frecuencia.
Entre una convulsión y otra se produce una relajación
muscular. El sujeto está fláccido con una reanudación de la respiración
ruidosa denominada "estertor epiléptico". Presenta relajación
esfinteriana. La conciencia se recupera lentamente y al estado de coma le
sigue un estado de sueño.
La crisis dura un minuto,
pero incluido el estado de coma y el sueño dura entre 5 y 15 minutos. No hay recuerdo de la crisis y
sólo se la reconoce por los síntomas subsiguientes, como cefaleas y sueño.
b) Petit Mal:
está ubicado en el centroencéfalo y se caracteriza por la tríada de Lennox.
1. Ausencias:
breve eclipse de conciencia con abolición de la memoria. Dura 5 a 15 segundos hasta 1 minuto. La
mirada está fija y vaga, la cara pálida y si el sujeto estaba hablando u
ocupado se detiene y luego continúa como si nada hubiese pasado. El tono
muscular está apenas disminuido por eso no llega a caerse, y no cursa con
convulsiones. La respiración apenas disminuye.
2. Crisis amiónicas: el sujeto se desploma de golpe por la suspensión del tono
muscular pero se incorpora rápidamente. Hay un debilitamiento de la
conciencia y recuerdo de lo sucedido.
También el desplome puede ser parcial. No termina de
caerse que ya se reincorpora, o puede ser que se le caiga la cabeza sobre el
pecho.
3. Mioclonías bilaterales: son sacudidas musculares, a veces masivas, de duración
breve. Pueden ser bilaterales sincrónicas donde las 2 partes del cuerpo hacen
lo mismo, o a veces asimétricas donde hay sacudidas de un solo de los brazos,
y muy rara vez de los miembros inferiores o de la cabeza.
|
2.
|
Epilepsias
parciales o localizadas
|
|
El lugar es reconocido por las manifestaciones clínicas y
tienen interés neurológico por que pueden ser intervenidas quirúrgicamente.
No alteran los procesos de integración psíquica, es decir que no afectan la
memoria, el lenguaje y el pensamiento.
Se define por los signos clínicos que son parestesia,
ilusiones, escotomas, por los signos eléctricos que aparecen en el EEG y por
una integridad de la conciencia por lo menos aparente.
Las parestesias (hormigueos) suelen ir acompañadas de
ilusiones de transformación corporal. Este señalamiento es importante porque
cuando se da esta manifestación se sabe que la lesión es en la zona
post-rolándica (3.1.2.5.7.)
En cambio si las manifestaciones clínicas son ilusiones o
escotomas, la lesión
es en el lóbulo occipital (17.18.19)
Si el sujeto escucha ruidos, campaneos, la lesión es en el
lóbulo temporal (21.21.42)
|
||
3.
|
Formas Graduocomiciales
En un principio son parciales y luego se van
generalizando. Tienen un primer tiempo que es el de las auras (expresión de
los sentidos)Luego sobrevienen las crisis graduocomiciales, pero a veces en
lugar de ellas sobrevienen los equivalentes psicomotores. Son las denominadas
el prototipo de las epilepsias psicopatológicas.
Manifestaciones clínicas: comprenden desde actos
automáticos hasta variaciones de conciencia.
a) Auras:
· Vegetativas: dolores epigástricos acompañados en general
por trastornos de sueño, salivación y movimientos masticatorios. También se
presentan accesos de calor y de frío, palpitaciones y pseudoasmas.
· Olfato-gustativas: van acompañadas de vivencias
paramnésicas (falsificación de los recuerdos), de fenómenos de lo ya visto,
con vivencia de angustia y extrañeza.
· Psíquicas: se trata de vivencias de angustia y extrañeza,
despersonalización y rememoración.
Después de cada crisis aparece una
imagen muy intensa del aura que tuvieron.
b) Crisis
graduocomiciales: Los signos
clínicos son trastornos motores atípicos. Por ejemplo el sujeto gira la
cabeza hacia la derecha y empieza a temblar el brazo y la pierna izquierda.
Luego gira el tronco, la cabeza y los ojos hacia la izquierda y comienza a
temblar el brazo y la pierna derecha. Hay variedad de movimientos y en
general las crisis son incompletas. Se detienen en una determinada fase y su
repetición lleva al estado de mal
(se llama así a la repetición en el mismo momento de crisis tan variadas como
variadas las hay. Puede ser por falta de medicación o porque no se sabía que
era epiléptico)
c) Automatismos
o equivalentes psicomotores: Se
caracterizan por desestructuración de la conciencia y por experiencias de
despersonalización. Estas experiencias incluyen síntomas afectivos,
sensoriales, motores que pueden ser combinados o aislados. Los signos son
trastornos de conducta y eclipse (se suspende la conciencia)Puede ir de un
simple mascullamiento hasta ejecutar un acto automático y no poder parar.
Algunos actos delictivos como
homicidios, fugas, piromanías, etc.
|
Diagnóstico diferencial con el ataque histérico
1.
|
El ataque
histérico es de larga duración
|
|
2.
|
La caída no es
brutal
|
|
3.
|
No hay heridas
graves
|
|
4.
|
Puede haber mordeduras de los labios, no de la lengua,
compatible a juegos eróticos
|
|
5.
|
Hay reflejo ocular
|
|
6.
|
Hay recuerdo de lo sucedido
|
|
7.
|
Suelen haber quejidos o gritos que escenifican una escena
de lucha en hombres, o erótica en las mujeres.
|
|
8.
|
Puede haber incontinencia de orina porque repite la forma
infantil de polución
|
|
9.
|
Puede haber salivación imitando el miembro en erección
eyaculando
|
|
10.
|
La terminación es una fase depresiva sin coma ni sueño
|
|
11.
|
Hay dificultades para continuar con lo que venía haciendo
|
Personalidad del
epiléptico
v
Lentos -
Bradipsiquia
v Perseverantes
v Viscosos - Adhesividad afectiva
v Irritables - Agresivos
v Inhibidos
v No es condición de todas las epilepsias hay deterioro intelectual
|
NEUROSIS OBSESIVA
Se caracteriza por la aparición de ideas, sentimientos o actos que
invaden al sujeto, los cuales son vividos como ajenos (egodistónicos), extraños
y hasta patológicos.
Aunque el sujeto se esfuerza por
desalojarlos, se le imponen paralizando al Yo, el que no puede neutralizarlos.
El conflicto psíquico se expresa por
los síntomas, llamados compulsivos, como las ideas obsesivas, la compulsión a
realizar actos indeseables, ceremoniales, etc., y la lucha y defensa permanente
contra estas mismas ideas y tendencias.
El conflicto que domina en la Neurosis
Obsesiva es entre el Ello y Superyó, aliados contra el Yo. Esta sintomatología
se despliega en el pensamiento y en el acto.
1.
|
Campo del Pensamiento: conducen a la inhibición de la acción y del pensamiento.
a) Rumia mental:
se traduce en interminables interrogaciones sobre diferentes acontecimientos,
como por ejemplo, la muerte, la existencia de otros mundos, etc.
b) Duda:
también llamada “locura de la duda”, sellada por la incertidumbre y la
ambivalencia. Deja todo sin solución.
c) Escrúpulos:
constituyen una variedad de ideas y se expresan en una búsqueda de moralidad
y reparación. También puede tratarse de palabras o cifras que debe repetirse
un número de veces determinado sin omisiones y errores.
d) Omnipotencia de ideas: son ideas con gran sobrevaloración, con las cuales creen
influir en el mundo externo. Las palabras adquieren características mágicas
con la creencia de que éstas pueden matar o hacer daño.
e) Obsesiones:
son ideas tenaces que aparecen en el campo de la conciencia en forma
insistente, repetida, injustificada e irracional para el sujeto que las
padece. Éste se esfuerza por desalojarlas sin conseguirlo.
También pueden ser ideas impulsivas
como por ejemplo estar frente a una ventana y querer arrojarse al vacío, sin
embargo el paso al acto es excepcional.
Entre las obsesiones tenemos:
1. Delirio o
tabú del contacto: es un temor injustificado e irracional al contagio, a lo
sucio. Tocar y establecer algún tipo de contacto físico o mental son el fin
más próximo de la carga de objeto, tanto amorosa como agresiva. Por la
regresión a la etapa sádico-anal, lo erótico se convierte en agresión
2. Obsesiones
religiosas: son ideas de pecado, sacrilegio, y el correspondiente
castigo por ellas.
3. Aritmomanía: es
la compulsión a realizar cálculos, retener dígitos, generalmente con una
excusa que aparece en la conciencia como lógica.
4. Onomatomanía: es
la compulsión a pronunciar en forma permanente y sin razón, palabras obscenas
centrándose en lo divino, lo religioso, muerte, etc.
|
2.
|
Campo de la actividad: en general se encuentra inhibida por la duda y la rumia,
surgiendo las compulsiones como intento de acción.
Si son evitados, despiertan en el
sujeto autorreproches, angustia y/o culpa.
a) Compulsiones:
son mandatos extraños y enérgicos que inducen a la movilidad. Sus contenidos
son variables como hacer juramentos o decir palabras obscenas, dañar a un ser
querido, automatismos de tocar objetos, persignarse, etc.
b) Actos obsesivos: los rituales y ceremoniales son actos minuciosos puestos
en práctica siempre de la misma manera. Suelen recaer sobre actividades de la
vida cotidiana, como el vestirse, lavarse las manos, acostarse, etc.
complicando y retrasando al sujeto. Si se suspenden son invadidos por
angustia y no puede postergarlos.
|
Formación de síntomas en la Neurosis Obsesiva
Se concibe como un intento de aportar una solución al conflicto
edípico, que por regresión a la fase sádico anal va a determinar el curso del
proceso.
Las tendencias libidinales surgen en
forma de tendencias agresivas y destructoras, por lo que se refuerza la carga
libidinal y la represión de dichas tendencias hostiles.
Se establecen como rasgos de carácter
los escrúpulos, el pudor, la desconfianza de sí mismos. Es éste un período de
salud aparente, pero si fracasa surgen los autorreproches y la angustia
moral y social.
Así se inicia un período de enfermedad,
dando lugar a los mecanismos de defensa como vía de formación sintomática y los
propios síntomas como defensas secundarias.
Cuando lo que se alcanza en la vida
psíquica consciente es el reproche, le suceden la vergüenza, el miedo
hipocondríaco, la nosofobia, etc.
Si en esta lucha defensiva se reprimen
de nuevo los síntomas del retorno impuesto al Yo, se creará una tercer forma de
neurosis obsesiva, que serían los actos obsesivos (rituales, ceremoniales)
Los casos graves culminan con la
fijación de los ceremoniales y la emergencia de la locura de la duda o en una
existencia extravagante del enfermo condicionada por las fobias.
En la neurosis obsesiva, la lucha
contra lo reprimido es constante, participando tanto el Yo como el Superyó en
la formación de síntomas.
La regresión es el primer tiempo que
utiliza el Yo en su lucha defensiva contra las exigencias libidinales.
En la relación con el Superyó aparece
la angustia moral y social dando lugar a la represión.
Entonces, el proceso defensivo se
caracteriza por:
- Represión
- Regresión
- Formación reactiva
- Anulación de lo acontecido
- Aislamiento
La formación
reactiva se desarrolla en un sentido opuesto a un deseo reprimido y se
constituye como reacción contra éste, por ejemplo frente al exhibicionismo
deviene pudor.
En la anulación de lo acontecido el sujeto actúa como si sus pensamientos,
palabras o actos no hubieran ocurrido, utilizando un pensamiento de tipo
mágico.
El aislamiento
hace que después de un suceso desagradable, se interpole una pausa en la que
nada debe suceder. Se intenta aislar pensamientos o comportamientos.
Está referido tanto a la esfera motora como a las representaciones.
Está referido tanto a la esfera motora como a las representaciones.
Guardando las distancias, sería como la
“amnesia
histérica”.
Rasgos de carácter
La formación del carácter se encuentra determinado por el erotismo
anal, por la regresión a los puntos de fijación libidinal en la fase
sádico-anal.
Freud descubre la tríada:
1.
|
Ordenados: comprende tanto la pulcritud personal como los deberes
cotidianos.
|
|
2.
|
Económicos: cualidad que puede aparecer intensificada hasta la
avaricia. Dependerá del binomio retención-expulsión en la etapa anal
|
|
3.
|
Tenaces: son obstinados y tercos.
|
Esta tríada es resultado de la
sublimación del erotismo anal. Aparece la pulcritud, el orden, etc. como
reacción frente a lo sucio, perturbador. Así podemos ver como se darás la
formación reactiva:
Suciedad
Vs. Manía por la limpieza
|
|
Rechazo
Vs. Educación
|
|
Crueldad
frente a los débiles Vs. Bondad frente a los débiles
|
|
Obediencia
y sumisión Vs. Puntualidad
|
Rasgos característicos con la retención
anal:
- Obstinación
- Coleccionismo
- Angustia ante la separación
SITUACIONES LIMITES
Situación límite: serie de fenómenos que ocurren en personas que en estado de
salud se encuentran súbitamente en
peligro de muerte, no por enfermedad sino por causas externas. Son cambios en
la defensa psíquica que se producen no sólo en los implicados directos sino en
todos los integrantes de una sociedad en las que hay víctimas de la represión.
Esto nos lleva a pensar en un cambio en la categorización de los fenómenos
psíquicos.
Estas son situaciones donde se precipitan muerte, dolor,
amor, odio, terror, angustia.
1. Catástrofes individuales:
·
Torturas
·
Exilios
·
Servicio militar
·
Enfrentar la muerte
2.
Catástrofes sociales
·
Desaparición de personas
·
Violencia política
·
Guerra Amenaza nuclear
3.
Catástrofes naturales
·
Terremotos
·
Inundaciones
·
Erupción de volcanes
TORTURAS
Moviliza el horror de lo no explicable.
(Ejemplo Represión militar de 1974, y
movimiento nazi de Hittler)
La irrupción brusca de la violencia
irracional nos puso frente a otras categorías no tipificadas, pero no porque no
fueran conocidas sino porque generaban asombro y terror. Carrillo habló de
pacientes peligrosos y los llamó nosográficamente con el nombre de
"kindinofrenia".
Primero hubo que abandonar los
fantasmas propios, la incertidumbre, el terror y la perplejidad que producían
los relatos de los pacientes para luego poder pensar en ellos.
La primera reacción transferencial por
parte del terapeuta fue rechazar el discurso del paciente por insoportable.
Luego condenó y fantaseo con castigos a los represores poniéndose en fiscales y
acusadores de todos aquellos que cometieron las acciones aberrantes.
En estos pacientes
se veían:
·
Conflictos
·
Padecimientos
·
Sufriendo
·
Muerte con dolor físico
·
Odio con desapariciones
·
Hambre con abandono
·
Angustia e impotencia
Todo esto se resume en una sola
palabra: "tortura"
En ella se establece una íntima
relación, casi diádica de interdependencia, entre los 2 miembros de la pareja
torturante:
·
Dolor Vs. Placer
·
Búsqueda de un placer ignorado
·
Erotismo
·
Visión mesiánica (del Mesías)
Estos factores son complementarios, ya
que la ausencia de uno de ellos haría imposible su realización.
El torturador está
movido por 2 factores:
1. Factores sociales:
movilizado por fantasías apocalípticas y el estado represor.
2. Factores individuales:
pulsión de muerte, agresividad, sadismo.
En el torturador
los factores complementarios se ajustan con su historicidad, y sería:
1º Serie:
Pareja de padres desvalorizadores. Intensa pulsión tanática.
2º Serie:
Fijación sádico-anal. Superyo rígido y perverso. Fantasías mesiánicas
3º Serie:
Factor desencadenante que sería el estado represor.
AMENAZA NUCLEAR
La amenaza nuclear tiene un correlato
simbólico con la amenaza de castración
(Tótem y Tabú)
La amenaza de castración es la
articulación de un mito social ya que tiene como objetivo la aceptación de una
ley más allá de él y del padre, una ley que prohíbe el incesto abriendo camino
a la cultura.
La amenaza Nuclear refuerza una salida
colectiva, una ley más allá de los estados, más allá de los líderes, y está
inscripta en cada uno de nosotros.
La amenaza de castración permite una
salida individual.
ACCIDENTES
FERROVIARIOS DE CONDUCTORES DE TRENES
Prevención Primaria: Salud mental de
los conductores de trenes.
El conductor de trenes está sometido al
potencial o real accidente lo que agrega a su tarea una sobrecarga emocional
como Stress.
Las situaciones de
riesgo son:
·
Accidentes
·
Casi accidentes
Los efectos buscados son la disminución
de la culpa, el aumento de la tolerancia, la elaboración de la angustia, etc.
La muerte del accidentado promueve la
muerte del conductor por paro cardiorespiratorio
EFECTOS
PSICOLOGICOS DE LA SITUACION DESASTRE
Los desastres naturales originan
consecuencias psicológicas profundas. El grado de destrucción, el número de
muertos y la intensidad y duración del desastre guardan relación con la
intensidad del impacto psicológico.
La reacción inicial frente al desastre
el un estado temporal de shock. Las personas actúan con aturdimiento, confusión
y desorientación, y estos estados pueden persistir durante minutos u horas.
Al preguntarle a las víctimas, muchas
manifestaron que estuvieron sumergidas en la situación y en la necesidad de
sobrevivir y que recordaban poco de lo que habían pensado durante ese período.
Desde el punto de vista psicológicos
parecen tener efectos narcotizantes que temporalmente impiden a las personas
comprender la gravedad de la situación.
Los mitos juegan un papel importante en
la conducta del individuo mientras persiste la crisis. Uno de ello es el de la
vulnerabilidad personal que lleva al individuo a creer que en tanto las fuerzas
destructivas permanezcan activas, no habrá de sucederle nada. Cuando ese mito
pierde vigencia lo reemplaza por otro que consiste en situar las fuerzas
destructivas alrededor de sí mismo. Ambos mitos distorsionan la percepción de
la realidad e inhiben la adaptación del individuo introduciéndolo a conductas
inapropiadas.
Respuestas
emocionales:
·
Temor
·
Aturdimiento
·
Alucinaciones
·
Huida instintivas a fin de salvarse a sí
mismo
·
Psicología de masa: sentimiento de seguridad
en familia
·
Pánico
El pánico sólo ocurre cuando una persona o grupo se
siente atemorizada y en situaciones en que el escape es posible en ese momento
y no después. Una respuesta más frecuente frente al peligro es la huida.
Se requiere tiempo para lograr la asimilación. A cesar
el peligro, las personas pueden quedar afectadas por el recuerdo o el temor
intenso de que pueda repetirse la experiencia sufrida. La primera expresión de
sentimientos ocurre durante el período posterior al desastre.
Cuando hay represión de la reacción del individuo éste
puede presentar hipoactividad, deambulando sin rumbo fijo.
Período postraumático: es el período en que se rememora la experiencia. Puede
durar toda la vida de la victima. Entre las reacciones comprendido en el
período postraumático figura la ansiedad temporal, pero las más graves y
prolongadas son los "Síndromes traumáticos" o "neurosis
postraumáticas".
Las víctimas pueden experimentar
insomnios, nerviosismos, problemas digestivos, etc.
El hecho de sobrevivir lleva aparejado
un sentimiento de culpabilidad, que puede producirse como respuesta a la idea
de que la supervivencia de la víctima exigió la muerte de otros seres humanos.
Categorías diagnósticas: síndrome orgánico cerebral, neurosis, psicosis simple,
paranoide. El aumento de casos de epilepsia puede ser por las cosas que caen y
golpean las cabezas de las víctimas que desencadenan convulsiones epilépticas.
Tratamiento: los casos de esquizofrenia simple y paranoide fueron los que
más aumentaron.
En el caso de las neurosis fueron
numerosos y no ocurre lo mismo con los desordenes de la personalidad. El tipo
de neurosis más comunes son neurosis de ansiedad e histérica de tipo conversivo.
1893
EL CASO ISABEL VON R.
1905
TRES ENSAYOS SOBRE UNA TEORIA SEXUAL
1908
TEORIAS SEXUALES INFANTILES
1912-13
TÓTEM Y TABU
1914
INTRODUCCIÓN AL NARCISISMO
1915
LA REPRESIÓN
1917
CONFERENCIA 16º
1917
CONFERENCIA 17º
1917
CONFERENCIA 18º
1917
CONFERENCIA 23º
1917
CONFERENCIA 32º
1923
ORGANIZACIÓN GENITAL INFANTIL
1923
EL YO Y EL ELLO
1926
INHIBICION, SINTOMA Y ANGUSTIA
1927
DOSTOIVSKI Y EL PARRICIDIO
|
CONFERENCIA 16º - PSICOANÁLISIS Y PSIQUIATRIA (1916-17)
Acción Sintomática:
surge con absoluta independencia y es aceptada porque no se sospecha de ella
finalidad ni intención alguna.
Tiene que:
·
Pasar por
inadvertida
·
No
despertar extrañeza
·
Producir
efectos insignificantes
La acción sintomática no es contingente, sino que posee un motivo, un sentido y un propósito
en sí misma. Pertenece a un enlace anímico indagable que en calidad de un
pequeño indicio, anuncia la presencia de un proceso anímico más importante.
Quien lleva a cabo estas acciones no es consciente del
proceso cuya marca es la acción misma. Estos actos desempeñan el papel del
síntoma.
Acción
sintomática: indiferente
|
Síntoma:
sufrimiento subjetivo
|
Formación de Síntoma: es
el resultado de un proceso especial, de una elaboración psíquica. Freud asimila
al síntoma con el retorno de lo reprimido.
No es la represión en sí la que produce formaciones
sustitutivas y síntomas sino que estos son indicios de un retorno de lo
reprimido. Pero la formación de síntoma comprende no sólo el retorno de lo
reprimido en forma de formaciones sustitutivas sino también en formaciones
reactivas.
