Winnicott "El objeto transicional" (entre otros)
WINNICOTT:
Orientado hacia el psicoanálisis, hacia lo
Icc. Dice que hay una experiencia cultural que no es una zona intermedia entre
le mundo del ser humano y de la realidad.?
Para Winnicott, en momento inicial del
nacimiento, nada se ha separado como no yo, y por lo tanto no existe un
yo. La identificación es el punto de
partida del niño, la evolución, de
este estado de indiferenciación, de la dependencia de la sociedad madre bebé,
se da a partir de una suerte de identificación, sin este estado especial
primero con la madre, el niño no puede salir de su estado original y por lo
tanto se produciría el fracaso en la formación de su self.
Habla de Fenómeno transicional y Objeto
transicional.
Fenómeno transicional, qué es? en donde se
da?, el habla de una zona intermedia entre el yo y la realidad, entre el mundo
del subjetivo y el de la realidad. El
mundo comienza a aparecer alrededor de los 6 u 8 meses.
El espacio transicional se da entre lo que es
él y lo que no es él, que en un primer momento es la madre pero luego no.
La madre primero es un objeto interno, la
tiene que internalizar y es el comienzo de una diferencia entre el bebé y el
mundo, a través de lo que le ofrece para
brindarle una realidad objetiva.
Habla de objetos transicionales por que le
interesa es la realidad.
Winnicott, habla del objeto y fenómeno
transicional y entendiendo al fenómeno transicional como un fenómeno
universal. Los recién nacidos, tienden a
usar el puño, los dedos en la boca en el estadio de la zona oral y satisface
los instintos en esa zona.
A partir de la observación directa de la
primera posesión de no yo, se advierten una secuencia de hechos, como ser
actividades de introducción del puño en la boca por el recién nacido, y que a
la larga lleva al apego a uno osito, una muñeca o un juguete, blanco o duro.
Dice que además de la excitación y
satisfacción autoerótica oral, pueden realizarse otras consideraciones respecto
del objeto:
1) Establece la naturaleza del objeto.
2) La capacidad que tiene el niño para
reconocer a este objeto como un no yo.
3) La ubicación del objeto si está adentro,
afuera, en el límite
4) La capacidad que tiene el niño para crear,
idear, imaginar, producir, originar un objeto.
5) El comienzo de un tipo afectuoso de relación de objeto.
Winnicott, introduce entonces los término
“objetos trancisionales” y “fenómenos transicionales”, para designar una zona
intermedia de experiencia, que está entre el pulgar y el osito, entre el
erotismo oral y la verdadera relación de objeto, entre la actividad creadora
primaria y la proyección de lo que ya se ha introyectado.
Esto es posible, porque el niño como en todo
ser humano existe una actividad creadora primaria y la posibilidad de crear
esta dada por que tiene fantasías, etc.
La proyección de lo que se ha introyectado es
a partir de todos esos objetos que le da
la mamá para que el cree, ya que el ser humano solo puede crear sobre lo ya
creado, solo podemos crear en la proyección, y se proyecta solo lo que se ha
interiorizado, se recrean fantasías, etc., por ej. se proyecta sobre un trapito
con olor especial. Los niños eligen objetos más duros, las niñas objetos más
blandos.
Dice entonces que no solo debemos hablar de
una realidad externa e interna, sino de una tercera zona que seria la zona
intermedia de la experiencia a la cual contribuyen la realidad interior y la
vida exterior. Existe un estado
intermedio entre la incapacidad del bebé para reconocer y aceptar la realidad y
su creciente capacidad para ello, donde entra en juego la ilusión y nos habla
de experiencia ilusoria, como aquella que le permite al niño esa zona
intermedia de la experiencia y lo que en la vida adulta es inherente al arte y
la religión.
Dice que este enfoque tiene que ver con la
primera posesión, y con la zona intermedia entre lo subjetivo y lo que se
percibe en forma objetiva.
