Psicopatología 3 EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE LOCURA unidad 1

Unidad I 

Evolución del concepto de locura. El estatuto de la locura en Europa: siglos XVI y XVII. La locura en Europa en el siglo XVIII. El nacimiento del asilo (Pinel). El concepto de alienación mental. Clínica sincrónica y clínica diacrónica. Aparición del psicoanálisis y con él el segundo modo de calibración del signo psicopatológico. 

(Bibliografía obligatoria: Fischer H. Conceptos Fundamentales de Psicopatología II, cap. I) 


  • EDAD MEDIA

En este periodo se realizan ocho cruzadas que se extienden a lo largo de casi 200 años. El objetivo era arrancar del poder de los musulmanes los Santos Lugares. Como consecuencia de estas expediciones llegaron a Occidente influencias de la cultura Oriental y con ella la lepra. 

En el imaginario popular, las cruzadas quedaron signadas por las ideas de muerte y enfermedad. La unidad de sentido entre la imagen y su significación presenta en la Edad Media una enorme fuerza. La locura es presentada como el quiebre que dicha unidad sufre a causa de los efectos de un deseo siniestro, de una tentación venida de afuera, de un exterior diabólico. La lepra su castigo. El quiebre de unidad entre imagen y sentido, constituye la locura que toma la forma de la lepra. 

El continuo intercambio guerrero entre Occidente y Oriente hace que esta peste no quede localizada endémicamente en una región, sino que se expanda produciendo epidemias. Hacia el final de la Edad Media existen numerosos leprosarios en Francia, Alemania e Inglaterra. Su función es la confinación de los leprosos, producir su exclusión. Se trata de establecer la distancia óptima entre los leprosos y los otros. No es solo una cuestión de segregación, sino también de salvación, tanto para “los otros: que se libran de su presencia como para los leprosos que pueden existir sin ser molestados. 

La separación establecida es una distancia sagrada. El leproso ha sido castigado por Dios. Por lo tanto, aunque sea bajo esta forma, el leproso es un “tocado de Dios”. 

La locura está emparentada con la exclusión. El personaje en donde se argumenta la locura es el leproso, quien era excluido de lo social. El leprosario es creado para aislarlos del resto de la sociedad. 

Foucault ve en el leproso, por la exclusión, por la segregación, el argumento de la locura. El loco no existe como tal, pero si aparece incorporado a la lepra como un tipo social. Aquel que tenía lepra, si bien padecía su enfermedad y la exclusión, por otro lado tenía ganado el paraíso, ya que sufría en vida el castigo de sus pecados. 

Los leprosarios tenían un valor simbólico. Cuando la lepra deja de ser una epidemia y los leprosarios quedan vacíos, aparece la sífilis. Entonces el leprosario pasa a ser el lugar de confinamiento de los sujetos con enfermedades venéreas. Estos enfermos ocupan ahora para la sociedad el lugar dejado por los leprosos. Luego, en los leprosarios, se van a confinar también a los locos, los vagos, los borrachos. El símbolo era siempre el mismo, la exclusión. 

  • RENACIMIENTO

El fin de las Cruzadas determina la lenta desaparición de la lepra. Se podría arriesgar que al liberarse de tanto terror, la energía psíquica se vuelca en nuevas reflexiones del hombre sobre su ser. Además, en el Renacimiento nace la imprenta, posibilitando que la lectura se instale en la sociedad. Como corolario de este movimiento la locura deja de ser una posibilidad externa, se internaliza. 

Se rompe esa estricta unidad de sentido que caracterizo a la Edad Media. Ahora lo siniestro habita en el hombre y lo temido queda representado por los innumerables fantasmas que pueblan sus sueños y fantasías. Todo hombre en tanto asediado por faltas e insuficiencias, genera en su interior las fantasías que las suplen. Los objetos de la vida terrenal se vuelven tentadores, no porque lo sean en sí mismo, sino porque se asemejan a los deseos que anidan en él. En su propia naturaleza subyace la locura. 

Ahora el loco nos hablara de los dolores y de las miserias del hombre. Por eso nuevamente será confinado. 

En esta época se embarca a los locos en naves que viajan sin destino. Foucault simboliza con “la nave de los locos” la concepción vigente sobre la locura. 

  • PERIODO CLASICO

La locura que con el Renacimiento habla libremente sobre el destino trágico del hombre, se rearticulará de modo diferente bajo el imperio de la razón. 

El pensamiento cartesiano hace de la razón el límite de la existencia de lo humano. Por lo tanto, lo irracional, en tanto sin razón, será inhumano. La locura será inhumana. 

El naciente capitalismo necesita de un nuevo orden social. La razón es concebida según las leyes del mercado. El espíritu racional es el que aprecia las cosas en términos de rendimientos y costos. La larga lista de marginados estaría compuesta por: vagabundos, malvivientes, ociosos, incapaces, alienados. Es decir, aquellos que no solo no tienen un lugar en el nuevo orden social, sino que, a su vez, lo obstaculizan, no rinden beneficios sino costos. El orden de la razón confunde el “desorden social” con el “desorden de la locura”. Lo marginal queda asociado, identificando la alienación a la pobreza y la miseria. 

Los “caídos” del orden, condenados por la moral de la época, pasan a ocupar los leprosarios vacíos. Estos establecimientos se transformaron en verdaderas ciudades dotadas de estructuras semijurídicas. 

Lo que une a todos estos marginales, para que todos puedan recibir el mismo castigo, es la ociosidad, el estar apartados del proceso de producción. 