Diferencias entre Psiquiatría y Psicoanálisis
La
Psiquiatría
|
||
1)
|
Intenta caracterizar el síntoma
mediante una propiedad esencial. En esta conferencia se diagnostica “delirio celotípico”
|
|
2)
|
Investiga la historia familiar
del paciente y dirá que las ideas
delirantes son de transmisión hereditaria.
|
|
3)
|
No conoce caminos que hagan avanzar
más en el esclarecimiento del caso.
|
|
4)
|
Se conforman con el diagnóstico.
|
|
El
Psicoanálisis
|
||
1)
|
La idea delirante deja de ser
disparatada e incomprensible. Posee un sentido y pertenece a una trama del
vivenciar del paciente, rica en afectos.
|
|
2)
|
Es necesario como reacción frente
al proceso anímico inconsciente inferido por otros indicios y precisamente a
esta dependencia debe su carácter delirante.
|
|
3)
|
La vivencia que hay tras la
contracción de la enfermedad, determina que habría de engendrarse una idea
delirante celotípica y no otra cosa.
|
No hay contradicción entre ambas. La psiquiatría no aplica
los métodos técnicos del psicoanálisis y sólo proporciona una etiología general
en vez de poner de manifiesto primero la causación más particular y próxima. La
terapia psiquiátrica no ha sido capaz de influir sobre las ideas delirantes.
El psicoanálisis no es impotente contra esta enfermedad
como cualquier otra terapia, sino que a
partir de él se puede comprender qué ha ocurrido dentro del enfermo.
CONFERENCIA 17º - EL SENTIDO DE LOS SINTOMAS (1916-17)
Diferencias entre la Psiquiatría y el Psicoanálisis en relación con la
Neurosis Obsesiva
1)
|
La psiquiatría se preocupa muy poco
de las manifestaciones y el contenido de los síntomas individuales. Ella da
un nombre a las diferentes obsesiones e insiste en que los portadores de tales
síntomas son degenerados.
|
|
2)
|
El psicoanálisis arranca de al
posibilidad de encontrarle un sentido a los síntomas individuales y comprueba
que estos se entraman en el vivenciar del enfermo.
El psicoanálisis pone en duda que los portadores de
tales síntomas sean degenerados ya que tales síntomas se encuentran en
personas sobresalientes, de capacidad de rendimiento elevada y significativa
para la sociedad.
Para el psicoanálisis es posible eliminar duraderamente
estos síntomas obsesivos.
El sentido de los síntomas neuróticos fue descubierto
por Breuer mediante el estudio y la curación de un caso de histeria. Pero
Janet aportó de manera independiente la misma demostración. Para éste, los
síntomas neuróticos eran concebidos como externalizaciones de ideas
inconscientes que dominaban al enfermo.
|
Características
de la Neurosis Obsesiva
La neurosis obsesiva se porta como un asunto privado del
enfermo y tiene pocas manifestaciones corporales a diferencia de la histeria.
Todos sus síntomas son a nivel del alma.
Se exterioriza del siguiente modo:
1)
|
Los enfermos son ocupados por
pensamientos que en verdad no les interesan.
|
|
2)
|
Sienten en su interior impulsos que
parecen extraños.
|
|
3)
|
Son movidos a realizar ciertas
acciones cuya ejecución no les contenta pero les es imposible omitirlas.
|
|
4)
|
Los pensamientos obsesivos pueden
ser disparatados e indiferentes y son disparadores de una esforzada actividad
que los deja exhaustos
|
|
5)
|
Los impulsos internos pueden
producir tentaciones a cometer actos delictivos y el enfermo no sólo los
desmiente como ajenos sino que huye
atemorizado de ellos y se protege de ejecutarlos mediante prohibiciones,
renuncias. El resultado siempre es la huida.
|
|
6)
|
Lo que el enfermo realmente
ejecuta, las llamas acciones obsesivas, son cosas ínfimas. Son floreos
ceremoniosos sobre actividades de la vida cotidiana que se convierten en
fastidiosos y casi indisolubles.
|
|
7)
|
Lo que en la neurosis obsesiva abre
paso a la acción, es sostenido por una energía que probablemente no tiene
paralelo con la vida normal del alma.
|
|
8)
|
El enfermo sólo puede hacer una
cosa, desplazar, poner en lugar de una idea estúpida otra de algún modo
debilitada, ejecutar un ceremonial en vez de otro, puede desplazar la
obsesión pero no suprimirla.
|
|
9)
|
El desplazamiento de los síntomas
es un carácter principal de la enfermedad.
|
|
10)
|
El neurótico obsesivo ha sido al
principio, de un carácter muy enérgico, poseedor de dotes intelectuales
superior a lo normal y muestra una estrecha conciencia moral.
|
Acción
Obsesiva
En esta conferencia Freud cuenta el caso de una señora que
corría de una habitación a otra. Aquí la interpretación del síntoma fue hallada
de golpe por la enferma sin guía del analista y la obtuvo por referencia a una
vivencia que no había pertenecido a un pensamiento olvidado de la infancia sino
que sucedió durante su vida madura y había permanecido ileso en su recuerdo.
La acción obsesiva es rica en sentido y tiene un
propósito.
Ceremonial del dormir normal
Puede decirse que toda persona normal tiene su ceremonial
del dormir. Todo lo que la persona sana requiere como condición para dormir se
deja de comprender racionalmente y cuando las circunstancias externas le
imponen un cambio, se adecua a él con facilidad y sin pérdida de tiempo.
Ceremonial
patológico
El ceremonial patológico es inflexible. Se impone a costa
de los mayores sacrificios, pero se lo justifica racionalmente y se lo
considera superficial.
Comprende cosas que sobrepasan lo racional y otras veces
directamente la contradicen.
Por ejemplo, la paciente de Freud argumentaba que el
motivo de sus preocupaciones es el silencio para dormir, y que tiene que
eliminar toda fuente de ruidos.
Siempre está presente la inquietud de que no se hizo todo
con el orden debido entonces es preciso reexaminarlo, repetirlo y recae la
duda.
En este ceremonial no se había precipitado una única
fantasía sino toda una serie de ellas que por otra parte tienen en algún lugar
un punto nodal. Los preceptos del ceremonial revelan los deseos, en parte como
sustitución de ellos y en parte como defensa contra ellos.
Esa muchacha había caído en un vínculo erótico con su
padre cuyos comienzos se remontan a la primera infancia.
Los síntomas neuróticos poseen un sentido, lo mismo que
los actos fallidos y los sueños, y están vinculados íntimamente con el
vivenciar del paciente.
Cuanto más individual sea la señal del síntoma, más fácil
será el esclarecimiento del nexo. Para una idea sin sentido y una acción
carente de fin hay que encontrar aquella situación del pasado, donde la idea
estaba justificada y la acción respondía a un fin.
El ceremonial tiene mucho de típico, aunque también
suficientes rasgos individuales cuyo fin es facilitar la interpretación
histórica.
Lo que tienen en común los neuróticos obsesivos es la
inclinación a repetir ciertos manejos y evitar otros, sufren de agorafobia,
claustrofobia, etc.
Pero los sentidos de los síntomas son individuales por su
referencia al vivenciar.
CONFERENCIA 18º - LA FIJACION AL TRAUMA, LO INCONSCIENTE
(1916-17)
Fijación: hace
que la libido se una fuertemente a una persona o representaciones, reproduzca
determinado modo de satisfacción y permanezca organizada según la estructura
característica de una de sus fases evolutivas.
Lo que ha constituido el origen de la
neurosis es la “fijación al trauma”.
Trauma:
acontecimiento de la vida del sujeto caracterizado por su intensidad, la
incapacidad de responder a él adecuadamente y el trastorno y los efectos
patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica.
En términos económicos, el trauma se
caracteriza por un aflujo de excitaciones excesivo, en relación con la
tolerancia del sujeto y su capacidad de controlar y elaborar psíquicamente dichas excitaciones.
En el caso de la primera paciente, fue
su casamiento desistido en la realidad el que deparó la fijación. No ha podido
consolarse de consumar su matrimonio y quedó pendiente del trauma.
El nexo con la escena que siguió a la
desdichada noche de bodas y el tierno motivo de la enferma, conjugados,
proporcionan el sentido de la acción obsesiva.
Este sentido le era desconocido
mientras lo ejecutaba.
En la segunda paciente el vínculo
erótico con el padre establecido en años anteriores a la pubertad, es lo que
favoreció la fijación.
Esta primera fijación pareció pasajera
e inofensiva, y sólo varios años después salió a la luz en los síntomas de la
neurosis obsesiva.
Ambas pacientes estaban fijadas a
un fragmento del pasado y enajenadas del
presente y del futuro.
Freud va a hablar también de “neurosis
traumáticas” que tienen en su base una fijación al momento del accidente
traumático (guerras) Estos enfermos repiten regularmente en sus sueños la
situación traumática.
Esto nos muestra el camino hacia una
consideración económica de los procesos anímicos. La expresión traumática no
tiene otro sentido que el económico.
Se puede llamar traumática a aquellas
vivencias a las que los neuróticos aparecen fijados. La neurosis sería
equiparable a una enfermedad traumática y nacería de la incapacidad de tramitar
una vivencia teñida de afecto
hiperintenso.
Toda neurosis contiene una fijación de
esa índole, pero no toda fijación lleva a una neurosis ni coincide con ella.
Un modelo paradigmático de fijación
afectiva a algo pasado es el duelo, y
éste se distingue tajantemente de la neurosis. No obstante, hay neurosis
que pueden definirse como una forma patológica del duelo.
Los procesos anímicos inconscientes son
representaciones o impulsos que emergen y que no se sabe de donde. Pero dichas
representaciones e impulsos obsesivos no son ellos mismos inconscientes. No
habría devenido síntoma si no hubiesen irrumpido hasta la conciencia, pero sus
precondiciones psíquicas así como los nexos dentro de los cuales los insertamos
por vía de la interpretación, sí son inconscientes.
Los síntomas son retoños de procesos
inconscientes que bajo diversas condiciones favorables pueden hacerse
conscientes.
La posibilidad de dar a los síntomas
neuróticos un sentido por medio de la interpretación analítica, es prueba de la
existencia de procesos anímicos inconscientes. Por lo tanto, para que el
síntoma se produzca, su sentido debe ser inconsciente. Tan pronto como deviene
consciente, el síntoma desaparece.
La formación de síntomas es un
sustituto de algo que está interceptado, por lo tanto ha ocurrido algo así como
una permutación. Cuando el médico transfiere su saber al enfermo,
comunicándoselo, esto no da resultado.
El hallazgo de Breuer es la base de la
terapia psicoanalítica y es el enunciado según el cual “los síntomas desaparecen cuando se logra que
se hagan conscientes sus condiciones inconscientes” y esto sería “llenar
todas las lagunas del recuerdo del enfermo, cancelando sus amnesias”.
En ninguno de los 2 casos expuestos por Freud hay una amnesia genuina
sino que se ha interrumpido la conexión que provocaría la reproducción del
recuerdo.
La neurosis histérica se caracteriza
por vastísimas amnesias y cuando se logran hacer conscientes, los pacientes
aseguran haber sido olvidadas hasta el momento.
Esto se remonta por un lado a la
amnesia infantil y por otra parte a las
vivencias más recientes que pueden caer en el olvido, roídos por la
amnesia. Por lo común, en este último, desaparecen detalles importantes o son
sustituidos por falsos recuerdos.
Sentido del Síntoma
Se debe tener en cuenta:
- El “desde donde” del síntoma: se resuelve en impresiones venidas desde el exterior que necesariamente fueron alguna vez consciente y después puede haber pasado a ser inconsciente por el olvido.
- El “hacia donde” o “ para qué” del síntoma: su tendencia es todas las veces un proceso endopsíquico que puede haber devenido consciente al principio pero va a ser inconsciente, o pudo haber sido siempre inconsciente.
Por eso no es muy importante que la
amnesia haya hecho presa también del “desde donde” de las vivencias sobre
las que se apoya el síntoma, como sucede en la histeria. El “hacia
donde”, que desde el comienzo pudo ser inconsciente es lo que funda su
dependencia respecto de lo inconsciente, que no es menos sólida en la neurosis
obsesiva que en la histeria.
REPRESIÓN (1915)
Freud enuncia en “Pulsiones
y sus destinos” (1915) los destinos posibles:
1.
Transformación
en lo contrario
2.
Vuelta
contra sí mismo
3.
Represión
4.
Sublimación
Dirá que los destinos de la pulsión pueden ser presentados
también como variantes de defensa contra las pulsiones.
Los 2 primeros destinos de la pulsión dependen de la
organización narcisista del Yo, ya que son anteriores a una organización
psíquica, es decir, son anteriores a una separación consciente-inconsciente, a
una separación entre Yo y Ello y a la constitución del Superyó.
La represión no es un mecanismo de defensa presente desde
el origen; no puede engendrarse antes de que se haya establecido una separación
entre la actividad consciente y la inconsciente.
Su esencia consiste en separar algo de la conciencia y
mantenerlo alejado de ella.
Por lo tanto la represión es un mecanismo de defensa
pulsional tardío.
En la teoría de Freud hasta 1926 utiliza el término “represión” como sinónimo de “defensa”, pero en “Inhibición, Síntoma y Angustia” (1926) establece una clara
discriminación entre ambos términos:
1.
Defensa como la designación general de todas las técnicas de que el Yo se vale en sus conflictos que eventualmente
llevan a la neurosis.
2.
Represión es uno de esos métodos de defensa en particular.
Hay defensas normales y patológicas. Una defensa normal es
la evitación. La represión es una defensa patológica, una defensa marcada por
el proceso primario y la identidad de percepción que deja como secuelas la
formación de síntomas.
Por lo tanto la represión sería
un mecanismo intermedio entre la huida, ya que de la pulsión el Yo no puede
escapar de sí mismo, y del juicio adverso (abatimiento de la satisfacción,
cambio de meta, de objeto)
Es
un proceso que ocurre entre los sistemas inconsciente y
preconsciente-consciente, con el resultado de que algo es mantenido lejos de la
conciencia.
1.
Desde el punto de vista tópico: en la 1º Tópica la represión parte del sistema
preconsciente. En la 2º Tópica parte del Yo.
2.
Desde el punto de
vista económico: serían las
fuerzas que se oponen a lo pulsional y que funcionan como contrainvestidura.
·
Formación
sustitutiva:
Padre-caballo (caso Juanito)
·
Formación
de síntomas: parálisis
de Isabel
·
Formación
reactiva: a la
excitación anal que era placentera se le opone la contrainvestidura y ahora
produce pudor, asco. Va a ser preconsciente.
3.
Desde el punto de vista dinámico: hablamos de un conflicto entre
2 fuerzas que serían la moción pulsional
Vs. el Yo. La moción pulsional es el motivo de la represión.
Una moción pulsional va a ser reprimida cuando el logro de
la meta pulsional depare displacer en lugar de placer. Pero una satisfacción
pulsional es siempre placentera, por lo tanto, la represión no está dada cuando
la tensión provocada por la insatisfacción de una moción pulsional se hace
insoportablemente grande.
La satisfacción de la pulsión sometida a la represión
sería siempre placentera en sí misma pero inconciliable con otras exigencias.
Tenemos así que la condición para la represión es que el
motivo de displacer sea mayor que el de placer.
Así, se reconocen 3 fases de la represión:
1.
Represión primordial u original: consiste en que a la agencia
representante psíquica de la pulsión se le deniega su admisión en lo
consciente. Por lo tanto, no recae sobre la pulsión como tal sino sobre sus
representantes, que no llegan a la conciencia y a los cuales queda fijada la
pulsión. A partir de ese momento, la agencia representante en cuestión persiste
inmutable y la pulsión sigue ligada a ella.
La agencia representante de la
pulsión es una representación o un grupo de representaciones investidas desde
la pulsión con un determinado monto de energía psíquica (libido, interés)
Represión e inconsciente son
correlativos.
Aunque la represión originaria se
encuentra en el origen de las primeras formaciones inconscientes, su mecanismo
no puede explicarse por una catexis por
parte del inconsciente; tampoco procede de un retiro de catexis del sistema
preconsciente-consciente, sino únicamente de una contracatexis o
contrainvestidura. Esta contracatexis representa el gasto constante en una
represión originaria, pero al mismo tiempo garantiza su presencia. La
contracatexis es el único mecanismo de la represión originaria y la naturaleza
de ella tiene su origen en experiencias arcaicas muy intensas.
2.
Represión
propiamente dicha o con posterioridad: constituye un doble proceso que une a esta atracción, una repulsión por
parte de una instancia superior. En igual medida debe tenerse en cuenta la
atracción que lo reprimido primordial ejerce sobre todo aquello con lo cual
puede ponerse en conexión, y la repulsión.
La represión no recae sobre la
pulsión, ya que ésta al ser orgánica, escapa a la alternativa
consciente-inconsciente, ni sobre su afecto. Sólo son reprimidas los
representantes-representativos de la pulsión que van ligados a lo reprimido
primordial, ya sea porque provengan de éste o porque entren en conexión
fortuita con él.
La represión reserva a cada uno de
ellos un destino diferente, individual, ya sea por su grado de deformación, su distancia respecto del núcleo
inconsciente, o su valor afectivo.
Por lo tanto recae sobre los retoños
psíquicos de la agencia representante reprimida o sobre los itinerarios de
pensamiento que proceden de alguna otra parte y que han entrado en vínculo
asociativo con ella. A causa de ese vínculo tales representaciones experimentan
el mismo destino que lo reprimido primordial. La represión propiamente dicha es
entonces un “esfuerzo de
dar caza”.
3.
Retorno de lo
reprimido: es el proceso por el cual los
elementos reprimidos, al no ser aniquilados por la represión, tienden a
reaparecer y lo hacen de un modo deformado (síntomas, fallidos, chistes, etc.)
Freud llega a la conclusión de que el
retorno de lo reprimido se produce por desplazamiento, condensación, conversión,
e indica que las condiciones generales para que se den, son:
a)
Debilitamiento
de la contracatexis
b)
Refuerzo
del empuje pulsional (por ejemplo por la influencia biológica en la pubertad)
c)
Porque
sobrevienen acontecimientos actuales que evocan el material reprimido
No es cierto que la represión mantenga apartado de lo
consciente a todos los retoños de lo reprimido primordial. Si estos se han
distanciado lo suficiente del representante reprimido, sea por las
desfiguraciones que adoptaron o por el número de eslabones intermedios que se
intercalaron, tienen libre acceso a lo consciente.
También los síntomas neuróticos tienen que haber logrado
un distanciamiento pues son retoños que por intermedio de formaciones
(síntomas) han terminado por conquistarse su denegado acceso a la conciencia.
Las desfiguraciones y el distanciamiento respecto de lo
reprimido es algo que no se puede indicar en general. La represión trabaja de
manera individual, cada uno de los retoños puede tener su destino particular.
La represión exige un gasto de energía, de fuerza
constante. Lo reprimido ejerce presión continua en dirección a lo consciente, a
raíz de lo cual el equilibrio tiene que mantenerse por medio de una
contrapresión constante.
La movilidad de la represión encuentra su expresión en los
caracteres psíquicos del estado del dormir.
Monto de afecto:
corresponde a la pulsión en la medida en que ésta se ha desprendido de la
representación y ha encontrado una expresión proporcionada a su cantidad en
procesos que devienen registrables para la sensación como afectos.
El destino general de la representación de la pulsión es
desaparecer de la conciencia si antes fue consciente, o seguir coartado de la
conciencia si estaba en vías de devenir consciente.
El factor cuantitativo tiene 3 destinos posibles:
a)
La pulsión
es sofocada por completo (represión exitosa, como sucede en la histeria)
b)
Sale a la
luz como un afecto coloreado cualitativamente (neurosis obsesiva)
c)
Se muda en
angustia (fobia)
El destino del monto de afecto de la agencia representante
de la pulsión importa mucho más que el destino de la representación.
Si la represión no impide que aparezca displacer o
angustia, ha fracasado.
La represión deja síntomas como secuela. El mecanismo de
formación de síntomas y el de la represión divergen. No es la represión la que
crea formaciones sustitutivas y síntomas sino que estos deben su origen a
procesos diversos:
a)
El
mecanismo de la represión no coincide con el de formación de síntomas.
b)
Existen
diversos mecanismos de formación de síntomas.
c)
Los
mecanismos de la represión tienen algo en común, el retiro de catexis.
Histeria de Angustia (Fobia): la moción pulsional sometida a la represión es una actitud libidinosa
hacia el padre, apareada con la angustia hacia él.
Después de la represión, esta moción ha desaparecido de la
conciencia y el padre no se presenta como objeto de la libido.
Como sustituto se encuentra en posición análoga un animal,
por vía de desplazamiento.
El quantum de afecto no desapareció sino que se muda en
angustia (angustia frente al animal en lugar de amor al padre)
La represión eliminó y sustituyó a la representación, pero
no consiguió evitar el displacer, y así se llega a la formación de un intento
de huida que es la fobia.
Histeria de Conversión:
consigue hacer desaparecer por completo el monto de afecto y otras veces esta
sofocación no se logra por completo.
En contenido de la representación de la agencia
representante de la pulsión se ha sustraído de la conciencia; como formación
sustitutiva (síntoma) se encuentra una inervación somática hiperintensa
sensorial o motora, sea como excitación o como inhibición.
Este lugar hiperinervado revela una porción de la agencia
representante reprimida que ha atraído hacia sí por condensación la investidura
íntegra.
Por lo tanto el monto de afecto es sofocado y se puede
hablar de una represión exitosa.
Neurosis obsesiva:
descansa en la premisa de una regresión por la cual una aspiración sádica
reemplaza a una aspiración tierna. El impulso hostil hacia una persona amada es
el que cae bajo la represión.
En un primer momento
alcanza el éxito pleno porque el contenido de la representación es rechazado y
hace desaparecer al afecto.
Como formación sustitutiva hay una alteración del Yo, pero
no se puede hablar de síntoma. La formación reactiva aparece por
fortalecimiento de un opuesto. La formación sustitutiva responde al mismo
mecanismo que la represión pero se aparta de la formación del síntoma.