Cuando el niño se aferra a un trozo de tela y
succiona o no, cuando arranca lana y la reúne y la usa para acariciarse,
estamos hablando de experiencia funcionales que van acompañadas por la
formación de pensamientos o fantasías. A
todo esto lo llama fenómenos transicionales. Así un puñado de lana o la punta
de un edredón, una palabra o una melodía, llegan a adquirir una importancia
vital para el bebé en el momento de disponerse por ej. a dormir como una
defensa contra la ansiedad, en especial la de tipo depresivo. Puede que el niño haya encontrado algún
objeto blando, o de otra clase, y lo use, y entonces se convierte en lo que
Winnicott, llama objeto transicional.
Este objeto sigue siendo importante.
Los padres llegan a conocer su valor y lo llevan consigo cuando por ej.
viajan. La madre permite que lo ensucie
o que tenga mal olor, pues sabe que si lo lava provoca una ruptura en la
continuidad de la experiencia del bebé, que puede destruir, la significación y
el valor del objeto para el niño.
Los fenómenos transicionales pueden persistir
en la niñez, de modo que el primer objeto blando sigue siendo una necesidad
absoluta por ej. a la hora de acostarse, o en momentos de soledad, o cuando
existe un peligro o se encuentra deprimido.
En estados de plena salud se va a producir una ampliación gradual de la
gama de intereses, y a la larga esa ampliación se mantiene incluso cuando está
cerca la ansiedad depresiva.
No existe una diferencia apreciable entre los
varones y las niñas en su uso de la primera posesión “no-yo”, a la que
denominamos objeto transicional.
A veces no existe un objeto transicional
fuera de la madre misma. (producirá patología)
Luego pasa de esto autoerógeno a jugar con
muñecos, todo lo que la madre pueda ofrecerle.
Winnicott, dice que este pasaje , de este momento a reconocer el objeto
exterior, se va a dar en un intervalo de tiempo y a esto lo va a llamar primera
posesión “no-yo”.
También dice que el jugar tiene un lugar y un
tiempo, para dominar lo que está afuera es preciso hacer cosas, no solo pensar
o desear, y hacer cosas lleva tiempo.
Jugar es hacer
Dice que solo puede crear un objeto
transicional cuando ha introyectado una madre buena (que sostenga, que pueda
adaptarse a las necesidades del niño, se adapta, que es capaz de hacerle sentir
al bebé que vive en un mundo mágico, un mundo del ilusión).
La madre primero tiene que ofrecerle al niño
una mamá mala que también vuelve y que el bebé no se desintegra sino se
integra, siempre y cuando haya un ambiente favorable, que lo atempere que lo
cuide (Para M. Klein, tiene que pasar por la posición depresiva que es
integradora).
Winnicott, dice que si no es suficientemente
buena no puede realizar el pasaje, una madre suficientemente buena, lo debe
ilusionar y desilusionar gradualmente.
El objeto transicional se perderá en la
cultura y se pierde en un mundo mas adulto, el jardín, etc. Estará por ej. en
el juguete que se lleva.
El objeto transicional puede ser la madre
misma, el pecho materno, y puede el bebé no salir de ella, nos encontramos
entonces en la patología.
El objeto transicional tiene que ver con un
objeto fuera del niño, algo que sea de la realidad, por ej. un chupete. Si se queda prendido en el objeto la
patología es el fetichismo.
La ilusión es lo que lo hacer creer que el
pecho es parte de él, y el juego se cumplimenta con que el niño forma parte de
la madre.
Desilusión en el destete es el representante
simbólico de al desilusión, pero no es el real por que puede dejar el pecho por ej. al primer
año pero comenzar la desilusión mucho antes.
La madre suficientemente buena no es la
intelectual, sino la que tiene vocación de alimentarlo , no solo la que le da
los cuidados sino la carne.