En tanto condenados moralmente, no eran sujetos pasibles de ser estudiados por el saber-medico. Descartes dirá que son un error de la razón. La moral pasa a ser el sostén ideológico desde donde se valora al internado. Recién durante el siglo XVIII se van a ir recortando de la totalidad de la población de estas instituciones, casas que acogerán a los alienados. 

Este trabajo va preparando el terreno para que hacia fines de ese siglo y durante el XIX, el saber medico penetre en dichos lugares, que ya toman el nombre de hospicios. 

La figura del médico se hace preponderante. El nacimiento de la psiquiatría se produce porque se apuesta a la locura como enfermedad. Y porque el loco ya no “navega errante”, sino que, encerrado, se convierte en material de estudio del saber médico. La locura ancla en el hospicio. 

  • EL SABER PSIQUIATRICO

Bercherie divide la historia de la psiquiatría en dos periodos:

  1. De la clínica sincrónica: primera mitad del siglo pasado
  2. De la clínica diacrítica: segunda mitad del siglo pasado hasta más o menos 1930

Entre ambas se produce un hecho fundamental que posibilita el pasaje: el descubrimiento de la Parálisis General Progresiva, que tiene su causa en la esquiroqueta de la sífilis. 

Clínica Sincrónica

La locura es tomada como un género homogéneo que en su interior contiene especies, es decir, síndromes sincrónicos reunidos alrededor de la manifestación más central de la enfermedad. 

Dentro de este periodo, algunos exponentes más destacados son: Pinel y Esquirol. 

Pinel considera a la alienación mental como una enfermedad en el sentido de las enfermedades orgánicas, una perturbación de las funciones intelectuales. Las ubica en la clase de las neurosis, es decir, de las afecciones del sistema nervioso sin inflamación ni lesión de estructuras. 

En cuanto a la terapéutica, critica a los empíricos y al activismo terapéutico. Plantea la importancia de la institución curativa. La necesidad de aislamiento para que el alienado no esté en contacto con las percepciones que lo enfermaron. La importancia de una disciplina severa y parental, donde la ley es el medico. Por medio de castigos, recompensas y consuelos, el objetivo es subyugar y domar al alienado. Para esto, se lo pone en estrecha dependencia del hombre que, por sus cualidades físicas y morales, sea el adecuado para ejercer sobre el un poder irresistible y para cambiar el circulo vicioso de sus ideas. 

Pinel no duda en mostrar al enfermo una adecuada demostración de fuerza para lograr su objetivo. Pero debe ser tratado con dulzura y comprensión, evitando la violencia y los métodos degradantes. En torno a esto, la historia hizo famosa su orden de liberar de las cadenas a los alienados. 

Esquirol continúa las investigaciones de Pinel. Crea una interesante nosografía, donde consigue separar algunas de las afecciones como la idiotez de la locura. 

Entre estos dos periodos, el descubrimiento del agente causal y de la lesión orgánica que producen, en su faz terminal, ese estado demencial de la sífilis, la PGP, se constituye el paradigma esperado que le permite a la Psiquiatría sacar clara patente de rama de la medicina. 

Una afección psiquiátrica es consecuencia de una lesión orgánica producto de un agente causal específico. 

Clínica Diacrónica

En base a lo anterior, se inaugura el segundo periodo en el cual se toma en cuenta el pasado, presente y futuro de la enfermedad y se atiende al estudio de su etiología. 

La locura no se piensa solo como un género con distintas subespecies, sino que el acento esta puesto en el aislamiento, descripción, clasificación y etiología de las distintas patologías. 

La sexta edición del “Tratado de Psiquiatría” de Kraeplin de 1899, es la base de toda la actual psiquiatría. Esta psiquiatría clásica privilegia el síntoma para llegar al diagnóstico. El delirio se escucha para poder clasificarlo. El decir sinsentido del loco, no tiene valor para el médico. Más bien, las particularidades que hacen a especificidad de cada paciente, son un obstáculo que impide o dificultan un claro diagnóstico. En este sentido se ha dicho que la psiquiatría ha “mirado” a la locura, pero sin escucharla. Este privilegio de la mirada, “cosifico” al loco, transformándolo en algo ubicable en una clasificación. 


  • 1880 – 1890

Debido al fuerte prestigio alcanzado por la psiquiatría y por el médico psiquiatra, se produjo una detención de las investigaciones. En las instituciones para alienados se cristalizo el psiquiatra como el representante de la de la razón frente a la sinrazón del loco, lo que prolongo su aislamiento. Es por ello que las novedades en la historia de la enfermedad mental surgirán por fuera del asilo. 

Durante esta década se dan una serie de rasgos en la medicina psicológica que hacen que el acento se vaya desplazando del ojo al oído como órgano de conocimiento. Es decir, se empieza a privilegiar la escucha. Estos rasgos son:

  1. Interés creciente por la neurosis, por los trabajos de Charcot y por el caso Anna O. de Breuer
  2. Utilización de la hipnosis como método de investigación
  3. Se descubre la acción patógena que ejercen los recuerdos inconscientes
  4. La hipnosis, la sugestión y la catarsis ejercen acción terapéutica. 
  • 1890

En esta década se ubican los trabajos de Freud, que van a dar nacimiento al psicoanálisis. La importancia de este periodo reside en la confirmación del valor de la escucha como herramienta del terapeuta. Y como contracara de la misma, el valor de la palabra del enfermo para su comprensión y cura. 






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