En un segundo
momento esa represión no resiste. Se da lugar a un retorno de lo reprimido
y el afecto desaparecido se muda en angustia social, en angustia de conciencia
moral y la representación rechazada se reemplaza mediante un sustituto por
desplazamiento, semejante al de la histeria de angustia (fobia)
CONFERENCIA 23º - LOS CAMINOS DE LA FORMACIÓN DE SÍNTOMA (1916-17)
Freud
habla de diversos temas en esta conferencia:
1.
|
Da
su concepción acerca de la neurosis entendiendo que la misma es una
enfermedad instaurada en la infancia.
|
|
2.
|
Focaliza
el síntoma para comprender la
enfermedad y establece una diferencia
entre neurosis y síntoma.
|
|
3.
|
Describe
el proceso de formación de síntoma recurriendo al concepto de conflicto,
regresión, fijación, trauma y satisfacción sustitutiva.
|
|
4.
|
Al
incluir la fijación en el proceso de formación de síntoma, se ve obligado a
dar cuenta del origen de las fijaciones.
|
|
5.
|
Ubica
las fijaciones en el tiempo de la
sexualidad infantil y le otorga a las mismas una participación
fundamental en la estructuración de la neurosis (concepto de series
complementarias)
|
|
6.
|
La
sexualidad infantil se dirige hacia las fantasías, dado que es ahí donde
perduran las fijaciones.
|
|
7.
|
Define
el concepto de fantasía estableciendo la relación entre ellas y las fantasías
originarias.
|
|
8.
|
Da
el concepto de realidad psíquica
|
|
9.
|
Establece
la relación entre fantasía y síntoma.
|
Freud empieza tomando la postura del lego o profano, y del médico
respecto del síntoma y la enfermedad para
ver dónde se va a situar el psicoanálisis.
1.
El lego dirá que
la enfermedad desaparece cuando desaparezcan los síntomas, dado que los
síntomas son para él, la esencia de la enfermedad.
2.
Para el médico el
síntoma es un efecto y consecuencia de la enfermedad. Pueden desaparecer los
síntomas mientras que la enfermedad sigue estando y lo que queda es la
posibilidad de que aparezcan nuevos
síntomas.
3.
Para el
psicoanálisis, Freud establece una diferencia entre los síntomas y las
neurosis. La neurosis se define por una serie de elementos y no por los
síntomas. Para él la neurosis es una estructura, un conjunto de elementos en
donde cada uno de ellos se define en su relación con los otros. Es una serie de
complementos constitutivos de la neurosis.
La posición del psicoanálisis resulta intermedia entre el lego y el
médico ya que la neurosis es la que subyace al síntoma, pero al mismo tiempo
considerará un efecto de cura cuando los síntomas desaparecen a través de la
dinámica del trabajo psicoanalítico (hacer consciente lo inconsciente llenando
las lagunas mnésicas de los pacientes)
Freud no jerarquiza ningún síntoma en particular, sino escuchar la
emergencia de lo reprimido en el discurso del paciente. El propósito del
analista no es el de curar los síntomas. Justamente para lograr un efecto de
cura hay que dejar de focalizar el síntoma para poder mantener la atención
libremente flotante.
Desarrollo
Los síntomas neuróticos son el resultado de un conflicto que se libra
en torno de una nueva modalidad de satisfacción pulsional. Es una transacción
entre el deseo y la defensa.
Las 2 fuerzas que se han enemistado,
vuelven a coincidir en el síntoma gracias al compromiso de su formación. Por
eso el síntoma es tan resistente, ya que está sostenido desde ambos lados.
Una de las dos partes es la libido
insatisfecha, rechazada de la realidad, que ahora busca otros caminos para la
satisfacción. A pesar de que la libido está dispuesta a aceptar otro objeto en
lugar del denegado, la realidad permanece inflexible, y la libido se verá
exigida a abordar un camino regresivo y a anhelar satisfacerse dentro de una de
las organizaciones ya superadas o por medio de uno de los objetos que ya
renunció antes.
En el camino de la regresión, la libido
es atraída por la fijación que ella ha dejado en esos lugares de su desarrollo.
Si estas regresiones no despiertan
la contradicción del Yo, no sobrevendrá
la neurosis y la libido alcanzará alguna satisfacción real aunque no normal,
típico de las perversiones.
La neurosis queda planteada si el Yo no
presta su acuerdo a estas regresiones, por lo tanto la libido tiene que
escapar, buscando salida para su investidura, según lo exige el Principio de
Placer. Tiene que apartarse del Yo, y tal escapatoria se la permiten las
fijaciones dejadas en su desarrollo, que ahora ella recorre en sentido
regresivo y de las cuales el Yo se había
protegido por medio de represiones.
Las representaciones sobre las cuales
la libido transfiere su energía en calidad de investidura, pertenecen al
sistema inconsciente, sometidas al proceso primario (condensación y
desplazamiento) De esta manera se establecen constelaciones semejantes a las de
la formación del sueño.
El sueño es el cumplimiento de una
fantasía inconsciente de deseo. Éste entra en transacción con un fragmento de
la actividad preconsciente; la barrera de la censura disminuye y permite la
formación de un sueño en calidad de compromiso.
Pero la diferencia entre la formación
del sueño y la del síntoma es que en el
caso del sueño el propósito del preconsciente puede mostrarse más tolerante
porque la situación del que duerme es menos amenazada. Por sí solo el estado
del dormir bloquea la salida a la realidad.
La escapatoria de la libido bajo las
condiciones de conflicto es posibilitada por la preexistencia de fijaciones. La investidura regresiva de
ésta lleva a sortear la represión y a una satisfacción de la libido en la que
deben respetarse las condiciones de compromiso. Entonces aparecen ligados:
a)
La libido y el inconsciente, por un
lado
b)
El Yo, la conciencia y la realidad por
otro lado
Formación de síntoma en la neurosis histérica
La libido halla sus puntos de fijación
para debilitar la represión en:
- las prácticas y vivencias de la sexualidad infantil
- los deseos parciales abandonados
- objetos resignados de la niñez
La importancia de este período infantil
es doble, ya que:
- En él se manifiestan por primera vez las orientaciones pulsionales que el niño traía consigo en su disposición innata (lo heredado)
- En virtud de influencias externas, de vivencias accidentales, se le despertaron y activaron por primera vez otras pulsiones.
Las vivencias contingentes de la
infancia son capaces de dejar como secuela fijaciones de la libido.
El traumatismo, que desencadena la
neurosis en el adulto, constituye una serie complementaria junto con la
predisposición que a su vez incluye 2 factores complementarios, uno endógeno y
otro exógeno:
Etiología de la Neurosis
|
=
|
Disposición
por fijación de la libido
|
+
|
Acontecimiento
accidental (traumático)
|
||||||
Constitución
Sexual
(Acontecimiento prehistórico)
|
Acontecimiento
infantil
|
|||||||||
Se observa que en este cuadro dado por
Freud en las “Lecciones de Introducción
al Psicoanálisis” (1915-1917) el término traumatismo designa un
acontecimiento que sobreviene en un segundo tiempo y no en las experiencias que
se hallan en el origen de las fijaciones.
Las vivencias infantiles no tuvieron en
su momento importancia y sólo cobran jerarquía cuando la libido ha vuelto a
ellas regresivamente.
La observación muestra la existencia de
neurosis infantiles donde la enfermedad se contrae como consecuencia directa de
las vivencias traumáticas. Las neurosis infantiles son frecuentes aunque no se
las ve o se las juzga de malas costumbres y son moderadas por los padres. En la
mayoría de los casos se presentan en forma de histeria de angustia
(fobia)
Si en períodos más tardíos de la vida
estalla una neurosis, el análisis revela por lo general que es la continuación
directa de aquella enfermedad infantil.
Por otro lado, sería inconcebible que
la libido regresara a épocas de la infancia, si allí no hubiera nada que
pudiera ejercer atracción sobre ella.
Por lo tanto existe una
complementariedad entre las vivencias infantiles y las más tardías:
- Hay casos en que todo el peso de la causa recae en las vivencias sexuales infantiles (inhibición del desarrollo)
- Hay casos en que todo recae sobre conflictos posteriores y la insistencia en las impresiones de la infancia aparecen como obra de la regresión.
Los síntomas crean un sustituto para la
satisfacción frustrada y repiten de algún modo aquella modalidad de
satisfacción de la infancia, desfigurada por la censura que nace del conflicto.
La modalidad de satisfacción que el
síntoma aporta tiene en sí mucho de extraño. Es irreconocible por el sujeto que
siente la presunta satisfacción como sufrimiento. Lo que antes fue para el
individuo una satisfacción, está destinado a provocar hoy su resistencia o
repugnancia.
El extrañamiento respecto del Principio
de Realidad y el retroceso al Principio de Placer, es también un retroceso a
una suerte de autoerotismo como el que ofreció las primeras satisfacciones
pulsionales.
Las escenas infantiles a las que
regresa la libido en búsqueda de satisfacción no siempre son verdaderas.
Hay casos en que pueden ser
completamente falsas; otros verdaderas y otras
veces una mezcla de verdad y falsedad. Por lo tanto, los síntomas serán:
- O la figuración de vivencias que realmente se tuvieron y a las que puede atribuirse una influencia sobre la fijación de la libido.
- O la figuración de fantasías del enfermo.
La fantasía es un guión imaginario en el que el sujeto se halla presente y que
representa, en forma más o menos deformada por los procesos defensivos, la
realización de un deseo, y en última instancia, de un deseo inconsciente.
Pero ellas poseen realidad psíquica, por oposición a la realidad
material, y poco a poco se comprende que en el mundo del neurótico la realidad
psíquica es la decisiva.
Entre los acontecimientos que siempre
retornan en la historia juvenil de los neuróticos, están:
- La observación del comercio sexual entre los padres.
- La seducción por un adulto.
- La amenaza de castración.
Tales hechos de la infancia son
necesarios y pertenecen al patrimonio indispensable de la neurosis. Si están
contenidos en la realidad, muy bien; y si no es así, se establecen mediante la
fantasía.
Estas fantasías primordiales son un
patrimonio filogenético y en ellas el individuo supera su vivenciar propio
hacia el vivenciar de la prehistoria.
Las producciones de fantasías más
conocidas son los llamados “sueños
diurnos” que son el núcleo y los modelos de los sueños nocturnos. No
necesariamente son conscientes, y si son inconscientes son fuente de los sueños
nocturnos y de los síntomas neuróticos. Por lo tanto esto marca la importancia
de la fantasía para la formación de los síntomas.
El camino que recorre la libido hacia la fijación
Todos los objetos y orientaciones
resignados de la libido, no lo han sido todavía por completo. Ellos, o sus
retoños, son retenidos con cierta intensidad en las representaciones de la
fantasía. La libido tiene que volcarse a las fantasías para hallar, libre de estorbo,
el camino hacia cada fijación reprimida.
Estas fantasías gozan de cierta tolerancia y no se llega al conflicto
entre la fantasía y el Yo mientras se observe una condición de naturaleza
cuantitativa, infringida ahora por el reflujo de libido a las fantasías.
Por un aflujo, la investidura
energética de las fantasías se eleva tanto, que ellas se vuelven exigentes desarrollando un esfuerzo
orientado hacia la realización y provocando el inevitable conflicto entre las
fantasías y el Yo. Si antes fueron preconscientes o conscientes, ahora son
sometidas a la represión por parte del Yo, y atraídas por el inconsciente.
Desde las fantasías ahora
inconscientes, la libido vuelve a migrar hasta sus orígenes en el inconsciente,
hasta sus propios lugares de fijación.
La retirada de libido hacia la fantasía
es un camino intermedio hacia la formación de síntoma. Este proceso es llamado “introversión” y designa el
extrañamiento de la libido respecto de las satisfacciones reales y la
sobreinvestidura de las fantasías que hasta ese momento se toleraron por
inofensivas.
Un introvertido no es todavía un
neurótico, pero se encuentra en una situación lábil; al menor desplazamiento de
fuerzas se verá obligado a desarrollar síntomas.
Una concepción dinámica de estos
procesos anímicos es insuficiente; hace falta tener en cuenta el punto de vista
económico. El conflicto entre 2 aspiraciones no estalla antes de que se hayan
alcanzado ciertas investiduras. Es decisivo el factor cuantitativo para la
capacidad de resistencia a contraer neurosis.
La vía de escape es la sublimación.
Existe un camino de regreso de la fantasía a la realidad, y es el arte.
Al comienzo el artista es un
introvertido y está obligado por necesidades pulsionales hiperintensas, pero
las evita por su facultad para la sublimación y sabe atenuarlas hasta el punto
en que no dejen traslucir fácilmente su proveniencia de las fuentes prohibidas.
En la neurosis obsesiva las
contrainvestiduras frente a las exigencias pulsionales pasan a primer plano, y
por medio de las formaciones sustitutivas
dominan el cuadro clínico.
TEORÍAS SEXUALES INFANTILES (1908)
Las fuentes de donde Freud extrajo esta información es:
- De la observación directa de las manifestaciones y actividades infantiles, que es la más pura de todas las fuentes.
- De los recuerdos infantiles conscientes comunicados por individuos neuróticos adultos.
- De la traducción a lo consciente de los recuerdos inconscientes de tales individuos.
La educación y la distinta intensidad
de los impulsos sexuales han de dar, seguramente, origen a grandes oscilaciones
individuales en la conducta sexual infantil, determinando la emergencia más o
menos temprana del interés sexual. Por esta causa Freud no ha articulado su
exposición conforme a épocas infantiles sucesivas.
Las diferencias entre los neuróticos y
los normales, dice Freud, son mucho menores en la infancia. Además, como los
individuos posteriormente neuróticos, suelen traer consigo al mundo en su
constitución una pulsión sexual muy intensa, que tiende a madurar y manifestarse
prematuramente, sus recuerdos de la niñez permiten aprehender gran parte de la
actividad sexual infantil, con una claridad y una precisión mucho mayores de
las que es posible obtener aplicando sólo la observación.
El presente trabajo se refiere casi
exclusivamente al desarrollo sexual en individuos masculinos.
El conocimiento de las teorías sexuales
infantiles puede ser interesante en más de un sentido, así resulta serlo también para la
interpretación de los sueños y fábulas de la antigüedad. Pero para lo que se
demuestra indispensable es para la concepción de las neurosis mismas, en las
cuales conservan aún todo valor tales teorías infantiles y ejercen una
influencia determinante sobre la estructura de los síntomas.
La curiosidad sexual de los niños no se
despierta espontáneamente a consecuencia de una necesidad congénita de
casualidad, sino bajo el influjo de las pulsiones egoístas en ellos dominantes,
cuando son sorprendidos por la aparición de un nuevo niño en la familia.
Aquellos niños que permanecen únicos en su
casa se transportan también a tal situación por sus observaciones en
otras familias.
La disminución, experimentada o temida,
del cuidado de los padres y la previsión de que en adelante deberá compartirlo
todo con el recién nacido, despiertan la sensibilidad del sujeto y agudizan su
pensamiento.
Una mayor diferencia de edad debilita,
por lo general, la expresión de esta hostilidad primaria. Asimismo, en el niño
que permanece único, puede llegar a dominar más adelante, el deseo de tener un
hermanito que le secunde en los juegos.
Bajo el estímulo de estos sentimientos,
se pregunta de dónde provienen los niños. Así, en muchos de los enigmas que nos
plantean los mitos y leyendas creemos percibir el eco de esta primera
interrogación, que por su parte es, un producto de la lucha del hombre con la
vida.
El
niño acudirá en demanda de respuesta a sus padres que representan para
él la fuente de todo conocimiento. Pero este camino falla en absoluto cuando
las personas interrogadas eluden las respuestas, reprochan al niño su
curiosidad o salen del paso recurriendo a una fábula cualquiera como por
ejemplo la de la cigüeña. Igualmente, el mayor número de los niños no se
satisface con esta explicación.
Por este suceso, viven la primera
ocasión de un “conflicto psíquico” ya que ciertas opiniones suyas chocan con
las mantenidas por los padres. Este conflicto puede dar origen a una
”disociación psíquica” ya que la “opinión oficial” (teóricamente la de los
padres) limitará su actividad reflexiva y dominará en su psiquismo consciente.
La otra, motivada por su labor investigativa, habrá de ser rechazada y
pervivirá en estado inconsciente, quedando así constituido el complejo nodular
de la neurosis.
Las transformaciones provocadas en el
aspecto de la madre por el embarazo, no escapan a los ojos del niño, el cual
tarda luego en establecer la relación exacta entre un aumento de volumen de la
madre y la aparición de un nuevo infante.
La observación de los animales, que no disimulan su vida sexual y a los
que tan afín se siente el niño, es lo que más coopera a robustecer su desconfianza. Con el
descubrimiento de que la criatura se
forma dentro del cuerpo de la madre, descubrimiento que el niño realiza
aún por sí mismo, se encontraría ya el niño en camino de resolver el problema
en que primeramente pone a prueba sus energías intelectuales. Pero llegado a
este punto, ve impedido el progreso posterior de su labor investigadora por el
desconocimiento de un dato insustituible (la vagina) y por teorías erróneas que
le son inspiradas por el estado de su propia sexualidad. Estas falsas teorías
sexuales, aunque se equivocan de un modo grotesco, cada una contiene alguna
parte de verdad, lo que se explica por los componentes de sus impulsos
sexuales, activos ya en el niño, pues tales hipótesis son una necesidad de la
constitución psicosexual.
Por ésta razón podemos hablar de
teorías sexuales infantiles típicas.
Primer teoría: se
enlaza con el desconocimiento de las diferencias sexuales, que consiste en atribuir a toda persona,
órganos genitales masculinos como los que el niño conoce por su propio cuerpo.
El pene es la zona erógena directriz y
el principal objeto sexual autoerótico, y el
valor que el sujeto le concede se refleja en la imposibilidad de
representarse a una persona análoga a él, sin un elemento tan esencial.
Cuando el niño ve desnuda a su
hermanita o a una amiguita, sus manifestaciones demuestran que su prejuicio ha
llegado a ser lo bastante enérgico para falsear la percepción de lo real. No
comprueba la falta del miembro sino que cree que está, y que es muy pequeño y
que pronto crecerá.
La imagen de la mujer provista de un
miembro viril retorna aún en los sueños de los adultos. Cuando esta
representación llega a quedar “fijada” en el niño, resistiendo a todas las
influencias de la vida posterior y creando la incapacidad de renunciar al pene en el objeto sexual, el
sujeto se hace necesariamente homosexual y busca sus objetos sexuales entre
hombres que por algún carácter somático o anímico le recuerden a la mujer.
El niño, en el que domina
principalmente la excitación del pene, contrae por lo general el hábito de
procurarse placer por medio de estímulos manuales, y al ser sorprendido alguna
vez por sus padres, es atemorizado con la amenaza de cortarle el miembro. El
efecto de la “amenaza de castración” es extraordinariamente profundo y
duradero.
La visión posterior de los genitales
femeninos, cuya forma interpreta como el resultado de una mutilación, recuerda
al sujeto la amenaza anterior.
La anatomía ha reconocido en el
clítoris, el órgano homólogo al pene, y la fisiología ha añadido que este pene
incipiente se conduce en la infancia de la mujer como un verdadero pene y constituye la sede de
estímulos que incitan a al sujeto a maniobras de carácter onanista.
La persistencia de la excitabilidad
clitoridiana disminuye la función sexual
de la mujer, haciéndola anestésica para el coito. Inversamente, la represión
antes indicada puede también resultar excesiva y quedar entonces parcialmente
anulados sus efectos por la emergencia de productos sustitutivos histéricos.
La niña concede a los genitales
masculinos un vivo interés, en el que no tarda en transparentarse la envidia.
Se siente desaventajada, intenta orinar en la misma postura que los niños.
El hecho de que el niño se forme dentro
del cuerpo de la madre no es, desde luego, una explicación suficiente. Es muy
probable que el padre tenga algo que ver
en ello, puesto que declara que el niño también es suyo. Por otro lado, la excitación que el niño siente en sus órganos genitales
siempre que maneja en su pensamiento estas cuestiones, le hace sospechar que el
pene ha de tener alguna intervención en tales enigmáticos procesos.
Pero cuando parece hallarse en el mejor
camino para postular la existencia de la vagina y descubrir, en la penetración
del pene paterno en el cuerpo de la madre, el acto por medio del cual nace la
criatura en el seno materno, queda bruscamente interrumpida la investigación al
tropezar con la teoría de que la madre posee también, como el padre, un pene, y
el fracaso de sus meditaciones le hace cesar en ellas y olvidarlas más tarde.
Segunda teoría: “La teoría de la cloaca”. Si el niño se
forma dentro del cuerpo de la madre, desprendiéndose luego de él, tal
separación no puede tener efecto sino por un solo camino, esto es por el
conducto intestinal, expulsados como un excremento. Luego surgirá una nueva
explicación que es la de que los niños nacen a través del ombligo o de una
abertura practicada en el vientre de la madre, para extraerlos.
En aquellos primeros tiempos, la
defecación era algo de lo que se podía hablar sin asco. La teoría de la cloaca,
observada en tantos animales, era la más natural y verosímil.
Si los niños son paridos por el ano,
también el hombre puede parirlos. Así el niño puede fantasear que da a luz a un
hijo, sin que por ello hayamos de imputarle tendencias femeninas. Tales
fantasías son un resto de actividad de su erotismo anal. Cuando la teoría de la
cloaca perdura en la conciencia del niño en posteriores años infantiles, trae también
consigo una solución del problema de la génesis de los niños.
Se tiene un niño por haber ingerido
algo es otra de las formas de esta teoría que en las enfermas mentales suele
reanimarse.
Tercer teoría: “La teoría sádica del coito”. Surge
cuando los niños son testigos casuales
del comercio sexual de sus padres. Su interpretación del coito es siempre de
carácter sádico, viendo en él algo que la parte más fuerte impone violentamente
a la más débil y comparándolo con una lucha cuerpo a cuerpo.
Pero los niños no descubren en tales
escenas el dato que les faltaba para la solución del problema (la vagina)
La teoría sádica del coito es expresión
de uno de los componentes sexuales congénitos más o menos intensos en cada niño
(protofantasía)
Las huellas de sangre en las sábanas o
en la ropa interior de su madre confirman también las hipótesis sádicas del
niño, que ve en ellas una prueba de que el padre ha repetido durante la noche
sus violencias.
El error infantil integra aquí de nuevo
alguna parte de verdad, puesto que el flujo de sangre constituye, en
determinadas circunstancias, una prueba de la iniciación sexual (menstruación,
etc.)