El objeto transicional tiene la importancia
de un puente entre el mundo interno y el exterior, y ahí están las máximas
aventuras del ser humano, ahí está el mundo de la ilusión, cuando pasa a la
realidad aparece el yo, el niño entonces ya está desilusionado.
A Winnicott, lo que le interesa es el puente
por que ahí se encontraría la persona en su creatividad, en el arte, la
religión (por que la religión es simbolismo, por ej. la hostia).
El objeto transicional es el objeto concreto
que ofrece la madre, para que el niño lo cree.
El fenómeno transicional tiene que ver con
las ideas, con las fantasías. Por ej. el balbuceo del bebé, cuando escucha sus
ruidos, porque tras eso están las fantasías, que por ej. serán las primeras
notas musicales, Winnicott, dice de acá al arte.
Esto es una defensa contra la ansiedad y la
ansiedad depresiva por ej. los niños suelen cantar solos antes de dormir por
que el dormir les genera angustia.
Características del objeto transicional: es
blando o duro, los padres le dan un valor, permiten que lo ensucie, no lo
lavan para no romper la continuidad de
la experiencia y no romper su significación.
Pauta de los fenómenos transicionales,
empieza del yo, entre los 6 y 8 meses, se puede encontrar en la niñez en los
momentos de soledad.
A veces no existe fuera de la madre misma, y
o puede pasar a los objetos de transición.
Cualidades: debe sobrevivir al amor y al
odio, al bebé le parece que irradia calor, que se mueve, que tiene ...
Su destino, sufrirá una descarga gradual, no
se pierde ni se llora, pierde significación, se va extendiendo a todo el campo
cultural.
Comparación con el objeto interno de M.
Klein: El objeto transicional no es un objeto interno y tampoco un objeto
exterior, es una posesión.
El bebé puede emplear un objeto transicional
cuando el objeto interno está vivo, es real y lo bastante bueno (el objeto malo
y bueno), cuando por frustración pierde significación también el objeto
transicional se vuelve carente de sentido.
El objeto transicional, puede representar el
“pecho externo”, pero en forma indirecta, debido a que representa un pecho
“pecho interno”.
Nunca se encuentra bajo el dominio mágico
como el interno, ni está fuera de ese dominio como ocurre con la madre
verdadera.
El pasaje del tiempo de placer al tiempo de
realidad, solo lo permite una madre lo bastante buena, (depende de la devoción,
no de la inteligencia, o de la ilustración intelectual), que es la que se adapta en un comienzo casi
totalmente a las necesidades del niño, si tiene frío, calor, etc., el niño se podrá adaptarse a la realidad por
que se identifica con ella, y así aprende a adaptarse, también la a madre
suficientemente buena es la que le enseña la capacidad de que tolere la
frustración, del retiro materno.
La madre ofrece al bebé de crearse la ilusión
de que el pecho de la madre es parte de él, la omnipotencia, debe ofrecerle el
dominio mágico, que es un hecho de la experiencia, la tarea será des
ilucionarlo pero no lo va a lograr si al principio no le ofreció la posibilidad
de ilusión.
Entre los medios con que cuenta el bebé para
enfrentar el retiro materno, encontramos:
1-Su experiencia, repetida a menudo, en el
sentido de que la frustración tiene un límite de tiempo. (que debe ser breve al
comienzo).
2-Una creciente percepción del proceso
3-El comienzo de la actividad mental
4-La utilización de satisfacciones autocráticas.
5-El recuerdo, el revivir de experiencias,
las fantasías, los sueños, la integración del pasado, presente y futuro.
Si todo va bien, el bebé puede incluso sacar
provecho de la experiencia de frustración, ya que la adaptación incompleta hace
que los objetos sean reales, es decir odiados tanto como amados.
Objeto transicional: el objeto real que se
crea a partir de lo que le da la madre.
Fenómeno transicional: vivencia con el objeto
transicional que tiene que ver con las fantasías.
Espacio transicional: de superposición entre
la mamá y el bebé, donde la mamá crea la ilusión que ella es parte de él y que
él es parte de ella.