Los niños se preguntan también “en qué consiste estar casados”, y dan a
estas interrogaciones respuestas distintas según sus observaciones ocasionales.
Tales respuestas no parecen integrar mas que un solo elemento común: el
prometerse en el matrimonio una consecuencia de placer y una superación del
pudor. La teoría más frecuente es la de que los casados orinan uno delante del
otro.
Las opiniones infantiles sobre la
esencia del matrimonio suelen perdurar en la memoria consciente del sujeto y
entrañan gran importancia para la sintomática de las eventuales neurosis
posteriores.
Estas serían las principales teorías
sexuales típicas del niño, estructuradas en temprana edad infantil bajo la
influencia de los componentes sexuales.
Un niño criado en un ambiente social
más libre puede comunicar a los demás sus descubrimientos, pero otros
reaccionan a las explicaciones de manera que la represión sexual ha alcanzado
tan alto grado, que se niegan a dar oídos a toda explicación y logran
permanecer ignorantes hasta una época avanzada.
Los primeros descubren casi siempre la
verdad, esto es la existencia de vagina, pero el desconocimiento de la
sustancia seminal impide ahora, como antes el de la vagina, la solución
definitiva, pues el niño no puede adivinar que el miembro viril extrae una
sustancia distinta de la orina.
Otras teorías, no muy desarrolladas
son:
- Teoría de que los niños son engendrados en un beso, lo que delata claramente el predominio de la zona erógena oral. Específicamente femenina.
- Teoría de la couvade, donde ambos cónyuges participan en el parto y tienen que guardar cama.
- Teoría según la cual el acto sexual es realizado una sola vez, y dura largo tiempo, hasta 24 horas, procediendo luego de esta única vez, sucesivamente, todos los hijos. Esto se ve en muchos insectos.
LA ORGANIZACIÓN GENITAL INFANTIL (1923)
En “Tres Ensayos sobre una Teoría Sexual” (1905):
1. Al comienzo el acento recayó sobre la diversidad entre la vida sexual de los niños y la de los adultos.
2. Después pasaron a primer plano las organizaciones pregenitales de la libido.
3. Por último reclamó su interés la investigación sexual infantil y desde ahí se pudo comprender la notable aproximación del desenlace de la sexualidad infantil a su conformación final en el adulto.
Ya en la niñez se consuma la elección de objeto como la que había
supuesto característica de la fase del desarrollo de la pubertad. Las
aspiraciones sexuales se dirigen a una única persona, y en ella quieren alcanzar su meta.
Aquí se encuentra el máximo
acercamiento posible en la infancia a la conformación definitiva que la vida sexual presentará después de la
pubertad.
La diferencia respecto de esta última
reside sólo en el hecho de que la unificación de las pulsiones parciales y su
subordinación a la primacía de los genitales no son establecidas en la
infancia, o lo son de manera incompleta. La instauración de ese primado al
servicio de la reproducción es la última fase por la que atraviesa la
organización sexual.
La aproximación de la vida sexual
infantil a la del adulto no se cierra en la emergencia de una elección de
objeto. Si bien no se alcanza una verdadera unificación de las pulsiones parciales
bajo el primado de los genitales, en el apogeo del proceso de desarrollo de la
sexualidad infantil el interés por lo genitales y el quehacer genital cobran
una significación dominante.
Para ambos sexos, sólo desempeña un
papel principal el genital masculino. Por lo tanto, no hay primacía genital
sino un primado del falo.
Cuando el varón percibe la diferencia
con una niña, al comienzo no tiene ocasión de relacionarla con la diversidad de
sus genitales. Para él es natural presuponer en todos los otros seres vivos,
humanos y animales, un genital parecido al que él posee.
Luego es invadido por las pulsiones de
investigación que lo llevan a manipular su miembro.
Luego el niño descubre que el pene no
es patrimonio común de todos lo seres semejantes a él. Esto es por la visión
casual de los genitales de una hermanita o amiguita. Entonces:
4.
Primero desconocen esa falta. Creen ver
un miembro a pesar de todo. Encubren la
contradicción entre la observación y el prejuicio mediante el subterfugio de
que aún sería pequeño y ya le crecerá.
5.
Luego llegan a la conclusión de que
estuvo presente y luego fue removido. La falta de pene es entendida como
resultado de la castración.
Por lo tanto “sólo puede apreciarse rectamente
la significatividad del Complejo de Castración si a la vez se toma en cuenta su
génesis en la fase del primado del falo”.
Es notorio el menosprecio por la mujer
y el horror a ella y la disposición a la homosexualidad que derivan del
convencimiento final acerca de la falta de pene en la mujer.
Ferenczi recondujo el símbolo
mitológico del horro, la cabeza de Medusa, a la impresión de los genitales
femeninos carentes de pene.
Es notoria en el caso de la cabeza
decapitada de Medusa. Decapitar sería sinónimo de castración. Esto se presenta
cuando el niño, que hasta entonces no había creído en la amenaza, ve un genital
femenino.
El arte figura la cabeza de Medusa con
cabellos como serpientes, lo que mitiga el horror pues sustituyen al pene cuya
falta es la causa del horror.
La visión de la cabeza de Medusa petrifica
de horror a quien la mira. El petrificarse significa erección y en la situación
originaria es el consuelo del que mira, porque posee pene y se lo asegura por
su petrificación.
El mostrar el pene es una acción
apotropaica, ya que lo que excita horror en uno mismo, provocará igual efecto
en el enemigo.
También el miembro masculino erecto
sirve para provocar efecto apotropaico. Enseñar el pene o sus subrogados
significa “No te tengo miedo, yo te
desafío porque tengo pene”.
El niño cree que sólo personas
despreciables del sexo femenino, probablemente culpables de las mismas mociones
prohibidas en que él mismo incurrió, habrían perdido el genital. Pero las
personas respetables como su madre, siguen conservando el pene.
Para el niño, ser mujer todavía no
coincide con la falta de pene. Sólo más tarde, cuando aborda los problemas de
la génesis y el nacimiento de los niños, y deduce que sólo las mujeres pueden
parir hijos, también la madre perderá el pene y se edificarán complejísimas
teorías destinadas a explicar el trueque del pene a cambio de un hijo.
Las polaridades sexuales
- La primera oposición tiene que ver con la elección de objeto, que supone un Sujeto y un Objeto.
- En el estadio de la organización pregenital sádico-anal todavía no se puede hablar de masculino y femenino. La oposición es activo-pasivo.
- En el siguiente estadio hay por cierto algo de masculino, pero no algo de femenino. Por lo tanto la oposición aquí es fálico-castrado.
- Sólo con la culminación de la pubertad, la polaridad sexual coincide con masculino y femenino.
Lo masculino reúne
el sujeto, activo y lo fálico.
Lo femenino reúne
al objeto, pasivo y albergue del pene.
La castración
es una operación simbólica de corte cuyo resto es la pérdida de un objeto
imaginario que es el falo.
También es un desprendimiento que se
opera por medio de una ley y posibilita la diferencia de los sexos.
El corte también produce un efecto
sobre la satisfacción autoerótica que es además una satisfacción incestuosa.
La madre es el agente de seducción. En
este punto de seducción, lo deja al hijo ubicado como objeto pasivo de ella,
como objeto de su sexualidad, de su deseo, y esto funciona como traumático,
porque el cúmulo de excitaciones es imposible de tramitar porque no tiene con
qué y tampoco tiene palabra, para tramitarlo por ella. (Fijación al trauma –
Conferencia 23)
CONFERENCIA 32º: ANGUSTIA Y VIDA PULSIONAL (1917)
En “El
Yo y el Ello” (1923) Freud plantea que la sede de la angustia será el Yo, y
simultáneamente es el mismo Yo el encargado de instrumentar los mecanismos de
defensa. La coincidencia de localización debía establecer una relación entre la
angustia y la defensa.
La angustia se muestra ahora como
angustia de castración.
En realidad es a partir de la segunda
teoría que no alcanza con pensarla como el saldo que queda de la pulsión cuando
ésta se ha quedado interceptada.
Aparece así un nuevo desarrollo teórico
y clínico: La angustia señal.
Primer teoría de la angustia. La represión crea la angustia
En la Conferencia 25º Freud
define a la angustia como un estado afectivo, es decir, ciertas sensaciones de
la serie Placer-Displacer con las correspondientes inervaciones de
descarga y su percepción.
Recurrimos al proceso del nacimiento
como el evento que deja tras de sí esa huella afectiva.
El nacimiento inscribe en el psiquismo esta primera
huella afectiva, un cambio brusco en el que la respiración está garantizada por
el oxígeno que llega a través del cordón umbilical, a un medio gaseoso en el
que debe comenzar a respirar para no morir.
Posiblemente indica además, la propia angustia de la madre, hecho que el
incipiente bebé no deja de percibir.
La diferencia con Otto Rank es que para él los estados posteriores de angustia son intentos de abreacción del trauma
de nacimiento, en cambio para Freud la primer angustia es de prototipo
fisiológico que se resignifica en la angustia de castración, que es el
prototipo psíquico.
Por lo tanto la primera angustia habría sido una
angustia tóxica.
Luego distingue entre:
1. Angustia realista: Freud dice que parece más lógica que la angustia
neurótica que es enigmática. Es un estado de atención sensorial incrementada y
tensión motriz que llama apronte angustiado del que derivan 2
reacciones posibles:
·
La repetición de
la antigua vivencia traumática se limita a una señal (una manifestación
atenuada de angustia), apta para la defensa. El sujeto queda advertido del
peligro y prepara por ejemplo una respuesta muscular (ataque o huída)
·
O bien
domina la reacción de lo antiguo, el
desarrollo de la angustia se desencadena desbordando al sujeto, anulando su
reacción. El individuo queda paralizado.
Aparece así un antecedente de la segunda teoría, la angustia
señal formando parte de la angustia realista, que da lugar a la
defensa. La defensa estará en la segunda teoría a nivel de la represión.
2. Angustia neurótica: es enigmática y la observamos bajo 3 constelaciones:
a) Angustia expectante, que es un estado de angustia libremente flotante
pronto a enlazarse a una representación (Neurosis de angustia)
Se distinguen de las Neurosis Actuales en que el conflicto es
psíquico y los síntomas constituyen una representación simbólica de los traumas sexuales, producto de una
transacción (un acuerdo) entre el deseo y la defensa. En cambio en ella la
angustia se muda directamente al soma.
b) Ligada de manera firme a
determinadas representaciones (Fobias)
c) Histeria y Obsesión: es la angustia que acompaña a síntomas o bien emerge de manera independiente como ataque pero siempre sin que se descubra fundamento alguno en un peligro externo.
En este caso aparecen asociadas las neurosis de angustia y las de defensa o de transferencia porque
ambas coinciden en lo esencial. Las 2 se sostienen en 2 proposiciones que ahora
se muestran similares:
·
La angustia
proviene de la trasmudación de la
libido.
·
Es la represión
la que genera angustia
Aquí la oposición es entre Angustia
Realista y Angustia Neurótica
Segunda teoría de la angustia La angustia crea la represión
La relación entre el desarrollo de la angustia y la formación de síntomas
se contrapone a la primer teoría.
La angustia parece ser ahora lo primero, y el síntoma
lo posterior. Las fobias demostrarían el relevamiento de la angustia por un
síntoma. El síntoma protegería frente al estallido de la angustia. De lo que se tiene miedo en la angustia neurótica es de la propia
libido.
La angustia neurótica se sigue diferenciando de la
realidad en que el peligro es interior y no exterior, y que no se comprende
conscientemente.
Pero el fóbico se las ha arreglado para que la angustia neurótica tome
la forma de angustia realista.
Al modo de una banda de Moebius, la angustia circula entre el interior
y el exterior, y así la oposición entre neurótica y realista, se disuelve.
En “El Yo y el Ello” (1923)
Freud dice que “el Yo es el único almácigo de
la angustia”.
Si entre las funciones del Yo se encuentra someterse a sus
servidumbres, porque no pensar que podría ponerse en marcha por angustia frente
a sus amos. Y así es. Las 3 variedades más importantes de la angustia muestran
una correspondencia con los vasallajes (sumisiones) del Yo:
·
Angustia
neurótica ante el Ello
·
Angustia moral
ante el Superyó
·
Angustia realista
ante el mundo externo
En la segunda teoría la libido no se muda en angustia por la represión.
La angustia estaba primero y abre la puerta a la represión.
El Yo es la sede de la angustia y al mismo tiempo es
quien instrumenta los mecanismos de defensa.
La angustia como señal de alarma, crea la represión que tiene carácter de defensa. Y ésta se instrumenta
frente a la moción pulsional, incestuosa (trauma)Ahora la angustia tiene una función de señal, de alarma, para evitar el
peligro.
Con esta concepción se ha pasado de una teoría económica, cuantitativa
de la angustia a privilegiar una función cualitativa, la señal de angustia.
En el niño, el motor de la represión es la angustia frente a la
castración. La fuente del peligro es ahora una amenaza que llega desde el
exterior como amenaza de castración o sus sustitutos. En consecuencia el
peligro interior, la moción pulsional incestuosa se hace angustiante porque
convoca un peligro externo.
El complejo de castración no se trata de una realidad fáctica de
arrancamiento de una parte del cuerpo, sino de un hecho al que el niño teme por
su realidad psíquica.
Simultáneamente a la premisa universal del falo, el descubrimiento del
genital femenino lo conmociona, no ve una vagina, sino que descubre la falta de
pene, y considera que la amenaza es real bajo la forma de amenaza de
castración.
Ahora, la angustia es angustia
de castración, y el vínculo entre angustia neurótica y realista se
clarifica.
El estudio de la estructura perversa confirma el postulado freudiano de
angustia de castración, dado que esta amenaza se encuentra desmentida, renegada
y la angustia se encuentra neutralizada. Y allí donde el neurótico se angustia
y se inhibe, el perverso actúa.
En la niña, el motor de la represión es la angustia frente a la
posibilidad de dejar de ser amada. Esto no quiere decir que el Complejo de
Castración no tenga importancia en la niña.
El Yo instrumenta una técnica equivalente al pensar normal con pequeños
montos de investidura, y advierte mediante la angustia señal que esa
satisfacción pulsional convocará a la temida situación de peligro. Con
asistencia del automatismo del principio de placer lleva a cabo la represión de
la moción pulsional peligrosa.
La angustia intenta trazar una frontera, una protección
antiestímulos, resguardando al Yo del
Más Allá del Principio de Placer.
La angustia neurótica se ha mudado en angustia realista.
Lo peligroso, lo temido en las situaciones de peligro es el trauma, es
aquello de lo que la angustia protege.
Entonces:
1.
Una moción
pulsional pide paso a la acción.
2.
El Yo sospecha y
realiza tanteos con pequeñas investiduras libidinales.
3.
La señal de
alarma indica que su satisfacción acarrea una recordada situación de peligro.
4.
El peligro es la
amenaza de repetición del factor traumático.
5.
El Yo instrumenta
la represión con ayuda del Principio de Placer
6.
El destino de la
libido luego de la represión puede ser:
·
La moción pulsional
retiene su investidura en el Ello bajo la vigilancia el Yo.
·
La investidura
libidinal es destruida por completo.
·
Se produce una
regresión libidinal dentro del ello (neurosis obsesiva)
·
La libido se
procura satisfacciones sustitutivas en el síntoma
·
Los componentes
agresivos de la moción pulsional reprimida se trasponen en sentimiento de
culpa, incrementándolo.
Que la represión se opere con la ayuda del Principio de Placer, no
significa que el síntoma neurótico lo procure. El Principio de Placer no coincide
con el deseo sino que parece estar
directamente al servicio de las pulsiones de muerte. El objetivo el Principio
de Placer es el descenso de los estímulos a través del camino más corto como
por ejemplo en el autoerotismo y la fantasía. Éste es el límite de los síntomas
neuróticos. Se podría decir que por angustia, el neurótico avanza hasta el
Principio de Placer, pero se detiene en éste, en el síntoma, en su límite.
El síntoma procuró una defensa frente al trauma.
Articulación de ambas teorías de la angustia
en una sola
La angustia no puede ser causa y consecuencia de la represión al mismo
tiempo.
La angustia neurótica se diferencia de la automática y de la señal.
No se corresponde con la angustia automática porque ésta está
directamente ligada a la situación traumática, y que el síntoma ha conseguido
evitar.
Tampoco se corresponde con la angustia señal porque constituye un
desarrollo constante de angustia y no una señal mitigada. No desencadena la
represión sino que en todo caso su continuidad indica que no se ha podido
instalar o reinstalar la angustia
En la Conferencia 32º Freud se
limita a especificar que la angustia neurótica corresponde al vasallaje del Yo
frente al Ello.
La hipótesis no es pensar 2 teorías de la angustia, sino 2 tiempos de una sola teoría de la angustia,
señal y neurótica articulados con 2 pasos de la represión (la propiamente dicha
y el retorno de lo reprimido)
·
En un primer
tiempo un desborde pulsional genera angustia; la angustia señal instrumenta la
represión. Esta angustia no es evidente sino que suele pasar inadvertida.
- En un segundo tiempo la angustia neurótica aparece como fracaso de la represión: el retorno de lo reprimido. Es la presión continua que ejerce el Ello sobre el Yo. El Yo se angustia frente a una moción pulsional que ya no puede reprimir con eficacia, ni tampoco puede dar curso a la acción.
Angustia automática: es la reacción o respuesta automática del individuo cada
vez que se encuentra en una situación traumática, es decir, sometido a una
afluencia de excitaciones de origen externo o interno, que es incapaz de
controlar. Esta se opone a la señal de angustia.
Angustia señal: es un dispositivo puesto en acción por el Yo ante una
situación de peligro, con vistas a evitar el ser desbordado por el aflujo de excitaciones.
La angustia señal reproduce en forma atenuada la reacción de angustia vivida
primitivamente en una situación traumática, lo que permite poner en marcha
operaciones defensivas.
VIDA PULSIONAL
Lo primero que hace Freud es distinguir
entre 2 pulsiones principales: hambre y
amor.
El individuo sirve a 2 propósitos:
- Su propia conservación
- La conservación de la especie.
Como subrogados de esta concepción se
introdujeron en el psicoanálisis:
- Las pulsiones yoicas o de autoconservación, donde se llega a conocer al Yo como el poder limitante y represor. Son inflexibles y no admiten su suspensión.
- Las pulsiones sexuales, como lo limitado y reprimido. Son plásticas y tienen la capacidad de cambiar de vías sus metas, dejándose sustituir una satisfacción por otra.
También hablamos de pulsiones parciales que provienen de
diversas partes del cuerpo y pugnan por alcanzar la satisfacción y la hallan en
el placer
del órgano. Entre estas zonas erógenas, los genitales son la más
tardía, teniendo en cuenta las fases de la organización pregenital que culminan
en la fase genital en la pubertad cuando las pulsiones parciales se unifican
bajo la primacía de los órganos genitales.
Cuando comienza a estudiar el narcisismo
comprende que el Yo es el principal reservorio de la libido.
De él parten las investiduras
libidinales de los objetos, y a él regresan. Por lo tanto, sin se transmudan
sin cesar la libido yoica en libido objetal, y viceversa.
Por lo tanto llega a la conclusión de
que ellas no pueden ser de naturaleza diferente y no tiene sentido separar la
energía de una y de otra, tomando a la libido como energía psíquica general.
Pero pronto encontró otra dualidad
entre:
- Las pulsiones sexuales entendidas en el sentido más amplio como Eros.
- Las pulsiones de agresión cuya meta es la destrucción conocida como Tánatos.
Aquí habla del sadismo y el masoquismo,
considerando
- Sadismo como la satisfacción sexual que se anuda a la condición de que el objeto sexual padezca dolores, maltratos y humillaciones
- Masoquismo cuando la necesidad consiste en ser uno mismo ese objeto maltratado
Todas las pulsiones que se puedan
estudiar consisten en tales mezclas o aleaciones de las 2 variedades de
pulsión. Entonces las pulsiones eróticas introducirían en la mezcla la
diversidad de sus metas sexuales.
El masoquismo es más antiguo que el
sadismo y éste último sería la pulsión de destrucción vuelta hacia fuera, que
cobra carácter de agresión. Un tanto de agresión originaria puede permanecer
todavía en el interior y eso lo podemos percibir de manera patente bajo estas 2
condiciones:
- Que se haya conectado con pulsiones eróticas para formar el masoquismo
- Que vuelva hacia el mundo exterior como agresión.
A veces la agresión no encuentra
satisfacción en el mundo por chocar con impedimentos reales. Si tal cosa
sucede, puede que vuelva atrás y multiplique la escala de la autodestrucción.
Manifestaciones de la pulsión de muerte
El “Más
Allá del Principio del Placer”
resultó decisivo para la segunda teoría de la angustia. Determinados fenómenos
clínicos como compulsión a la repetición, el sentimiento inconsciente de culpa o
necesidad de castigo, la reacción terapéutica negativa, el sometimiento
masoquista del Yo, el sadismo del Superyó, los que fracasan al triunfar, etc. indicaba que no todo el aparato
psíquico buscaba el placer. Una parte de él (las pulsiones no ligadas) no
dejaba de colocarlo más allá de este principio, adquiriendo carácter demoníaco.
El Yo se defiendo de las pulsiones no
ligadas psíquicamente. Son pulsiones situadas Más Allá del Principio de Placer.
La oposición pulsional se hace aquí
entre Eros y Tánatos. Eros también puede ser una pulsión demoníaca.
Ciertas pulsiones tanáticas pueden
desarrollarse sin angustia como por ejemplo las adicciones, una lesión
psicosomática, una compulsión a la repetición. La ausencia de angustia señal en
los enfermos psicosomáticos se suplanta por una angustiante pesadilla
Compulsión a la repetición:
vivencias olvidadas y reprimidas de la primera infancia se reproducen en el
curso del trabajo analítico en sueños y reacciones.
También fuera del análisis es posible observar algo semejante. Hay
personas que durante la vida repiten
siempre las mismas reacciones o que parecen perseguidas por un destino
cruel.
Sentimiento Inconsciente de culpa o
necesidad de castigo: se comporta
como un fragmento de la conciencia moral y ha de tener el mismo origen que ésta
y corresponde a una porción de agresión interiorizada y asumida por el Superyó.
El Superyó actúa como cultivo puro de
pulsión de muerte, abogado del Ello, cuando se torna hipersevero es tan sádico
como aquél.
La amenaza de castración, angustia ante
la misma, se revierte en su función y la angustia moral deviene sentimiento
inconsciente de culpa o mejor llamada necesidad de castigo.
Acción terapéutica negativa: en las personas en quienes es hiperpotente la necesidad de
castigo, se revelan en el tratamiento analítico por la reacción terapéutica
negativa, de muy mal pronóstico. Cuando a estos pacientes se les comunica la
solución de un síntoma, lo que con ello se consigue es, al contrario, un
refuerzo momentáneo del síntoma y del padecimiento.
Si
es cierto que alguna vez la vida surgió de la materia inanimada tiene que
haber nacido en ese momento una pulsión que quisiera volver a cancelarla y reproducir
el estado inorgánico. Esta sería expresión de la pulsión de muerte que no
puede estar ausente de ningún proceso vital.
Entonces encontramos la oposición
entre las pulsiones de vida y muerte y de la acción conjugada y contraria de
ambas surgen los fenómenos de la vida, a que la muerte pone término.
|
INHIBICIÓN, SÍNTOMA Y ANGUSTIA (1926)
Son numerosas las neurosis en las que
no se presenta nada de angustia. Un ejemplo de ello es la genuina histeria de
conversión.
Las fobias se hallan próximas a las
histerias de conversión y Freud las situó en una misma serie con ellas bajo el
título de histeria de angustia.
Los síntomas más frecuentes de la
histeria de conversión son procesos de investidura permanente o intermitente.
Mediante el análisis se puede averiguar el curso excitatorio perturbado al que
sustituyen sus síntomas:
a)
El dolor estuvo presente en la
situación en que sobrevino la represión
b)
La alucinación fue una percepción en
ese momento
c)
La parálisis motriz es la defensa
frente a una acción que habría debido ejecutarse en aquella situación, pero fue
inhibida.
d)
La contractura suele ser un
desplazamiento hacia otro lugar de una inervación muscular.
e)
El ataque convulsivo es expresión de un
estallido afectivo que se sustrajo del control normal del yo.
1.
En los síntomas permanentes desplazados a la motilidad como parálisis y
contracturas, la sensación de displacer casi siempre falta por completo y el Yo
se comporta como si no tuviera participación alguna.
2.
En los síntomas intermitentes referidos a la esfera sensorial, se
registran nítidas sensaciones de displacer. También se hay una lucha del Yo
contra el síntoma.
El síntoma de dolor emerge de la misma
manera cuando:
a)
Cuando ese lugar es tocado desde afuera
b)
Cuando la situación patógena que ese
lugar subroga es activada por vía asociativa desde adentro y el Yo recurre a
medidas precautorias para evitar el despertar del síntoma.
Formación de síntomas en la neurosis obsesiva
Son en general de 2 clase y de
tendencias contrapuestas:
1.
|
De naturaleza negativa: prohibiciones, medidas precautorias, renuncias,
penitencias
|
|
2.
|
Formaciones sustitutivas: con un disfraz simbólico.
|
En casos extremos el enfermo consigue
que la mayoría de sus síntomas agreguen a su significado originario el de su
opuesto directo. A ello llamamos formaciones reactivas.
Los síntomas obsesivos producen una
lucha continuada contra lo reprimido que se va inclinando cada vez más en
perjuicio de las fuerzas represoras. El Yo y el Superyó participan muy
considerablemente en la formación de síntomas.
La situación inicial de la neurosis
obsesiva no es diferente a la de la histeria, es decir, la necesaria defensa
contra las exigencias libidinosas del complejo de Edipo. Toda neurosis obsesiva
parece tener un estrato inferior de síntomas histéricos, formados muy
tempranamente, pero la configuración posterior es alterada por un factor
constitucional.
Cuando el Yo da comienzo a sus intentos
defensivos, el primer éxito que se propone como meta es rechazar en todo o en
parte la organización fálica hacia un estadio anterior, es decir la
organización sádico-anal.
La regresión no es sólo consecuencia de
un factor constitucional sino también por uno temporal.
No se hará posible la regresión porque
la organización fálica de la libido haya resultado muy débil, sino porque la
renuncia del Yo se inició demasiado temprano, todavía en pleno florecimiento de
la fase sádica. La observación analítica demuestra que el estadio fálico ya se
ha alcanzado en el momento del giro hacia la neurosis obsesiva. Además esta neurosis
estalla a edad más tardía que la histeria. Estalla en el segundo período
infantil, luego de iniciada el período de latencia.
Metapsicológicamente la
regresión tiene una explicación en una desmezcla pulsional, es decir en una
separación de los componentes eróticos que al comienzo de la fase fálica se
habían sumado a las investiduras destructivas de la fase sádica. Freud en “El Yo y el Ello” (1923) sostuvo que el
progreso desde la fase sádico-anal a la fálica tiene por condición una
añadidura de componentes eróticos.
En este punto, Freud hace un distingo
entre “represión” y “defensa”. La represión es sólo uno
de los mecanismos de defensa de los que se vale el Yo.
En la neurosis obsesiva se discierne
con mayor claridad que en la histeria que el complejo de castración es el que
instrumenta la defensa que recae sobre las aspiraciones del complejo de Edipo.
Estaríamos en el período de latencia donde sobreviene:
- El sepultamiento del Complejo de Edipo
· La creación del Superyó
- La erección de las barreras éticas y estéticas en el interior del Yo.
Pero a todo esto, en el obsesivo se
agrega
- La degradación regresiva de la libido
- El Superyó que proviene del Ello no puede despojarse de la regresión y la desmezcla pulsional allí ocurrida. Por ello el Superyó en la neurosis obsesiva es hipersevero.
- El Yo elabora formaciones reactivas de la conciencia moral, la compasión y la limpieza, en obediencia al Superyó
- Continua con el onanismo apuntado a representaciones regresivas
Entonces podemos admitir como un nuevo mecanismo de defensa junto a la
regresión, a la represión. A diferencia de la neurosis obsesiva, en la histeria
el único proceso defensivo es la represión. El Yo se extraña de la moción
pulsional desagradable librada en su curso dentro de lo inconsciente y no
participa en sus posteriores destinos.
La pubertad en el Neurótico Obsesivo
La sublimación de los componentes del erotismo anal desempeña un papel
nítido.
La pubertad introduce un corte tajante en el desarrollo de la neurosis
obsesiva. La organización fálica interrumpida en la infancia, se reinstala
ahora con gran fuerza. Vuelven a despertarse las mociones agresivas iniciales y
las nuevas mociones libidinosas se ven precisadas a marchar por vías de la
regresión y a emerger en condiciones de propósitos agresivos y destructivos.
A consecuencia de este disfraz de las pulsiones eróticas y de las
intensas formaciones reactivas producidas dentro del Yo, la lucha contra la
sexualidad continúa bajo formas éticas.
El Yo se defiende contra las invitaciones crueles y violentas enviadas
desde el Ello a la conciencia.
Así el conflicto se refuerza en 2
direcciones, ambas por la influencia del factor regresivo:
·
Lo que defiende
ha devenido más intolerante
·
Aquello de lo
cual se defiende ha devenido más insoportable.
Si la represión no ha roído el contenido de la moción pulsional
agresiva, ha eliminado en cambio el carácter afectivo que la acompaña. Así la
regresión ya no aparece al Yo como un impulso sino como un contenido de
pensamiento que los deja fríos.
Ocurre que el afecto sale a la luz en otro lugar. El Superyó se
comporta como si no se hubiera producido represión.
El Yo que por una parte se sabe inocente, debe por la otra registrar un
sentimiento de culpa y asumir una responsabilidad que no puede explicarse. Esta
contradicción prueba que por medio de la represión él se ha cerrado frente al
Ello.
Existen neurosis obsesivas sin conciencia de culpa. En estos casos el
Yo se ahorra de percibirla mediante una nueva serie de síntomas, acciones de
penitencias, limitaciones, etc., pero ellos significan al mismo tiempo
satisfacciones de mociones pulsionales masoquistas, que también recibieron un
refuerzo desde la regresión.
La tendencia general de la formación de
síntomas en el caso de la neurosis obsesiva consiste en intentar cada vez mayor espacio para la satisfacción
sustitutiva a expensas de la frustración. Estos mismos síntomas que
originariamente significaban limitaciones del Yo, cobran más tarde el carácter
de satisfacciones y es indiscutible que esta última significación deviene poco
a poco la más eficaz.
Así, el resultado de este proceso es un
Yo extremadamente limitado que se ve obligado a buscar sus satisfacciones en
los síntomas.
La actividad del pensamiento en la
Neurosis Obsesiva
El Yo es el escenario de la formación de síntomas, más que en la
histeria y emplea todos los recursos intelectuales y la actividad de
pensamiento aparece sobreinvestida y erotizada.
Las 2 técnicas de las que se vale el Yo que recaen sobre la esfera
motriz son:
1.
|
Anular lo
acontecido: tiene un gran campo de
aplicación y llega hasta muy atrás. Mediante un simbolismo motor, quiere
hacer desaparecer, no las consecuencias de un suceso sino el suceso mismo.
Se observa este mecanismo en un segundo tiempo,
donde el segundo acto cancela al primero como si nada hubiera ocurrido,
cuando en la realidad afectiva ocurrieron ambos.
El ceremonial de la neurosis obsesiva tiene en el
propósito de anular lo acontecido una segunda raíz:
·
La primera es
prevenir para que no se repita algo determinado. Son medidas precautorias
acordes con la razón.
·
Las
cancelaciones mediante la anulación de lo acontecido son desacordes con la
razón. Es la actitud animista.
|
|
2.
|
Aislamiento: consiste en que tras un suceso desagradable, así
como tras una actividad realizada por el propio enfermo, se interpola una
pausa en la que no está permitido que suceda nada, no se hace ninguna
percepción ni se ejecuta ninguna acción.
Esta vivencia no es olvidada, pero se la despoja de
su afecto y sus vínculos asociativos son sofocados o suspendidos, de manera
que permanece aislada del pensamiento.
El efecto de ese aislamiento es el mismo que
sobreviene a raíz de la represión con amnesia.
En la persona normal, la concentración no sólo
implica mantener alejado lo indiferente, sino sobre todo lo opuesto. En el
neurótico obsesivo, el Yo es más vigilante y son más tajantes los
aislamientos, probablemente a consecuencia de la elevada tensión de conflicto
entre su Superyó y su Ello.
En tanto procura impedir asociaciones y conexiones
de pensamientos, ese Yo obedece a uno de los mandamientos más antiguos de las
neurosis obsesivas que sería el tabú del contacto.
El tabú de contacto es la meta inmediata tanto de
las investiduras de objeto, tierna como de la agresiva.
|
Eros quiere el contacto pues pugna por alcanzar la unión, la
cancelación de los límites espaciales entre él Yo y el objeto amado. Pero
también la destrucción tiene como premisa el contacto corporal.
Tener contacto con una mujer es en el lenguaje usual una sugerencia
para decir que se la aprovechó como objeto sexual.
La neurosis obsesiva persiguió al comienzo el contacto erótico.
El aislamiento es una cancelación de la posibilidad de contacto; un
recurso para sustraer a una cosa del mundo de todo contacto.
INTRODUCCIÓN AL NARCISISMO (1914)
Freud había usado el término narcisismo mucho antes de 1914.
En 1909 declaró que el narcisismo era un estadio intermedio entre
el autoerotismo y el amor de objeto.
El término narcisismo proviene de la descripción clínica para designar “a aquella conducta por la cual un individuo
da a su propio cuerpo un trato parecido
al que daría al cuerpo de un objeto sexual; lo mira, lo acaricia, lo mima,
hasta que alcanza la satisfacción plena”.
En este cuadro el narcisismo cobraría
el significado de una perversión que ha absorbido toda la vida sexual de la
persona.
De la observación clínica resulta que, rasgos aislados de esa conducta aparecen en muchas personas aquejadas de otras perturbaciones; así ocurre entre los homosexuales. A partir de esto surge la conjetura de que la libido narcisista podría tenerse en cuenta dentro del desarrollo sexual regular del hombre.
El narcisismo, en este sentido, no
sería una perversión sino el complemento libidinoso del egoísmo
inherente a la pulsión de autoconservación.
1.
|
Un motivo
esperanzado para considerar la imagen de un narcisismo primario y normal,
surgió a raíz de un intento de incluir bajo la premisa de la teoría de la
libido, el cuadro de la Parafrenia. Los parafrénicos muestran 2 rasgos
fundamentales de carácter:
La libido sustraída del mundo
exterior es conducida al Yo y así surge el narcisismo. A este estado de la
libido debería aplicarse la expresión de “retracción de la libido”.
El delirio de grandeza no es una
creación nueva sino una amplificación y despliegue de un estado que antes
había existido. Así concebimos al narcisismo como replegamiento de las investiduras de objeto, como un narcisismo
secundario que se edifica sobre la base de uno primario, oscurecido por
múltiples influencias.
|
|
2.
|
También
el histérico y el obsesivo han resignado el vínculo con la realidad. Pero el
análisis demuestra que no han cancelado el vínculo erótico con personas o
cosas. Aún lo conservan en sus fantasías. Han sustituido los objetos reales
por objetos imaginarios y por otro
lado han renunciado a emprender acciones motrices que les permita conseguir
sus fines en esos objetos. A este estado de la libido debería aplicarse la
expresión de “introversión de la libido”.
Freud en “El Caso Schreber” (1911) plantea que la retracción de la libido
sexual lleva a la investidura del Yo, y posiblemente por esta vía se produce
el extrañamiento de la realidad.
Él va a estar en desacuerdo con Jung
con respecto al término introversión.
Jung plantea que si se partiese de
esta condición, se obtendría una psicología de un anacoreta ascético y no
de una Parafrenia.
Pero Freud lo que plantea es que un
anacoreta que se esfuerza por distanciar todo rastro de interés sexual, ni
siquiera tiene que presentar una colocación patógena de la libido. Pudo haber
extrañado enteramente de los seres humanos su interés sexual, sublimándolo en
el interés acrecentado por lo divino, lo natural, lo animal, sin que ello le
hiciera caer en una introversión de la libido sobre sus fantasías ni en un
regreso de ella al Yo.
|
|
3.
|
Otro
aporte lo proporciona las observaciones sobre la vida anímica de los niños y
de los pueblos primitivos.
En estos últimos se hallan rasgos que
si se presentaran aislados, podrían imputarse al delirio de grandeza,
caracterizado por la omnipotencia de pensamiento.
Con respecto a los niños, hay una
actitud análoga frente al mundo externo por el animismo.
|
Diferencia entre libido yoica y libido de objeto
Cuanto más gasta una, más se empobrece
la otra.
El estado de enamoramiento aparece como
la fase superior del desarrollo que alcanza la libido de objeto. Se concibe
como una resignación de la personalidad a favor de la investidura de objeto,
distinguiéndose de su opuesto, que sería la introversión en la fantasía.
Al comienzo ambas energías psíquicas
están juntas en el estado de narcisismo y son indiscernibles, y sólo con la
investidura de objeto se vuelve posible diferenciar una energía sexual (la
libido) de una energía de las pulsiones
yoicas.
El supuesto de una separación
originaria entre las pulsiones sexuales y las yoicas se da:
- En primer lugar respondiendo al distingo entre hambre y amor.
- Por consideraciones biológicas, el individuo lleva realmente una existencia doble en cuanto:
·
Es fin para sí mismo
·
Es eslabón dentro de una cadena de la
cual es dependiente contra su voluntad.
3.
Todas nuestras
provisionalidades psicológicas deberán asentarse alguna vez en el terreno de
los sustratos biológicos. La teoría de la libido descansa en bases psicológicas
pero tiene apoyo en lo biológico.
Nos formamos así la idea de una
originaria investidura libidinal del Yo, cedida después a los objetos; pero
ella persiste y es a la investidura de objeto como el cuerpo de una ameba a los
pseudópodos que emite. En esta metáfora no es muy claro definir 2 tipos de
libido, ya que es la misma la que fluye y refluye.
Relación del narcisismo con el
autoerotismo
Es un supuesto necesario que no esté presente desde el comienzo en el
individuo una unidad comparable al Yo.
El Yo es un conjunto de identificaciones armoniosamente catectizadas.
El Yo tiene que ser desarrollado. Ahora bien, las pulsiones autoeróticas son
iniciales, primordiales, por lo tanto, algo tiene que agregarse al autoerotismo,
una nueva función psíquica (el Yo), para que el narcisismo se constituya.
Aproximaciones al conocimiento del
narcisismo
El estudio de la Parafrenia y la Paranoia permiten comprender la
Psicología del Yo.
1.
|
La
influencia de la enfermedad orgánica sobre la distribución de la libido: la persona que sufre un dolor orgánico resigna su
interés por todas las cosas del mundo exterior que no se relacionen con su
sufrimiento. Mientras sufre retira de sus objetos de amor el interés
libidinal sobre su Yo, para luego volver a enviarlas después de curarse.
Libido e interés tienen aquí el mismo destino y
se vuelven otra vez inseparables. El
notorio egoísmo del enfermo los recubre a ambos.
A semejanza de la enfermedad, también el estado del
dormir implica un retiro narcisista de libido sobre la propia persona, más
precisamente sobre el exclusivo deseo
de dormir.
|
|
2.
|
Hipocondría: se exterioriza al igual que la enfermedad orgánica
en sensaciones penosas y dolorosas y coincide también con ella por su efecto
sobre la distribución de la libido. El hipocondríaco retira libido e interés
de los objetos del mundo externo y los concentra sobre el órgano que lo
aqueja. La diferencia con la enfermedad orgánica es que en la hipocondría no
hay un fundamento en alteraciones orgánicas, aunque no ha de faltar la
alteración funcional del órgano.
El modelo que conocemos de un órgano de sensibilidad
dolorosa, que se altera de algún modo y a pesar de ello no está enfermo, son
los genitales en su estado de excitación.
Las zonas erógenas podrían subrogar a los genitales
y comportarse de manera análoga a ellos, por lo tanto se puede considerar a
la erogeneidad como una propiedad general de todos los órganos, y ello
autorizaría a hablar de aumento o disminución en determinada parte del
cuerpo.
La hipocondría es a la Parafrenia lo que las otras
neurosis actuales (neurastenia y de angustia), son a las neurosis de defensa.
Vale decir, depende de la libido yoica así como las otras dependen de la
libido de objeto.
HIPOCONDRÍA
NEUROSIS ACTUALES
PARAFRENIA NEUROSIS DE DEFENSA
La
angustia hipocondríaca sería del lado de la libido yoica.
La contracción de la enfermedad en las neurosis de
transferencia se debe al pasaje de la introversión a la regresión,
conectándose con una estasis de libido de objeto, y esto llevaría a la
aproximación de una estasis de libido yoica vinculándola con los fenómenos de
la hipocondría y la Parafrenia.
Una estasis de libido en el interior del Yo se
sentiría displacentera porque el displacer es la expresión de un aumento de
tensión.
En la Parafrenia la libido liberada por la frustración, no queda anexada a los objetos en la fantasía, sino que se retira sobre el Yo. El delirio de grandeza procura el dominio psíquico equivalente a este volumen de libido.
Esta operación equivale a la introversión de las
neurosis de transferencia, pero provoca la hipocondría de la Parafrenia,
homóloga a la angustia de las neurosis de transferencia. En estas últimas la
angustia puede relevarse a través de una formación reactiva o una fobia, pero
en la Parafrenia no ocurre esto sino que hay un intento de restitución que
serían las manifestaciones patológicas más significativas. (un intento de
conexión con la realidad)
|
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3.
|
La vida
amorosa de los sexos: el niño elige
sus objetos sexuales tomándolos de sus vivencias de satisfacción. Las
primeras satisfacciones autoeróticas son vivenciadas a través de las
funciones vitales que sirven a la autoconservación.
Las pulsiones sexuales se afirman al principio en la
satisfacción de las pulsiones yoicas, y sólo más tarde se independizan de
ellas.
La madre deviene el primer objeto de amor. Frente a
este carácter de elección de objeto, conocida como de apuntalamiento o de tipo
anaclítico hay un segundo tipo de elección donde ciertas personas no
eligen su posterior objeto de amor según el modelo de la madre, sino según el
de su propia persona, típico en perversos y homosexuales.
En realidad todos los seres humanos tenemos abiertos
ambos caminos para la elección de objeto. Tenemos 2 objetos originarios, uno
mismo y la mujer que nos crió, y por ello se presupone que el narcisismo
primario puede expresarse de manera dominante según la elección de objeto.
Generalmente se observan diferencias fundamentales
entre el hombre y la mujer:
|
|
a) En el
hombre: es característico el tipo de apuntalamiento.
Muestra una llamativa sobrestimación sexual que proviene del narcisismo
primario del niño, y así corresponde a la transferencia de ese narcisismo
sobre el objeto sexual.
Tal sobrestimación sexual da lugar al enamoramiento,
estado que le recuerda a la compulsión neurótica y se reconduce a un
empobrecimiento libidinal del Yo en beneficio del objeto.
b) En la mujer: en la pubertad parece sobrevenirle un acrecimiento
del narcisismo primario por el desarrollo de sus órganos sexuales.
Cuando el desarrollo la hace hermosa se aman en rigor a sí mismas con intensidad
pareja a la del hombre que las ama. Su necesidad no se sacia amando sino
siendo amadas.
Para estas mujeres narcisistas hay 2 caminos que las
llevan al pleno amor de objeto:
·
En el hijo que
dan a luz, en el cual se les enfrenta una parte de su cuerpo como un objeto
extraño al que ahora pueden brindar, desde su narcisismo, el pleno amor de
objeto.
·
En las mujeres
que antes de la pubertad se han sentido varones y después que esa aspiración
quedó interrumpida por la maduración de la feminidad, les queda la capacidad
de ansiar un ideal masculino que es en verdad la continuación del ser varonil
que una vez fueron.