Winnicott, lleva esto a la teoría y habla de
la importancia del juego, y del jugar, hay que diferenciar el uso del juego (de
la terapia infantil), y del jugar como una cosa en si.
Es posible describir una secuencia de
relaciones vinculadas con el proceso de desarrollo y buscar dónde empieza el
jugar.
-El niño y el objeto se encuentran
fusionados. La visión que el primero
tiene del objeto es subjetiva y la madre se orienta a hacer real lo que el niño
está dispuesto a encontrar.
-El objeto es repudiado, reaceptado y
percibido en forma objetiva. Este
complejo proceso depende en gran medida que exista una madre que se encuentre
en un ir y venir que oscila entre ser lo que el niño tiene la capacidad de
encontrar y (alternativamente) ser ella misma, a la espera de que la
encuentren. Si puede representar ese papel durante un tiempo, entonces el niño
vive cierta experiencia de control mágico, experiencia de omnipotencia, en la
descripción de los fenómenos intrapsíquicas.
-La etapa siguiente consiste en encontrarse
solo en presencia de alguien. El niño
juega entonces sobre la base del supuesto de que la persona a quien ama y que
por lo tanto es digna de confianza se encuentra cerca, y que sigue estándolo
cuando se la recuerda.
-Por último el niño se encuentra preparado
para la superposición de dos zonas de juego y disfrutar de ella.
Luego habla de la psicoterapia y dice que
tiene lugar en esa zona de superposición que homologa la relación de la madre
con el niño y es ahí donde estará el paciente y el terapeuta.
La psicoterapia se da en el lugar donde hay
dos personas que juegan juntas y si el paciente no es capaz de jugar debe
generarlo para que pueda hacerlo. “ La psicoterapia se da en la superposición
de dos zonas de juego: las del paciente y la del terapeuta. Está relacionada
con dos personas que juegan juntas. El
corolario de ello es que cuando el juego no es posible, la labor del terapeuta
se orienta a llevar al paciente, de un estado en que no puede jugar a uno en
que le es posible hacerlo.”.
El juego es por si mismo una terapia. Conseguir que los chicos jueguen es ya una
psicoterapia de aplicación inmediata y universal, e incluye el establecimiento
de una actitud social positiva respecto del juego. Cuando los niños juegan debe haber una
persona responsable cerca, pero ello no significa que deba intervenir en el
juego.
Dice que todo lo dicho para la terapia del
niño vale para el adulto que será reemplazado en este caso por las palabras, es
decir se juega en términos de comunicación verbal. Así por ej. el tono de voz,
la elección de las palabras y el sentido del humor forman parte del juego de la
psicoterapia de los adultos.
El juego es una experiencia siempre creadora,
y es una experiencia en el continuo espacio-tiempo, una experiencia básica de
la vida. Su precariedad se debe a que
siempre se desarrolla en el límite teórico entre lo subjetivo y lo que se
percibe de manera objetiva. El juego de
los niños contiene todo.
También dice que el jugar tiene un lugar y un
tiempo, para dominar lo que está afuera es preciso hacer cosas, no solo pensar
o desear, y hacer cosas lleva tiempo.
Jugar es hacer
Para Winnicott, el juego debe ser estudiado
como un tema por si mismo, complementario del concepto de sublimación del
instinto. Esto es diferente a lo que dice M. Klein, que dice que es una actitud
masturbatoria por lo repetitivo, pero Winnicott, dice que cuando el niño juega
falta en esencia el elemento masturbatorio, o en otras palabras: que si la
excitación física o el compromiso instintivo resultan evidentes cuando un chico
juega, en ese caso el juego se detendría por la misma excitación.
Trata de llegar a una nueva formulación del
juego.
Para Winnicott, el juego es por si mismo una
terapia de aplicación inmediata y universal, una experiencia siempre creadora.