Los caminos para la elección de objeto nos sugiere
entonces que:
Se ama
1. Según el tipo narcisista
a) A lo que uno mismo es
b) A lo que uno fue
c) A lo que uno querría ser
d) A la persona que fue parte de sí-mismos
2. Según el tipo de apuntalamiento
a) A la mujer nutricia
b) Al hombre protector
c) A las personas sustitutivas
|
Narcisismo secundario:
es una superestructura para la cual es necesaria la existencia de por lo menos
2 elementos: un narcisismo primario ligado a las pulsiones autoeróticas
iniciales, y la constitución del Yo, ese “nuevo
acto psíquico” indispensable para que el narcisismo secundario se
constituya.
El Yo es ante todo un Yo-cuerpo.El
cuerpo no es sólo un aparato con funciones biológicas sino que también es una
construcción representacional. Es el producto del conjunto de marcas que el
deseo ha impuesto sobre él.
En principio es la madre quien marca,
erotiza, habla, el cuerpo del niño, con su propio deseo. Sólo a partir de allí,
de estos deseos originarios de otro indispensable, se constituye el cuerpo.
Por lo tanto el narcisismo secundario
es:
- El narcisismo observable
- Es válido también para la constitución del cuerpo
- También la realidad se construye, y es un registro secundario a la elaboración psíquica.
Narcisismo primario: si
Freud plantea que “un nuevo acto psíquico
tiene que constituirse”, siendo este nuevo acto psíquico el Yo, sería éste
el espacio en el que el narcisismo se introduciría. Por lo tanto el narcisismo
existente y no perteneciente hasta ese momento al Yo del niño, debe ser un Yo
prestado o recibido pasivamente a manera de herencia. Éste es el narcisismo de
los padres que se vuelca sobre el niño a la espera de que el mismo constituya
el propio.
Así narcisismo primario y autoerotismo son
organizaciones que coexisten en el sujeto por tener diferentes orígenes. El
narcisismo es prestado por los padres, mientras que el autoerotismo es propio
del bebé.
El narcisismo
primario en el niño es más fácil de aprehender por la observación directa.
Si se considera la actitud de los padres tiernos hacia sus hijos, habrá de
discernirla como renacimiento y reproducción de su propio narcisismo.
La sobrestimación gobierna este vínculo
afectivo. Así, prevalece una compulsión a atribuir al niño toda clase de
perfecciones y encubrir y olvidar todos los defectos.
Los padres buscan en sus hijos cumplir
los sueños y los deseos irrealizados propios.
El varón será un gran hombre y un héroe en lugar del padre y la niña se
casará con un príncipe como tardía recompensa para la madre.
Es lo que Freud llama “His Majesty, the Baby”
FEDOR DOSTOIEVSKI Y EL PARRICIDIO (1927-28)
Dostoievski (1821-1881) escritor ruso
El ensayo consta de 2 partes:
- Trata el carácter de Dostoievski en general, su masoquismo, su sentimiento de culpa, sus ataques “epileptoides” y su actitud dual en lo que concierne al Complejo de Edipo.
- Analiza en especial su pasión por el juego.
Dostoievski era el segundo hijo de 7 hermanos. Ingeniero militar hasta
1844, período en el que abandona la
milicia para dedicarse a la literatura.
Era una persona que tenía simpatía por los oprimidos y humillados
sociales, y pasó a formar un grupo político de discusión de asuntos sociales y
políticos.
Cuando el Zar se entera de este grupo, lo disuelve y condena a muerte a
sus integrantes.
Dostoievski pasó por un simulacro de fusilamiento, pero fue perdonado
de la pena de muerte y condenado a 4 años de prisión en Siberia. Éste se salva
por desdecirse de sus ideas.
Luego sale de Siberia y decide convertirse en creyente en vez de formar
un nuevo partido, y por lo tanto cambia sus principios.
Se casa con una viuda con la cual tiene un matrimonio desgraciado; la
mujer tiene un amante que él toleró. A la muerte de su esposa, se casa con una
mujer más joven con quien es más feliz.
Sus obras más conocidas son:
·
“El idiota”
·
“Crimen y Castigo”
·
“Los demonios”
·
“Los hermanos Karamazov”
En la personalidad de Dostoievski se distinguían 4 fachadas:
1.
El poeta, que estaba a la altura de
Shakespeare.
2.
El moralista, donde le da importancia a
considerar al hombre como moral. Pero para Freud, para que un acto sea moral,
debe arrepentirse de los pecados antes de cometerlos, no luego. Freud plantea
que no debe desdecirse después de las ideas sino que hay que renunciar al acto, no como lo hizo él por
conveniencia frente al Zar.
3.
El neurótico, quien tenía un carácter
impulsivo, y era un sometido que estaba siempre en una posición femenina.
·
Primero se
sometió al padre
·
Luego al Zar
·
A la religión
·
A la mujer
soportando a su amante.
4.
El pecador, egoísta, que prefirió luego a
los valientes, intolerante con respecto a sus seres queridos.
En Dostoievski se observan rasgos violentos, asesinos, egoístas, lo que
indica la existencia de tales inclinaciones en su interior; además algún
elemento fáctico de su vida era su manía por el juego y también el abuso sexual
cometido contra una niña inmadura
La contradicción se resuelve comprendiendo que la fortísima pulsión
destructiva de Dostoievski, que fácilmente lo habría convertido en un criminal,
en el curso de su vida, se volvió sobre su propia persona y así se expresó como
masoquismo y sentimiento de culpa. Pero tenía muchos rasgos sádicos que se exteriorizaban en su irritabilidad,
manía martirizadora, intolerancia hacia las personas amadas, etc.
En las pequeñas cosas era sádico hacia fuera, y en las grandes cosas
era sádico hacia adentro, y por lo tanto masoquista.
La neurosis de Dostoievski no es más que una prueba sobre la base de
sus graves ataques, acompañados de pérdida de conciencia. Él se calificó de
epiléptico y por tal lo tuvieron los demás, pero esta epilepsia era sólo un
síntoma de su neurosis, que por tanto, debería clasificarse como “histeroepilepsia”, es decir como una “histeria grave”.
Esta enfermedad le provocaba impredecibles ataques convulsivos, en
apariencia no provocados; alteración en su carácter donde se volvía irritable y
agresivo.
En realidad, las personas aquejadas de epilepsia la vida anímica padece
de una perturbación de afuera, mientras que en la epilepsia de Dostoievski, la
perturbación es expresión de la vida anímica misma.
La hipótesis más probable a la que arribó Freud fue que aquellos
ataques se remontarían muy atrás en la niñez de Dostoievski y primero
estuvieron suplidos por síntomas más benignos, cobrando sólo la forma de
epilepsia sólo después, tras la vivencia atemorizada del asesinato del padre.
Freud encuentra un nexo entre el parricidio de “Los hermanos Karamazov” y
el destino del padre de Dostoievski, en donde hallaría el punto axial de su
neurosis.
El sentido de los ataques de Dostoievski en su juventud, antes de la emergencia
de la “histeroepilepsia” se debía a una intencionalidad de muerte y
consistían en estados de dormir letárgico.
En su juventud solía dejar notas diciendo que temía dormirse de noche y
caer en un estado de muerte aparente, por lo cual rogaba se esperasen 5 días
antes de inhumarlo.
El sentido de esos ataques de muerte significa una identificación con
una persona que todavía no murió y que desea su muerte, y el ataque tiene así
el valor de un castigo. Uno ha deseado la muerte de otro y ahora uno mismo es
ese otro y está muerto. En el caso de los varones, ese otro por regla general
es el padre.
El parricidio es el crimen principal y primordial tanto de la humanidad
como del individuo, y es la principal fuente del sentimiento de culpa.
Complejo de Edipo
La relación del niño con el padre es ambivalente. Junto al odio hacia
el padre como rival ha estado presente cierto grado de ternura.
Ambas actitudes se conjugan en la identificación con el padre, donde
quiere ocupar el lugar de éste porque lo admira y a su
vez quiere eliminarlo.
En cierto momento, el niño comprende que el intento de eliminar al
padre como rival sería castigado mediante la castración y resigna el deseo de
poseer a la madre y de eliminar al padre. Y este deseo inconsciente es el que
forma parte del sentimiento de culpa.
Otra complicación sobreviene cuando el niño se ha moldeado con
intensidad en la bisexualidad. Amenazada la virilidad por la castración, se
fortificará la inclinación a buscar
escapatoria por el lado de la feminidad, a ponerse más en el lugar de la madre
y adoptar un papel femenino. Sólo que la angustia de castración imposibilita
también esta solución. Uno comprende que sería preciso admitir la castración si
quisiera ser amado por el padre como una mujer. Así caen bajo la represión
ambas mociones, odio y enamoramiento.
1.
El odio al padre
es resignado a consecuencia de la angustia frente a un peligro externo, la
castración. Este es un proceso normal
2.
En cambio el
enamoramiento del padre es tratado como un peligro pulsional interior, pero se
remonta igualmente a un peligro exterior. El refuerzo patógeno parece venir
ante la actitud femenina, por lo tanto una fuerte disposición bisexual refuerza
la neurosis.
En Dostoievski puede suponerse con certeza esta última salida, y una de
sus formas posibles de existencia (homosexualidad latente) se muestra:
·
En el valor que
tuvieron para su vida sus amistades con
hombres
·
En su conducta
raramente tierna hacia sus rivales en el amor
·
En su notable
comprensión para situaciones sólo explicables por una homosexualidad reprimida
(como lo atestiguan muchas de sus novelas)
La identificación-padre es acogida en el Yo, pero allí se contrapone
con el Superyó, el heredero del complejo de Edipo. Si el padre fue duro,
violento, cruel, el Superyó toma de él esas cualidades y en su relación con el
Yo vuelve a producirse la pasividad que justamente debía ser reprimida.
El Superyó ha devenido sádico y el Yo masoquista. Dentro del Yo se
genera una gran necesidad de castigo que halla satisfacción en el maltrato por
el Superyó (conciencia de culpa) En efecto, cada castigo es en el fondo la
castración y como tal, el cumplimiento de la vieja actitud pasiva hacia el
padre.
Esta es la fórmula para la personalidad
de Dostoievski = una persona de
disposición bisexual particularmente intensa, que puede defenderse con
particular intensidad de la sumisión de un padre particularmente duro.
Ambos, el Yo y el Superyó, siguen desempeñando el papel del padre.
La fantasía ha devenido realidad, y entonces son reforzadas todas las
medidas de defensa. En adelante, los
ataques cobran carácter epiléptico y
siguen significando la identificación-padre a modo de castigo, pero
también se han vuelto temibles como lo fue la muerte del padre.
Dentro del aura del ataque es evidenciado un momento de dicha suprema
que puede relacionarse con la liberación por la noticia de la muerte, a los que
siguió en el acto el castigo tanto más cruel. Una sucesión de triunfo y duelo
la hemos deducido también entre los hermanos de la horda primitiva.
Teóricamente, en su prisión en Siberia, no tuvo estos ataques y esto se
puede correlacionar con el hecho de haber aceptado el inmerecido castigo del
padre, referido al Zar como sustituto
del castigo que había merecido por sus pecados hacia el padre real. En lugar de
autocastigo se hizo castigar por el subrogado del padre.
Dostoievski determinó también su conducta hacia los otros 2 campos en
que es decisiva la relación con el padre:
1.
Hacia la
autoridad política, donde terminó en total sumisión al Zar
2.
Hacia la fe en
Dios, donde osciló hasta el último instante de su vida entre la fe y el ateísmo. Esperaba
hallar en el ideal de Cristo una salida y una liberación de la culpa.
Época por la manía del juego
Como no es raro que suceda en los neuróticos, el sentimiento de culpa
se había procurado un reemplazo evidente mediante un cúmulo de deudas.
Dostoievski decía que quería conquistarse mediante la ganancia en el
juego la posibilidad de regresar a Rusia. Pero era sólo un pretexto.
Dostoievski sabía que lo principal era el juego en sí y por sí.
Nunca descansaba hasta perderlo todo. El juego era para él también una
vía de autocastigo. De la miseria a la que podía llegar a conquistar
fácilmente, extraía una segunda satisfacción patológica. Podía insultarse,
humillarse ante la esposa e incitarla a despreciarlo, y tras ese alivio de la
conciencia moral, el juego proseguía al día siguiente.
La esposa se acostumbró ese ciclo porque había notado que luego de
perderlo todo, estaba incitado para la producción literaria. Desde luego ella no comprendía los nexos.
Cuando el sentimiento de culpa era satisfecho por los castigos que él mismo se
imponía, cedía su inhibición para el trabajo y se permitía dar algunos pasos
hacia el camino que lo llevaba al éxito.
Relación entre Edipo Rey de Sófocles, Hamblet de Shakespeare y
Los Hermanos
Karamazov de Dostoievski
SEÑORITA ISABEL VON R. (1893)
Freud consideraba este caso como una
histeria, aunque no se hallara en él nada de los signos habituales de las
neurosis. Lo sobrellevaba con la “belle
indifférence” de los histéricos.
Isabel era una dama de 24 años, al momento del tratamiento, que padecía
dolores en las piernas y caminaba mal. Caminaba con la parte superior del
cuerpo inclinada hacia delante, pero sin apoyo
y por otra parte ni siquiera era llamativamente torpe.
Ella se quejaba de grandes dolores al caminar, y de una fatiga que le
sobrevenía muy rápido al hacerlo y al estar de pie. Al poco rato buscaba una
postura de reposo en que los dolores eran menores pero no se ausentaban.
El dolor era de naturaleza imprecisa:
·
Una zona bastante
grande, mal precisada, de la cara anterior del muslo derecho era indicada como
el foco de los dolores.
·
La piel y la
musculatura eran ahí particularmente sensibles a la presión y pellizco.
·
La punción con
agujas se recibía de manera más bien indiferente.
·
Esta misma
hiperalgesia se registraba en casi todo el ámbito de ambas piernas.
·
Los músculos eran
más sensibles que la piel al dolor.
·
Los reflejos eran
de mediana intensidad.
·
No se registraban
todos los síntomas necesarios para suponer una afección orgánica más seria.
¿Por qué se considera que es una histeria?
1.
Era llamativo qué
imprecisas sonaban todas las indicaciones acerca de los caracteres de sus
dolores, considerándola una enferma de gran inteligencia. Un enfermo que padece
de dolores orgánicos, si no sufre de neurosis además de esos dolores, los
describiría con precisión.
2.
Cuando a un
enfermo orgánico o a un neurasténico se le estimula un lugar doloroso, su
fisonomía muestra expresión de desasosiego o dolor físico. Pero cuando se
pellizcaba u oprimía la piel de Isabel, su rostro reproducía una sensación más
de placer que de dolor. Lanzaba unos chillidos, su rostro se enrojecía, echaba
la cabeza hacia atrás, cerraba los ojos, su tronco se arqueaba hacia atrás.
Esto dio pie a que Freud diagnosticara una histeria, y la estimulación
afectaba una zona histerógena. El gesto concordaba con el contenido de los
pensamientos escondidos tras ese dolor y que se despertaban en la enferma
mediante la estimulación de las partes del cuerpo asociadas con ellos.
Era una historia clínica consistente en ligeras conmociones anímicas
que no permitían explicar por qué la paciente debió contraer una histeria, ni
cómo esa histeria hubo de cobrar precisamente la forma de una astasia-abasia.
Se creía que la enferma había establecido una asociación entre sus
impresiones anímicas y los dolores corporales que por azar registrara de manera
simultánea. Pero quedaba sin esclarecer qué motivo habría tenido para esa
sustitución, y en qué momento se había consumado.
Complacencia o facilitación somática.
La dolencia más frecuente
culpable de la sensibilidad difusa y local de los músculos a la presión
es la infiltración reumática de los músculos, el reumatismo muscular crónico
común, cuya disposición colabora para crear el espejismo de una afección
nerviosa.
En Isabel se encontraban muchos tendones duros en las masas musculares.
Lo probable era que hubiera sobrevenido una alteración orgánica de los músculos
en el sentido indicado, en la cual la neurosis se afianzó haciendo aparecer
exageradamente grande su valor.
La terapia partió de la premisa de que se trataba de una enfermedad
mixta.
Métodos utilizados
“La
premisa de todo el trabajo era la posibilidad de que se demostrase un determinismo.”
Cada vez que investigó el determinismo de los síntomas histéricos, no
descubrió una ocasión única, sino un grupo de ocasiones traumáticas semejantes.
En muchos de los casos se pudo
comprobar que el síntoma ya había aparecido por breves lapsos tras el primer
trauma, para retirarse luego, hasta que un siguiente trauma lo volvió a
convocar y lo estabilizó.
Los primeros traumas no habían dejado como secuela síntoma alguno,
mientras que un trauma posterior, de la misma clase provocó un síntoma que no pudo
excluir para su origen de la colaboración de las ocasiones anteriores.
En efecto, como sucedió con Isabel, puede producirse una conversión
también por un afecto recordado. Por lo tanto el dolor somático no fue creado
por la neurosis sino que fue aprovechado por ella, aumentado y conservado.
Siempre había existido desde el comienzo un dolor real, de base orgánica.
Ese dolor originariamente reumático pasó a ser el símbolo mnémico de
sus excitaciones psíquicas dolientes por 2 razones:
a) Porque estuvo presente en la conciencia de manera
aproximadamente simultánea con aquellas excitaciones.
b) Porque se enlazaba de múltiples modos con el contenido
de representaciones de aquella época.
1.
Freud prosiguió
el tratamiento de las piernas con intensas descargas eléctricas
(electroprognosis) con el fin de poder mantenerse en relación con la paciente.
Parecían entusiasmarle los dolorosos golpes de la máquina inductora y cuanto
más intensos eran, más parecían contener sus propio dolores.
2.
Al emprender el
método catártico se preguntó si Isabel conocería el origen de su padecer. Desde el comienzo creyó que
ella era consciente de las razones de su padecer, pero que lo mantenía en
secreto. Luego se dio cuenta que se
equivocó. Utilizó la abreacción que sería la descarga
emocional, por medio de la cual el individuo se libera del afecto ligado al
recuerdo de un acontecimiento traumático, lo que evita que éste se convierta en
patógeno o siga siéndolo. La abreacción es provocada en el curso del
tratamiento, dando lugar a la catarsis; pero también puede producirse en forma
espontánea, separada del trauma inicial.
3.
Renunció a la
hipnosis. Iba penetrando cada vez más a estratos más profundos del recuerdo
aplicando una técnica parecida a la hipnosis.
4.
Al aplicarle el
método del apremio, presionando sus manos sobre la cabeza de Isabel, ésta calló
largo tiempo y luego confesó haber pensado en cierto atardecer en que un joven
la acompañó a la casa después de una reunión social, la conversación que hubo
entre ellos, y las sensaciones con que luego regresó a la casa a cuidar a su
padre.
Historia
Isabel : era a menor de 3 hijas mujeres. Pasó su juventud
con un gran apego a sus padres.
La salud de la madre se debilitó muchas veces a raíz
de una dolencia ocular y estados nerviosos. Por dicho motivo ella se apegó
estrechamente al padre, un hombre alegre y muy inteligente.
Éste solía decir que su hija le sustituía a un hijo
varón y a un amigo con quien podía compartir ideas. La llamaba en broma
“impertinente” y “respondona”, y solía pensar que le costaría conseguir
marido.
Ella estaba muy resentida por su condición de mujer
ya que estaba llena de planes y ambiciones, y se indignaba ante la idea de
tener que sacrificar en un matrimonio sus inclinaciones y su libertad.
|
|
Su padre: padecía una afección cardiaca crónica. Cierto día
lo trajeron a la casa inconsciente tras su primer ataque de edema pulmonar. A
ello siguió el cuidado del enfermo durante 1 ½ año por parte de Isabel, quien
lo asistía durante el día.
|
|
Hermana
mayor: después de 1 año de la muerte
del padre, se casó con un hombre talentoso y trabajador, de buena posición
económica, pero en el círculo de la familia fue el primero que se atrevió a
discutir con la madre de Isabel. Isabel no lo quería por ese motivo, y además
porque se llevó a su hermana a vivir a una lejana ciudad de Austria.
|
|
La segunda
hermana: se caso con un hombre
menos dotado intelectualmente, pero muy cordial con las mujeres de la casa.
Su conducta reconcilió a Isabel con el matrimonio y con la idea de
sacrificios enlazada a ello. Además, ellos permanecieron en las cercanías de
la madre.
Cuando nació el primer hijo de esta pareja, los
problemas oculares de la madre de Isabel se agravaron y debieron operarla, y
Isabel estuvo al cuidado de ella.
|
TRAMA
El comienzo de su afección se enlazó con el episodio del primer ataque
del padre, pues ella pudo recordar que durante los últimos 6 meses de ese
cuidado debió guardar cama por 1 ½ día a causa de aquellos dolores en la pierna
derecha. Estos le pasaron pronto y fue sólo 2 años después de la muerte del
padre cuando se sintió enferma y no pudo caminar a causa de sus dolores. Freud
supuso que aquellos primeros dolores habían sobrevenido sin una relación
psíquica, como afección reumática leve, y hasta pudo averiguar que esa enfermedad
orgánica, el arquetipo de la posterior imitación histérica, debía situarse en
un período anterior a la escena del acompañamiento
En una temporada veraniega los dolores le sobrevinieron por primera vez
con violencia tras un baño caliente que tomó en la casa de salud de ese pequeño
poblado de restablecimiento. Un paseo prolongado fue relacionado luego con la
emergencia de estos dolores.
A partir de ese momento, Isabel fue la enferma de la familia. Debió
retirarse del lugar junto con la madre por sus dolores hacia Gastein, pero 2
semanas después la llamaron porque su hermana del medio estaba en peligro de
muerte.
En la estación ferroviaria tuvo ciertas sospechas que pronosticaban lo
peor, y después, cuando entraron en la habitación de la enferma, la certeza de
que habían llegado demasiado tarde para despedirla viva.
Isabel no sufrió sólo por la muerte de su hermana sino también por los
pensamientos que esa muerte provocó y las alteraciones que trajo consigo. La
hermana había muerto por una afección cardíaca agravada por el embarazo.
El cuñado, inconsolablemente se alejó de la familia de su esposa
Primer Período
Primero utilizó el método hipnótico, junto con la electroprognosis.
Un joven amigo, huérfano, se había apegado mucho a su familia. Era muy
poco mayor que ella y no poseía recursos propios, pero estaba enamorado de
Isabel.
Una noche fue a una reunión social con él y la forzaron a quedarse más
de la cuenta.
Nunca había sentido tanta calidez hacia él como durante su
acompañamiento.
Cuando llegó a la casa, se encontró con que su padre había empeorado y
se reprochó por ofrecerse tanto tiempo a su gusto personal. Esa fue la última
vez que abandonó a su padre. Sólo en raras ocasiones se volvió a ver con el
amigo y tras la muerte de su padre él se alejó por respeto a su dolor y luego
encaminó su vida por otros caminos.
Ese fue su primer fracaso en el amor.
El contraste entre la dicha que se había permitido y la miseria
cuando encontró a su padre empeorado, se halla un primer compromiso. Como
resultado de este conflicto, la representación erótica fue reprimida de la
asociación, y el afecto fue aplicado
para elevar o reanimar un dolor corporal. No
quedó claro si este primer conflicto se presentó una sola vez o
repetidas veces, pero lo más probable es
que haya sucedido más de una vez. Este proceso fue el arquetipo del otro,
posterior, que llevó el estallido de la enfermedad.
Era pues el mecanismo de una conversión con el fin de la defensa.
VS. |
MISERIA
|
CONFLICTO
|
||
DICHA
Por otro lado, otras escenas lo llevaron a la misma conclusión. Isabel
relataba que saltaba de la cama con los pies desnudos en la habitación fría, y
junto a la queja por los dolores en las piernas, estaba la queja por una
martirizadora sensación de frío.
Un segundo conflicto de esta índole se
repitió unos años después. De nuevo un círculo de representaciones
eróticas era el que entraba en conflicto
con todas sus representaciones morales, pues la inclinación recaía sobre su
cuñado y era un pensamiento inaceptable. Este conflicto constituye el punto nodal del historial clínico.
En aquella época la enferma no era claramente consciente de la
inclinación hacia su cuñado, por intensa que ella fuera, salvo en rarísimas
ocasiones. De no haber sido así, habría devenido consciente de la contradicción
entre esa inclinación y sus representaciones morales y por lo tanto sufriría
martirios anímicos como los que padeció durante el análisis.
El amor por su cuñado estaba
presente en su conciencia al modo de un cuerpo extraño, sin que hubiera entrado
en vinculación con el resto de sus representaciones. Había preexistido ese
singular estado de saber y al mismo tiempo no saber con respecto a esa
inclinación, el estado del grupo
psíquico divorciado, un divorcio del libre comercio de pensamiento
asociativo con los restantes contenidos de representaciones.
Este término Freud lo toma de la
hipótesis de Breuer quien planteaba que la sintomatología que presentaba la
histeria se debía a la retención de recuerdos. A esta retención, similar a la
amnesia post-hipnótica, la denominó “estados hipnoides” que serían estado de
conciencia en los cuales las representaciones surgidas en un momento, no se
pueden asociar con otras, quedando como “grupos psíquicos separados” del libre
comercio asociativo.
Durante la reproducción del primer período, Isabel acompañaba sus
relatos con exteriorización de dolores, pero en la época que vivenció esas
impresiones no había registrado dolor alguno.
Se supone que los dolores se generaron con efecto retardado, en un
segundo período, cuando Isabel reprodujo esas impresiones en sus pensamientos.
La conversión no habría seguido a las impresiones frescas, sino al recuerdo de
ellas.
La conclusión a la que arriba Freud, es la siguiente:
1.
Los dolores
histéricos se generaron al mismo tiempo en que se formó aquel grupo psíquico separado. El
mecanismo que utilizó era la conversión, es decir, en lugar de
dolores anímicos emergieron los corporales; así se introdujo la
trasmudación de la que resultó,
como ganancia, que Isabel se haya
desligado de un estado psíquico insoportable, al costo de una anomalía psíquica
y de un padecer corporal.
2.
Isabel oponía una
gran resistencia al intento de establecer la asociación entre el grupo psíquico
separado y sus restantes contenidos de conciencia, y cuando esa reunión se
consumó, sintió un gran dolor psíquico. El motivo de la escisión de la
conciencia era la defensa, la revuelta del Yo a ajustarse con ese grupo de
representaciones.
Este es un proceso que se consuma en un individuo bajo la impulsión del
motivo de la defensa, cuando ese individuo es portador de una tendencia para
ello (facilitación somática)
Lo que se muda en dolor corporal es algo desde lo cual habría podido y
debido devenir dolor anímico. Pero es probable que sólo corresponda a una
conversión incompleta ya que en ciertas oportunidades Isabel comprendía también
conscientemente el amor hacia su cuñado.
Segundo
Período
Fue más fructífero que el anterior.
Isabel ya sabía por qué los dolores partían siempre
del mismo lugar en el muslo derecho. El motivo era que en ese lugar, cada
mañana descansaba la pierna de su padre mientras ella cambiaba las vendas. Así
ofreció la explicación para la génesis de una zona histerógena atípica.
Cada vez que se acercaba a un recuerdo de la época,
comenzaban los dolores, y cuanto más se aproximaba al núcleo esencial, más
profundos eran los dolores, y desaparecían con las últimas palabras
pronunciadas.
En este período de abreacción el estado de Isabel
mejoró de manera llamativa. Pronto llegó a pasar la mayor parte del tiempo sin dolores,
estuvo de acuerdo en caminar mucho y abandonar el aislamiento que hasta
entonces mantenía.
En este período Freud descubrió el modo en que se
genera una histeria monosintomática:
·
La pierna derecha
le dolía en el curso de la hipnosis cuando se trataba de recuerdos del cuidado
del padre enfermo, del trato con aquel amigo de la juventud y otras cosas que
caían dentro del primer período patógeno.
·
Mientras que en
la pierna izquierda le dolía cuando recordaba a su hermana muerta, a los 2
cuñados, es decir, a la segunda mitad de su historia.
Por lo tanto no estaba frente a un síntoma corporal
único que se enlazaba con múltiples complejos mnémicos psíquicos, sino frente a
una multiplicidad de síntomas similares que al
abordaje superficial parecían fusionados en un solo síntoma.
Freud agrupó todas las escenas conectadas con la
impresión dolorosa según que en ellas hubiera estado sentada o de pie. Así, por
ejemplo:
·
“estaba de pie junto a la puerta cuando trajeron a
casa al padre tras sufrir el ataque al corazón”
·
“en su terror, ella quedó de pie como plantificada”
·
Entre las escenas
que en las que recordaba por qué se le
había vuelto doloroso el “caminar”,
resaltó la “la caminata que hizo en aquel
lugar de restablecimiento junto con un grupo de personas”. El cuñado al
principio no quería ir pues prefería permanecer junto a su mujer enferma. Pero
ésta con una mirada lo convenció pues pensaba que ello alegraría a Isabel.
Ambos permanecieron todo el paseo juntos y allí se le hizo hiperpotente el
deseo de poseer a un hombre que se le pareciese.
·
Otra escena que
desempeñó un papel de enlace de los dolores al estar “sentada” fue cuando su
hermana y su cuñado ya habían viajado y ella se encontraba añorante. Se levantó
por la mañana temprano, se dirigió hacia una colina y se sentó sobre una
piedra. Sus pensamientos volvieron a dirigirse a su soledad y el deseo de
llegar a ser tan feliz como su hermana. De esa meditación matinal, volvió con
fuertes dolores y la tarde de ese mismo día tomó el baño tras el cual aquellos
le sobrevinieron de manera definitiva y duradera.
·
Al enterarse que
su hermana estaba moribunda, partió en tren junto con su madre hacia la casa, y los dolores la martirizaban mientras
estaba acostado en el vagón.
·
Otro recuerdo fue
cuando estaba parada enfrente del lecho de muerte de su hermana, y pensó: “ahora él está libre de nuevo y yo puedo
convertirme en su esposa”. En esta oportunidad el deseo fue consciente, por
ello se puede decir que la conversión es incompleta.
·
Un mecanismo
importante que cooperó en la formación de la astasia-abasia fue el sentimiento
de desamparo, la sensación de “no avanzar
un paso”. Ella buscaba una simbolización para sus pensamientos de tinte
dolido. Halló en su enfermedad una expresión somática de su falta de autonomía,
y de que los giros lingüísticos “no
avanzar un paso”, “no tener apoyo”, etc. constituyeron los puentes para ese
nuevo acto de conversión, es decir, conversión por simbolización. (se
diferencia de la conversión por simultaneidad)
De este modo resultaba más fácil encontrar un nexo
entre la astasia-abasia y el primer caso
de conversión en el historial clínico.
Esta astasia no era equiparable sólo a una parálisis funcional
asociativa psíquica, sino también a una parálisis funcional simbólica.
En tanto símbolo, hace presente en la conciencia la
representación ausente por represión. Y si Isabel no caminaba era porque no
podía caminar en ella esa representación intolerante que era el amor hacia su
cuñado.
A estos momentos cabe designar “traumáticos”. En ellos
ha sobrevenido la conversión cuyos resultados son la escisión de la conciencia
y el síntoma histérico
Tercer
Período
Isabel se sentía mejor. Estaba psíquicamente aliviada
pero era evidente que los dolores no habían sido eliminados.
Lo incompleto del éxito terapéutico se correspondía
con lo incompleto del análisis, ya que Isabel no todas las veces estaba
dispuesta a comunicar sus pensamientos, ya sea porque le resultaran demasiado
desagradables o porque no los hallaba valiosos.
Pero una percepción casual aportó un dato
significativo.
Cierta vez, en medio del análisis, el cuñado fue a
buscar a Isabel a terapia. Ella al escuchar su voz, se levantó con la petición
de suspender por ese momento.
Hasta el momento había estado libre de dolores y tras
esa perturbación su gesto y su andar denunciaban la repentina emergencia de
fuertes dolores.
Fue ahí cuando Freud le preguntó por las
circunstancias y causas de la primera emergencia de los dolores, e Isabel se
remontó a la residencia veraniega. Hasta
entonces ella creía ser lo bastante fuerte para prescindir del apoyo de un
hombre, pero un sentimiento de debilidad
se apoderó de ella y también la añoranza de amor, al ver lo bien que se
trataban su cuñado con su hermana, y lo seguro que parecían el uno del otro.
Cuando Freud le resumió a Isabel el estado de la causa
de sus dolores, Isabel volvió a quejarse de dolores crudelísimos y desmintió
cada una de las palabras de Freud.
Para aliviarla le dio la oportunidad de descargarse
por abreacción de esa excitación almacenada desde hacía tanto tiempo.
Allí surgió algo nuevo con respecto a su primer
contacto con el cuñado:
·
En su primera
visita a la casa, éste había creído que Isabel era la novia que le estaba
destinada, y la saludó antes que a las hermanas mayores.
·
Un atardecer
estaban charlando los dos con tanta vivacidad que la hermana de Isabel los
interrumpió diciéndoles “en verdad,
harían muy buena pareja”.
·
En una reunión
social una mujer criticó cierto defecto del cuerpo del cuñado por una
enfermedad que había tenido de chico. La novia permaneció inmutable, pero
Isabel se sobresaltó y defendió la buena
figura de su cuñado con un celo que luego a ella misma le resulto incompresible.
El sentimiento de ternura era de larga data, y por lo
tanto esta abreacción le hizo muy bien.
Luego Freud tuvo una entrevista con la madre para
hablar de los problemas de su hija, y cuando él habló de la relación entre
Isabel y su cuñado, ésta dijo que ya hacía tiempo que había percibido la
inclinación de Isabel hacia él, aunque no sabía que pudiera haberla tenido ya
en vida de su hermana.
Freud le recomendó que hablase con Isabel del tema.
Pasado el verano, pusieron fin al tratamiento. De
nuevo se encontraba mejor, aunque Freud sabía muy bien que el tratamiento no
había sido del todo exitoso.
Algunas semanas después recibió una carta de la madre
de Isabel comunicándole que en el primer intento de hablar con ella sobre sus
sentimientos, ella se rebeló con total indignación y desde entonces sus dolores
se habían vuelto más intensos.
Luego Freud se enteró por el colega que le recomendó a
Isabel, que ella estaba mejor. Ya se comportaba como sana, y que sus dolores le
volvían pero no muy seguido. Según este colega, se la debe considerar como
curada. La relación del cuñado con la familia no había variado, y más tarde,
por su libre inclinación, Isabel se casó con un extraño.
LAS FANTASÍAS HISTÉRICAS Y SU RELACIÓN CON LA BISEXUALIDAD (1908)
Las fantasías, como formaciones
psíquicas en forma de sueños diurnos, se
presentan de manera regular en todas las psiconeurosis, en especial en la
histeria.
Parecen ser enteramente eróticas en las
mujeres, y de naturaleza erótica o ambiciosa en los hombres.
Estas fantasías proporcionan la clave
para entender los sueños nocturnos, el núcleo cuya formación no es otro que estas
fantasías diurnas desfiguradas.
Todos los ataques histéricos
demuestran ser tales sueños diurnos o fantasías, de emergencia
involuntaria.
Estas fantasías tanto conscientes como
inconscientes pueden volverse también patógenas, vale decir, expresarse en síntomas
y ataques.
Las fantasías inconscientes pueden
haberlo sido desde siempre, es decir, haberse formado en el inconsciente, o
bien haber sido fantasías conscientes y luego haber caído en el olvido, cayendo
en lo inconsciente, producto de la represión.
Para toda serie de síntomas histéricos,
las fantasías inconscientes son los estadios previos más próximos. Los síntomas
histéricos no son otra cosa que las fantasías inconscientes figuradas mediante
la “conversión”
y en la medida en que son síntomas somáticos, con mucha frecuencia están
tomados del círculo de las mismas sensaciones sexuales e inervaciones motrices
que originariamente acompañaron a la fantasía.
Se ha descubierto que el contenido de
las fantasías inconscientes de los histéricos se corresponde en todos sus
puntos con las situaciones de satisfacción que los perversos llevan a cabo con
conciencia. Portan el componente sado-masoquista de la pulsión sexual.
El nexo de las fantasías con los
síntomas no es simple sino múltiple y complejo. Por regla general, un síntoma
no corresponde a una única fantasía inconsciente, sino a una multitud de ellas,
no de manera arbitraria sino dentro de la composición sujeta a leyes:
1.
El síntoma
histérico es el símbolo mnémico de ciertas impresiones y vivencias traumáticas
eficaces.
2.
Es el sustituto,
producido mediante la conversión, del retorno asociativo de esas vivencias
traumáticas.
3.
Es expresión de
un cumplimiento de deseo.
4.
Sirve a la
satisfacción sexual y figura una parte de la vida sexual de la persona.
5.
Corresponde al
retorno de una modalidad de satisfacción sexual que fue real en la vida
infantil y desde entonces fue reprimida.
6.
Nace como un
compromiso entre 2 mociones pulsionales o afectivas opuestas. Una moción
libidinosa y una moción represora.
7.
Se le puede
adjudicar la sustitución de diversas mociones inconscientes no sexuales, pero
no puede carecer de un significado sexual.
8.
Un síntoma
histérico es la expresión de una fantasía sexual inconsciente masculina por una
parte, y femenina por la otra.
El significado bisexual de síntomas histéricos es una prueba de que la
posición bisexual se puede comprender con particular nitidez en los neuróticos
por medio del psicoanálisis. Un proceso análogo es la masturbación, donde el
masturbador en sus fantasías concientes intenta compenetrarse empáticamente
tanto con el varón como con la mujer.
Lo mismo se ve en el ataque
histérico cuando con una mano aprieta el vestido contra el vientre (en papel de
mujer) y con la otra intenta arrancarlo (en el papel del hombre)
APRECIACIONES GENERALES SOBRE EL ATAQUE HISTÉRICO (1909)
Los ataques histéricos son fantasías proyectadas sobre la motilidad,
figuradas de una manera pantomímica. Esta figuración mímica ha experimentado
bajo el influjo de la censura, unas desfiguraciones semejantes a la
alucinatoria del sueño.
El ataque histérico se vuelve
incomprensible por el hecho de que en un mismo material se figuran a la vez varias fantasías por vía
de condensación.
Los elementos comunes de las fantasías constituyen, como en el sueño, el núcleo
de la figuración.
Por ejemplo, un abrazo es figurado
echando los miembros superiores hacia atrás formando el aro del círculo.
Otra cosa que se observa en el gran
ataque histérico es la inversión de la secuencia temporal.
La emergencia de los ataques histéricos
obedece a leyes. El complejo reprimido consta de una investidura libidinal y un
contenido de representaciones (fantasías), por lo tanto el ataque puede ser
convocado:
- Asociativamente cuando un anudamiento de la vida consciente se refiere al contenido del complejo, suficientemente investido.
- Orgánicamente cuando por razones somáticas internas y por una influencia psíquica exterior la investidura libidinal supera cierta medida.
- Al servicio de la tendencia primaria como expresión del refugio de la enfermedad cuando la realidad efectiva se vuelve dolorosa o terrible
- Al servicio de las tendencias secundarias con que se ha vinculado la condición patológica, toda vez que mediante la producción del ataque es posible alcanzar un fin útil para el enfermo. El ataque es premeditado hacia ciertas personas y puede ser desplazado en el tiempo hasta que ellas estén presentes y produce la impresión de una simulación consciente.
El ataque está destinado a ser el
sustituto de una satisfacción autoerótica antiguamente ejercida y
desde entonces resignada. En un gran número de casos esta satisfacción retorna
en el ataque mismo.
La pérdida de conciencia o “ausencia”
del ataque histérico, proviene de aquella pasajera pero inequívoca privación de
la conciencia que se registra en al cima
de toda satisfacción sexual intensa (aún autoerótica)
Los llamados “estados hipnoides” tan frecuentes en los histéricos, permiten
comprender ese mismo origen. El mecanismo de tales ausencias es:
- Primero toda la atención se acomoda el curso del proceso-satisfacción, y cuando esta última sobreviene, la investidura de atención íntegra, se cancela. Así se genera un momentáneo vacío de conciencia.
- Luego, esta laguna es ensanchada por la represión hasta que puede recoger todo cuanto la instancia represora arroja de sí.
TÓTEM Y TABÚ (1912-13)
El tabú y la ambivalencia de las mociones de sentimiento
Tabú: se refiere
- Por una parte a lo sagrado, santificado.
- Por otra parte a lo ominoso, peligroso, prohibido, impuro.
Las prohibiciones del tabú son diferentes a las prohibiciones
religiosas o morales. Ellas, prohíben desde ellas mismas, y carecen de fundamentación. Son de origen desconocido,
incomprensible y parecen natural a todos aquellos que están bajo su dominio.
Clases de tabú:
1.
Natural o
directo: es el resultado de una
fuerza misteriosa inherente a una persona o cosa.
2.
Comunicado o
indirecto: puede ser
·
Adquirido
·
Impuesto por un
sacerdote
3.
Tabú situado
entre los otros 2: cuando entran en
cuenta ambos factores, como por ejemplo en la apropiación de una mujer por un
hombre.
Clases de tabú según afecten:
1.
Animales: consiste esencialmente en la prohibición de matarlos
y comerlos y constituye el núcleo del totemismo.
2.
Seres humanos: está restringido a unas condiciones que para la
persona tabú crean una insólita situación vital. Así los adolescentes son tabú
durante ceremonias de iniciación, las mujeres durante la menstruación y un
lapso tras el parto, etc.
3.
Cosas: vestimenta, instrumentos, armas, plantas, casas,
lugares.
Tabúes permanentes y transitorios
1.
Permanentes: sacerdotes, jefes, los muertos
2.
Transitorios: se da en ciertos estados, como la menstruación y
puerperio. También en la condición del guerrero antes y después de su
expedición. En las actividades de la caza y la pesca.
Metas del tabú:
1.
Proteger de
posibles daños a personas importantes (jefes, sacerdotes, reyes)
2.
Poner a salvo a
los débiles (mujeres, niños, hombres comunes) de la fuerza mágica de los
sacerdotes o jefes.
3.
Proteger de
peligros derivados del contacto con cadáveres, el consumo de ciertos alimentos,
etc.
4.
Prevenir
perturbaciones a los actos vitales como el nacimiento, iniciación,
menstruación, etc.
5.
Proteger a los
seres humanos frente al poder o cólera de los dioses o demonios.
Lo contrario de tabú se llama “noa” que significa “ lo acostumbrado o lo común”. Queda sujeto a un tabú lo que por
cualquier causa excita horror o es ominoso.
Originariamente, el castigo por la violación de un tabú se dejaba
librado a un dispositivo interno, de efecto automático. El tabú violado se
vengaba a sí mismo. Así, el inocente infractor, que por ejemplo comió de un
animal prohibido, era presa de una depresión profunda y esperaba su muerte.
En otros casos, la sociedad misma se encargaba del castigo del ofensor
cuyo proceder había puesto en peligro a sus compañeros.
Quien
ha violado un tabú, por ese mismo hecho se vuelve tabú, porque posee la peligrosa aptitud de tentar a otros
para que sigan su ejemplo. Despierta envidia. Es realmente contagioso en la
medida en que todo ejemplo contagia su imitación. Por esa razón es preciso
evitarlo.
Wundt llama tabú al código legal no escrito, más antiguo de la humanidad.
Universalmente se supone que el tabú es más antiguo que los dioses y se remonta a las épocas anteriores a
cualquier religión.
Él lo considera como toda
prohibición cristalizada en los usos y costumbres o en leyes formuladas de
manera expresa, de tocar un objeto, usufructuarlo o emplear ciertas palabras
prohibidas. Así no existiría ningún pueblo, ni ningún estadio cultural que no
estuviera afligido por el tabú.
El mandamiento tácito que hay tras las prohibiciones tabú, las cuales
varían en el tiempo y lugar, es originariamente uno sólo: “Guardarse de la cólera de los demonios”
Freud está en desacuerdo con Wundt. Para Freud, Wundt no desciende hasta las
fuentes de las representaciones del tabú ni muestra sus raíces últimas. Ni la
angustia ni los demonios pueden considerarse en la Psicología como los
elementos últimos que desafiarían toda reconducción posterior. Distinto sería si
los demonios existieran realmente, pero ellos, como los dioses, son creaciones
de las fuerzas anímicas del hombre.