La búsqueda de la persona:
En el juego y solo en él, pueden el niño o el
adulto crear y usar toda la personalidad, y el individuo descubre su persona
solo cuando se muestra creador. pensaba
que solo en la relación de la madre y el niño, en la ilusión, se da
la relajación. Pero dice que en la
terapia debe suceder lo mismo, dice que la interpretación debe surgir de un
mundo sin sentido por que cuando el terapeuta quiere encontrar significado, eso
como trabajo será infecundo.
Se va a
referir a los aspectos que hacen posible el relajamiento. En términos de libre asociación, ello
significa que al paciente en el sofá o al niño entre los juguetes, en el suelo,
se les debe permitir que comuniquen una sucesión de ideas pensamientos,
impulsos, sensaciones, que no tienen relación en sí salvo neurológica imposible
de detectar.
Sería a partir de la asociación libre del psicoanálisis, que se
usa para llegar a la interpretación y encontrar nexos.
ERIKSON
Nació en Alemania en 1902, estudió
humanidades y Pedagogía aunque nunca alcanzó el título formal. Se acercó luego al psicoanálisis, adquirió su
formación bajo la influencia de Ana Freud, en Viena. Años más tarde se radica
en EE.UU., donde el nuevo medio social comienza a influir sobre su ideología.
Consagró su trabajo en “Infancia y sociedad” donde expone su tesis de las ocho
edades del hombre, desde el nacimiento hasta su muerte, es decir que continúa
el desarrollo libidinoso propuesto por Freud yendo más allá de la fase genital
y de la resolución del complejo edípico.
Describe una secuencia evolutiva con mojones
específicos, esos mojones o momentos que separan estadios del desarrollo, los
denomina crisis. En la aparición de esos
momentos críticos, participan dos tipos de factores: biológicos (como las fases
del desarrollo de la libido de Freud) y psicosociales (que desempeñan un papel
importante en la medida que el hombre alcanza la juventud, adultez y vejez).
El concepto de Desarrollo de Erikson
Para construir su teoría, se apoya en los
conceptos fundamentales de Freud, pero se aparta del modelo freudiano en tres
áreas:
a) La importancia que le otorga al yo.
Dice que el individuo tiene una capacidad
innata de relacionarse de manera coordinada con el ambiente, y que la función
del yo trasciende los límites de las fases del desarrollo sexual. Reelabora
dichas fases, si bien acepta las motivaciones inconscientes le asigna una mayor
importancia al estudio de los procesos de socialización. Se interesa en la lucha del hombre por
controlar, dominar y vencer su ambiente, le presta menos atención a los
instintos. El yo, para Erikson, es la
síntesis de la experiencia anterior y presente y permite que el hombre reúna
los dos grandes desarrollos evolutivos, su mundo interior y su proyecto social.
b)Plantea la existencia de un complejo social
que se constituye por relación del individuo con sus padres dentro del contexto
familiar y con un medio social más amplio a partir del marco de la herencia
histórico-cultural de la familia. Se
ocupa de la dinámica de la relación entre los integrantes de la familia y su
realidad sociocultural.
c)Así como Freud demostró la existencia del
inconsciente, Erikson intenta demostrar la importancia de los factores sociales
en el desarrollo psicológico. El enfoque
de su teoría parte de la fusión de la psicología freudiana, el desarrollo
infantil, la antropología cultural y la historia. Si bien Erikson toma de Freud la importancia
que este le da al organismo humano, coincidiendo en la existencia de un
organismo cargado de energía sexual. a la que denomina libido, nos va a decir
que esta libido tiene dos inclinaciones que se oponen dinámicamente dando lugar
a dos polaridades básicas:
1) El impulso a vivir de una manera
gratificadora, (que se puede asociar con
Eros).
2) La tendencia a retornar a su punto de
partida, de volver a lo inanimado (podemos homologarlo con tanatos, Erikson así no lo nombra) y es
autodestructivo.
O sea toda la vida, todas las fases del
desarrollo, todas las conductas del hombre
se juegan dentro de estas dos polaridades.
Dice que el recién nacido está dotado
psicológicamente de personalidad, ya que tiene su herencia individual y todas
las posibilidades innatas para su desarrollo individual.
Le otorga singular importancia al ambiente
físico, social, cultural e ideológico en el desarrollo del individuo, así desde
su nacimiento el ambiente puede fortalecerlo o limitarlo.
Considera al desarrollo como un proceso
evolutivo que se basa en una secuencia de hechos biológicos, psicológicos y
sociales experimentados universalmente.
Como psicoanalista sigue la teoría de la
libido pero se aparta de Freud por que incluye en la formación de la
personalidad la influencia del ambiente.
Intervienen en su teoría todo el aspecto de
lo social.
Nos habla de Etapas evolutivas, y cuando
habla de las ocho edades del hombre, habla de un desarrollo donde cada una de
las etapas o por lo menos las cinco primeras, coinciden con el desarrollo
libidinal de Freud, (oral, anal, fálica, genital), son una reformulación y
ampliación del desarrollo psicosexual de Freud.
Estas etapas constituyen fases en constante movimiento, por lo que el
hombre nunca tiene una personalidad, sino que está siempre volviendo a
desarrollarla. La fase se distingue por
su propio tema de desarrollo, por su relación con las fases anteriores y
posteriores y por el papel que desempeña en el plan total del desarrollo.
En c/fase el individuo debe afrontar y
dominar cierto problema fundamental, que es su dilema en ella. A medida que
resuelve el dilema pasa a la fase siguiente. Por lo que el desarrollo es un
proceso continuo donde cada fase tiene la misma jerarquía. Cada etapa sucesiva ofrece la posibilidad de
nuevas soluciones a los problemas previos, y al mismo tiempo existen elementos
de conservadurismo, porque c/adquisición perdura en las fases posteriores.
A la primera fase la designa “Confianza vs. desconfianza básica”, Este es el dilema que el ser humano debe
resolver y comprende el primer año de la vida.
Corresponde a la fase oral del desarrollo libidinal freudiano. Dice que
la demostración de confianza básica que el bebé manifiesta se expresa en la
conducta del bebé ante la alimentación, la profundidad de su sueño,
y a manera de regular el intestino
(como come, duerme y regula el intestino).
Como adquiere el bebé la confianza básica se
desprende de la regulación mutua entre la madre y el bebé, y esta regulación
mutua sirve para contrarrestar el estado de inmadurez del bebé (por ej. a
través del contacto regula la ansiedad del bebé). Es a partir de esas
experiencias que va adquiriendo una sensación de familiaridad hacia las formas
de bienestar y hacia las personas asociadas a ellas.
Habla de las técnicas maternales, para
referirse a los cuidados que ofrece la madre, y que lo ayudan a contrarrestar
su estado de indefensión con el que ha nacido.
Cuando son buenas van a generar un bienestar.
La tarea, el objeto de este momento es
obtener un estado de autoconfianza que implica que el bebé a aprendido a
confiar en la mismidad y continuidad de
sus proveedores externos y que también a desarrollado a partir de esto un
sentimiento interior de sentirse digno de ser amado.
La cantidad de confianza alcanzada por un
niño no depende de la cantidad de cuidados sino de la calidad de los mismos.
Este primer momento evolutivo será la base de
todo el desarrollo, por que cada fase es base para la siguiente.
La cantidad de esta confianza básica surge de
las primeras experiencias y de la cualidad materna filial y esto es la base de
sentimientos de identidad de ser amado (corresponde al primer año de vida y
constituye la base de la identidad), la confianza se adquiere por
identificación.
Cuando esto no ocurre, hay una frustración en
la relación materno filiar aparece la desconfianza en el bebé y la desconfianza
en si mismo.