Relación entre la neurosis obsesiva y el
tabú
La neurosis obsesiva es conocida como “la enfermedad de los tabúes”.
La concordancia entre las prohibiciones de la neurosis obsesiva y las
prohibiciones tabú consiste en que:
·
Ambas son
injustificadas y de origen enigmático.
·
Surgieron alguna
vez y provocan una angustia irresistible.
·
No hay necesidad
de amenaza externa de castigo porque existe una conciencia moral interna.
·
La violación conllevaría una desgracia
insoportable.
·
En ambas, la
prohibición rectora y nuclear es el contacto, de allí la designación “angustia de contacto”, no sólo por un
contacto directo sino también por el pensamiento. En la neurosis se trata por
lo general de la prohibición del contacto sexual. En los primitivos es evidente
que no es sólo el contacto sexual sino, más bien, el significado general de agarrar, apoderarse. El
predominio de los componentes sexuales por sobre los sociales es el factor
característico de las neurosis.
- El carácter principal es la conducta ambivalente del individuo hacia un objeto
Es característica de las neurosis obsesivas una gran desplazabilidad de
los objetos tabú, que se propaga de un objeto a otro.
Al igual que las prohibiciones tabú,
las prohibiciones obsesivas sufren una gran renuncia y unas limitaciones para
la vida, pero una parte puede ser cancelada mediante la ejecución de ciertas
acciones. Éstas tienen carácter compulsivo y son ceremoniales y/o rituales de
naturaleza de penitencias, reparaciones,
medidas defensivas, etc. La acción obsesiva es la repetición de lo prohibido.
La conducta ambivalente hace que el
individuo quiera realizar una y otra vez la acción (el contacto) ya que ve en
ella el máximo goce, pero no lo tiene permitido, pero al mismo tiempo aborrece
de la acción. La prohibición es expresa y consciente, en cambio el placer de
contacto es inconsciente. Esta prohibición debe su intensidad al nexo con su
contraparte inconsciente, el placer, que persiste inmutable. El placer
pulsional se desplaza e intenta ganar reemplazos para lo prohibido (objetos y
acciones sustitutivas) Por eso se desplaza y se extiende a las nuevas metas de
la moción desterrada.
Es
una ley de la contracción de
neurosis que esas acciones obsesivas entren cada vez más al servicio de la
pulsión y se aproximen a la acción originariamente prohibida.
El tabú no es una neurosis, sino una
formación social.
De la violación del tabú, los
primitivos temen al castigo, mientras que en la neurosis obsesiva, si el
enfermo ejecuta lo prohibido, tiene miedo al castigo que sufrirá otra persona,
uno de los seres más allegados a él.
El neurótico se comporta en este punto
como un dadivoso, y el primitivo como un egoísta.
a) El trato dispensado a los enemigos
Los salvajes realizaban prácticas de
apaciguamiento frente al enemigo asesinado. Cuando una expedición guerrera
regresaba triunfante con la cabeza de los enemigos abatidos, se ofrecían
sacrificios para apaciguar el alma de ellos. Se ejecutaba una danza en la que
se lamentaba al enemigo caído y se le rogaba perdón.
Otros pueblos hallaron recursos para
convertir en amigos, guardianes y protectores a los enemigos que habían matado.
Nada tiene que ver esto con la ambivalencia, sino que estas prácticas se
refieren al miedo supersticioso de los espíritus de los abatidos.
En la conducta hacia los enemigos se
expresan otras mociones además de las hostiles, como el arrepentimiento, la
estima, la mala conciencia.
Otra práctica era la restricción para
el matador. Al jefe de la expedición le construían una choza especial donde
pasaba unos meses obedeciendo a diversos preceptos purificadores. Durante ese
tiempo no estaba autorizado a ver a su mujer, ni podía alimentarse por sí
mismo, porque todo quien haya dado muerte en combate a un enemigo se volvía
impuro.
b) El tabú de los gobernantes
A los jefes, reyes, sacerdotes, debían
cuidarlos y debían cuidarse de ellos. Estos eran portadores de aquella fuerza
mágica y peligrosa, por lo tanto se evitaba el contacto mediato o inmediato.
Los gobernantes tenían el derecho de
hacer o usufructuar aquello de que los hombres comunes debían abstenerse en
virtud del tabú. Pero en oposición a esa libertad, los restringen otros tabúes
que no oprimen a los individuos comunes.
Estos pueblos también consideraban
necesario vigilar a sus reyes para que empleasen sus virtudes en el sentido correcto. Aquí se
pueden observar sentimientos ambivalentes hacia los gobernantes.
Además de la ternura dominante, existe,
como sucede en la neurosis, una corriente contraria pero inconsciente, de
hostilidad. Y esa hostilidad se denuncia por un aumento hipertrófico de la
ternura, que se exterioriza como un estado de angustia y se vuelve compulsiva
porque de otro modo no podría cumplir su tarea de mantener en la represión a la
corriente contraria inconsciente.
La desconfianza, sería la
exteriorización de la hostilidad inconsciente.
Otro fragmento de la conducta de los
primitivos hacia sus gobernantes que concuerda con la neurosis, se manifiesta
con claridad en el llamado “delirio de
persecución”.
Aquí es exaltada la significación de
una persona determinada y ello con el objeto de imputarle la responsabilidad de
toda contrariedad sufra el enfermo.
En verdad, los salvajes no proceden de
otro modo con sus reyes cuando les atribuyen el poder de la lluvia, el viento,
etc. y luego los degradan o matan si la naturaleza los defrauda.
El arquetipo que el paranoico recrea en
el delirio de persecución, se sitúa en
el vínculo del niño con su padre. En la representación del hijo, por regla
general se atribuye al padre una plenitud de poder como la indicada, y puede
demostrarse que la desconfianza hacia el
padre se enlaza de una manera íntima con su alta estimación. Cuando el
paranoico señala a una persona de su círculo como el perseguidor, con ello la
eleva hasta la serie paterna, la pone en las condiciones que le permiten
hacerla responsable de su desdicha.
c) El tabú de los muertos
Entre los primitivos, una de las más
extrañas, pero también más ilustrativa práctica del tabú en el duelo es la
prohibición de pronunciar el nombre del difunto.
El nombre del muerto, para los
salvajes, era una parte de su persona y se convertía en objeto de tabú. También
al dejar de mencionar el nombre del muerto se deja de tener contacto con él.
Los primitivos tenían miedo a la presencia y al retorno del espíritu del
fallecido y practicaban muchas ceremonias para mantenerlo alejado
Respecto del nombre, y como cabía
esperar, los neuróticos obsesivos se comportan de un modo semejante al de los
salvajes. Muestran evitaciones para pronunciar y escuchar determinadas palabras
y nombres, y del trato que privilegian a su propio nombre derivan un buen
número de inhibiciones a menudo graves. Una de las enfermas de tabú que conoció
Freud, había establecido la evitación de escribir su nombre, por angustia de
que cayera en manos de alguien que así se posesionaría de una parte de su
personalidad.
Cuando una mujer pierde a su marido o a
un familiar querido, no es raro que el doliente se vea aquejado por unas
penosas consideraciones, que se llaman “reproches obsesivos”. Dudan sobre
si ellos mismos no son culpables por descuido o negligencia. Esos reproches
están de alguna manera justificados y sólo por eso son irreductibles a cualquier
objeción.
No es que el doliente fuera de hecho
culpable, pero dentro de él está presente un deseo inconsciente al que no le
descontenta la muerte.
Ahora bien, tras consumada la muerte,
el reproche reacciona contra ese deseo inconsciente, y esa hostilidad
inconsciente escondida tras un tierno amor existe en casi todos los casos de
intenso enlace. El ejemplo clásico es el de la ambivalencia de las mociones de
sentimientos de los seres humanos.
Se llama “proyección” a este
mecanismo de defensa donde el doliente desconoce que haya tenido alguna vez
mociones hostiles hacia el muerto amado. La hostilidad de la que uno nada sabe ni quiere saber, es
arrojada desde la percepción interna hacia el mundo exterior. Así se la
desprende de la persona propia y se la coloca en la otra persona. Este proceso
de proyección hace de los difuntos unos enemigos malignos.
El tabú de los muertos proviene de la
oposición entre el dolor consciente y la satisfacción inconsciente por el
lamentable suceso.
Ahora bien, la proyección no ha sido
creada para la defensa; sobreviene también donde no hay conflicto alguno. La
proyección de percepciones internas
hacia fuera es un mecanismo primitivo al que están sometidas asimismo, por
ejemplo nuestras percepciones sensoriales, y por lo tanto normalmente ha
desempeñado el papel principal en la configuración de nuestro mundo exterior. Y
así, percepciones internas, pensamientos y sentimientos son proyectados hacia
fuera como percepciones sensoriales.
El duelo tiene una tarea psíquica bien precisa que
cumplir. Es el difícil proceso que realiza el yo para elaborar la pérdida de un objeto real o
fantaseado. Está destinado a desprender los recuerdos del muerto y las expectativas del doliente.
Consumado ese trabajo, el dolor cede y
con él el arrepentimiento y los reproches, y por lo tanto también la angustia
por los demonios.
Las personas neuróticas que padecen de
angustia ante los espectros o que la padecieron en la niñez, suelan
relacionarse con el miedo a sus padres.
Naturaleza y génesis de la conciencia moral
- Conciencia moral del tabú: es la forma más antigua. Es la percepción interior de que desestimamos determinadas mociones de deseo existentes en nosotros. Es posible que la conciencia moral nazca sobre la base de una ambivalencia de sentimientos proveniente de las relaciones humanas y que nazca bajo condiciones que se hacen valer en el caso del tabú y de la neurosis obsesiva (lucha de fuerzas contrarias)
- Conciencia de culpa del tabú: es la percepción del juicio adverso interior sobre aquellos actos mediante los cuales hemos consumado determinadas mociones de deseo. Se manifiesta en forma de autorreproches, de ideas obsesivas contra las que el sujeto lucha porque parecen censurables, y por último en forma de vergüenza provocada por las mismas medidas de protección
El tabú es un mandamiento de la conciencia moral, y su violación
origina un horrorizado sentimiento de culpa.
En el carácter del neurótico obsesivo
se destacan rasgos de conciencia
moral como un síntoma reactivo frente a la tentación sujetada en lo
inconsciente, que al agudizarse la condición patológica se desarrollan a partir
de los escrúpulos, la conciencia de culpa.
La conciencia de culpa tiene naturaleza de angustia de la conciencia
moral. La angustia apunta a fuentes inconscientes y la psicología de
las neurosis nos enseña que si unas
mociones de deseo caen bajo la represión, su libido es mudada en angustia.
También en la conciencia de culpa hay algo desconocido e inconsciente, que es
la motivación de la desestimación. A eso desconocido corresponde el carácter
angustioso de la conciencia de culpa.
Freud hace del sentimiento inconsciente de culpa
el principal obstáculo en el camino de la cura psicoanalítica. Esta necesidad de castigo es algo subyacente a toda neurosis. Es el
residuo, lo no resuelto del conflicto edípico, la persistencia de la relación
incestuosa con los primeros objetos generador del malestar en tanto se trata de
un vínculo ambivalente.
Este sentimiento de culpabilidad o necesidad de castigo, es una
consecuencia del pasaje del animal humano desde un supuesto estado natural al
estado de la cultura. Este tránsito implica la pérdida de felicidad y un
aumento de dicho sentimiento. La culpa es lo que aparece en el lugar de un goce
perdido. Como todo displacer neurótico, la culpa mórbida es un placer que no
puede ser sentido como tal.
Existe una concordancia entre las neurosis y las producciones sociales como el arte, la religión y la filosofía, y por otra parte aparecen como unas deformaciones de ellas. La histeria es una caricatura de una creación artística; la neurosis obsesiva de la religión y el delirio paranoico de un sistema filosófico.
Concepción
de Robinson Smith
El clan en ocasiones solemnes, mata cruelmente y
devora crudo a su animal totémico, su sangre, su carne y sus huesos.
Los miembros del linaje se disfrazan asemejándose a su
tótem, imitan sus gritos y movimientos como si quisieran destacar la identidad
entre él y ellos.
Ninguno tiene permitido excluirse de la matanza y del
banquete. Consumada la muerte, el animal es llorado y lamentado, arrancado por
el miedo a una amenaza de represalia, como para sacarse la responsabilidad por
la muerte.
Esto demuestra la esencia de la fiesta. Una fiesta es un
exceso permitido; es la violación solemne de una prohibición, donde se levantan
las restricciones de obediencia y convierte en obligatorio renovar el crimen
del parricidio en el sacrificio del animal totémico. El exceso mismo está en la
esencia de la fiesta.
Los miembros del clan se santifican mediante la comida
del tótem, se refuerza en su identificación con él y entre ellos.
Concepción
psicoanalítica
El animal totémico en realidad es el sustituto del
padre.
La actitud ambivalente de sentimientos que caracteriza
todavía hoy al complejo paterno en los niños y prosigue a menudo en la vida de
los adultos, se extendería también al animal totémico, sustituto del padre.
La horda primitiva darwiniana no deja espacio para los
comienzos del totemismo. Hay ahí un padre violento, celoso, que se reserva
todas las hembras para sí y expulsa a los hijos varones cuando crecen.
Lo que hallamos como la organización más primitiva son
las ligas de varones compuestas por miembros de iguales derechos y sometidos a
las restricciones del sistema totemista,
que heredan por línea materna.
Un día los hermanos mancomunados por sentimientos
hostiles, mataron y devoraron al padre y así pusieron fin a la horda paterna.
Que devoraran al padre muerto era cosa natural para
unos salvajes caníbales. El violento padre primordial era por cierto el
arquetipo envidiado y temido de cada uno de los miembros de hermanos.
En el acto de la devoración, consumaban la
identificación con él. El banquete totémico, tomada como la primera fiesta de
la humanidad, sería la repetición y celebración recordatoria de aquella hazaña
memorable y criminal con la cual tuvieron comienzo tantas cosas, como las
organizaciones sociales, las limitaciones éticas y la religión.
Complejo
paterno
Tótem y Tabú establece que en el Complejo de Edipo se
encuentran las raíces de la moral, la religión y los sentimientos sociales.
Los primitivos odiaban a ese padre que tan gran
obstáculo significaba para su necesidad de poder y sus exigencias sexuales, pero también lo
amaban y admiraban. Tras eliminarlo, tras satisfacer su odio e imponer su deseo de identificarse con
él, forzosamente se abrieron paso las mociones tiernas dominadas. Esta nueva
actitud de sentimientos se vio favorecida por el hecho de que la hazaña no
pudiera satisfacer plenamente a ninguno de quienes la perpetraron. En cierto
sentido había ocurrido en vano. En efecto, ninguno de los hijos varones pudo
abrirse paso en su deseo originario, de ocupar el lugar del padre. Ahora bien,
como sabemos, el fracaso es mucho más favorable que la satisfacción para la
reacción moral.
A partir del arrepentimiento aparece la conciencia
de culpa.
El muerto se volvió aún más fuerte de lo que fuera en
vida. Lo que antes él había impedido con su existencia, ellos mismos se lo
prohibieron ahora en la situación psíquica de “obediencia de efecto retardado”.
Reformaron su hazaña declarando no permitida la muerte del sustituto paterno,
el tótem, y renunciaron a sus frutos denegándose las mujeres liberadas. Desde
la conciencia
de culpa del hijo varón, ellos crearon los 2 tabúes fundamentales del
totemismo que coinciden con los 2 deseos reprimidos del complejo de Edipo.
Estos 2 tabúes no son psicológicamente del mismo
valor:
·
La prohibición
del incesto tenía también un poderoso fundamento práctico. La necesidad sexual
no une a los varones, sino que provoca desavenencias entre ellos. Si eran rivales entre sí respecto de todas
las mujeres, cada uno habría querido tenerlas todas para sí, como el padre, y
en la lucha de todos contra todos se
habría ido a pique la nueva organización. A los hermanos no les quedó otra
opción que instituir la prohibición del incesto, con la cual todos al mismo
tiempo renunciaban a las mujeres por ellos anheladas. Sólo uno, el respeto por
el animal totémico, descansa por entero en motivos de sentimientos.
·
El respeto por el
animal totémico descansa por entero en motivos de sentimientos. A este tabú se
vinculan los títulos del totemismo para ser apreciado como un primer ensayo de
religión. La religión totemista había surgido de la conciencia de culpa de
los hijos varones. Todas las religiones posteriores demuestran ser unos ensayos
de solucionar el mismo problema.
Conclusiones
El mito del Urvater, el padre de la
horda primitiva, intenta dar cuenta de los orígenes de la ley y la cultura.
Este protopadre no es representante de
la ley, sino que ofrece una representación mítica de un supuesto estado
precultural del hombre. Su figura encarna la idea de una satisfacción absoluta.
Si bien impide a los hijos el acceso a las mujeres, esto no implica “prohibición “ sino tan sólo el
ejercicio de su voluntad omnipotente.
La ley y la cultura nacen precisamente
después de la muerte del padre mítico. Los hermanos se hacen iguales entre sí
porque han renunciado a ocupar el lugar del protopadre. Todos se encuentran
marcados por una ley universal que impone la renuncia a ese goce absoluto que
sólo el padre primordial poseía.
Que el Urvater esté muerto significa
que está perdido y con él se pierde el goce que él encarnaba.
La instauración de la cultura implica
una separación violenta con este estado ancestral, en el que los deseos no
conocían las restricciones de la ley.
La situación edípica se ubica en un
plano ontogenético. En contra de la actividad masturbatoria se funda una
amenaza de castración proveniente del mundo exterior, de la realidad. Esta
realidad es una realidad psíquica sustentada en la figura del padre, que impone
la necesaria renuncia a esa tendencia.
El Yo deberá debatirse entre el Ello y
la Realidad.
En la medida en que prevalezca la Realidad, el niño renunciará al objeto
incestuoso y se identificará con el padre en tanto representante de la
realidad. Ésta es una identificación secundaria, posterior a la elección de
objeto. Así se internaliza la instancia prohibitiva la cual funcionará como un
muelle contra el incesto y como representante de la realidad que lo prohíbe.
En este sentido, los términos ley
y realidad
son homólogos. He aquí porque Freud dice que el Superyó es un representante
ante el Yo, del mundo exterior y de los intereses de la cultura, los cuales
imponen la renuncia al incesto por vía de la amenaza de castración y autoridad
paterna.
Sin embargo, esta instancia paterna
prohíbe el incesto con la madre y/o hermana pero también posibilita el acceso a
las otras mujeres. No se agota en la pura prohibición sino que constituye el Ideal del Yo.
Por eso vemos ciertas diferencias entre
el padre edípico y el padre de la horda:
EL PADRE DE LA HORDA |
EL PADRE EDIPICO |
||||
1.
|
Pertenece
al plano filogenético vinculado a lo reprimido primordial y al Ello
|
1.
|
Pertenece
al plano ontogenético y los conflictos vinculados a su figura podrán se
objeto de represión secundaria
|
||
2.
|
Encarna
el goce absoluto (Ello)
|
2.
|
Prohíbe
el goce absoluto (realidad-castración)
|
||
3.
|
No
está sujeto a ninguna ley
|
3.
|
Es
el agente de la ley que prohíbe por un lado pero abre posibilidades por otro
lado
|
||
4.
|
Sirve
de garantía a la ley por su ausencia dado que su presencia implica la
abolición de la ley.
|
4.
|
Garantiza
la ley por su presencia y la ausencia determina el no funcionamiento de la
ley.
|
La Formación del Superyó
El Superyó es el resultado de la introyección de la figura paterna.
En la normalidad, esto sería el abandono y la renuncia de los objetos incestuosos, y la instalación en su lugar del Superyó, que funcionaría como representante internalizado de la realidad y su agente es el padre edípico.
Realidad, padre y autoridad aluden a la castración y la exigencia de la renuncia al
incesto.
La expresión “El Superyó es el heredero del Complejo de Edipo” tiene esta
perspectiva, es decir, a esa parte del Superyó que es el Ideal del Yo.
El mecanismo interviniente es la Identificación
Secundaria, posterior a la elección de objeto y consistente en querer
ser como el objeto en lugar de tenerlo.
La represión misma muestra que las
mociones incestuosas persisten y que no se ha producido un abandono de la
relación de objeto; este vínculo incestuoso perdura enmascarado bajo la
relación que mantiene el Yo con el Superyó. Pero aquí no se trata del Superyó
como representante de la realidad sino como “Abogado
del Ello”. El padre aquí es perverso, atormenta al sujeto, es tentador y
acusador a la vez, es agente de castigo pero de un castigo que nunca llega a
compensar las faltas cometidas, y así la conciencia moral es tan insaciable
como la pulsión.
En el aspecto sádico del Superyó
encontramos la evocación del padre de la horda primitiva.
El mecanismo formador de este Superyó
sádico es la Identificación Primaria, pero como proceso previo a la elección
de objeto.
Es el vínculo preedípico y ambivalente
consistente en la incorporación oral canibalística del objeto, una
identificación primaria con el padre de la prehistoria personal.
Entonces
Todo
lo que tiene lugar en el plano de lo preedípico, las fantasías originarias y
las primeras mociones pulsionales constituye el núcleo de lo inconsciente, lo
reprimido primordial.
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Lo histórico reúne |
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a) El Complejo de Edipob) El Complejo de Castración |
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Esto sería lo narrable, lo que puede acceder a una estructura de relaciones simbólicas. |
Ley el Ey hace muchos años y no lo encontraba a mano en mi biblioteca, me ha encantado encontrar aquí toda una síntesis. Gracias, Maruxa Oñate Español
ResponderEliminarConcretamente acabo de escribir un artículo sobre el Aislamiento base de mi tesis doctora Doña Juana I de Castilla y precisaba todo lo que fuera en el Ey de Aislamiento. No lo encuentro. Buscaré entre mis libros pero yo no recuerdo haber leído algo concreto sobre el aislamiento. Sí puse mucho de Ey por el valor a lo externo pero no recuerdo. De todas formas gracias, Un saludo Maruxa Oñate Español Dra. en Psicología Clínca Correo maruxita@telefonica.net