En el orden social, Erikson relaciona la
confianza básica con la religión, que consiste en entregarse a la protección de
un proveedor que dispensa fortuna terrenal, salud, etc. y demuestra la pequeñez
del hombre.
El otro es
“Autonomía vs. vergüenza y duda” (la vergüenza surge por que el bebé no
está acostumbrado a que lo miren).
La maduración muscular prepara el escenario para dos series de modalidades sociales: aferrar y soltar, que pueden llevar a
actitudes bondadosas u hostiles. Así, por ej. aferrar puede significar dos
cuestiones: retener en forma destructiva y cruel ó puede expresar una actitud
destinada a conservar y proteger. Con soltar sucede lo mismo, por que puede
significar liberación hostil de fuerzas destructivas o dejar crecer.
Esto se va a relacionar con el control llevado a cabo por los padres
sobre el niño en esta etapa, que debe ser tranquilizador (que tiene que ver con
los cuidados y no la dominación) para reforzar la confianza básica y apuntalar
las conductas de autonomía.
En este camino de ser autónomo y elegir por
su cuenta buscará apoderarse de las cosas con actitud exigente o tratará de
eliminarlas empecinadamente.
Así dice Erikson cuando se lo alienta para
pararse en sus pies, deberá protegérselo de los sentimientos de vergüenza y
duda, que no lo logrará por ej. un
control obsesivo de la madre.
La duda aparece cuando se niega la
posibilidad de libre elección, entonces el niño volverá sobre si mismo toda esa
urgencia por discriminar y manipular, se
manipulará a si mismo y llegará a obsesionarse con su propia repetitividad,
controlará el medio ambiente y terminará en una neurosis compulsiva.
La vergüenza es mas fácil de ser absorbida
por la culpa, la vergüenza supone que uno está expuesto y consciente de ser
mirado, el niño no se siente preparado para ello, se expresa en impulsos a
ocultar el rostro, a hundirse en el suelo.
La vergüenza explota el sentimiento de pequeñez, que se desarrolla
cuando el niño es capaz de ponerse de pie y percibir las medidas relativas de
tamaño y poder.
Erikson sostiene que las necesidades del
individuo de que su voluntad esté reafirmada tiene la salvaguardia
institucional en el principio de la ley y el orden.
“Iniciativa
vs. culpa” (corresponde al período de la fase fálica genital). El niño con su creciente capacidad
ambulatoria y motora, explora al mundo en forma activa, la iniciativa aporta a
la autonomía la posibilidad de planear sus acciones (de 3 a 5 años). El
varón va a poner el acento en el ataque y la conquista que es una conducta fálica intrusiva (hacia
el mundo), la niña en cambio estará más dirigida al arrebatar, al atrapar, y también a despertar afecto y seducción. El peligro de esta etapa (clímax de la
sexualidad) es la aparición del sentimiento de culpa con respecto a las metas
planeadas ó actos realizados , y tiene que dejar lo incestuoso para iniciar el
camino de la separación, dejando el apego pregenital a sus padres.
En psicopatología, según Erikson, el
conflicto se expresa en la negación histérica, que provoca la represión del
deseo o la anulación de un órgano mediante la parálisis, la inhibición o la
impotencia o el exhibicionismo sobrecompensatorio.
“Industria vs. Inferioridad”, (corresponde a
la fase escolar y el período de latencia). El niño es ya un progenitor
rudimentario para convertirse en progenitor biológico, y debe comenzar por ser
un trabajador un proveedor potencial.
Con el inicio del período de latencia, el niño sublima la necesidad de
conquistar a las personas mediante el ataque directo o de convertirse en papá y
mamá en forma apresurada: ahora aprende a obtener reconocimiento mediante la
producción de cosas. En este sentido es que empieza siendo un trabajador y no un
proveedor. Es la etapa de la
productividad y comienza con el colegio primario, y el aprendizaje
sistemático, aparece la sublimación,
empieza el trabajo en grupos va al colegio y tiene que resolver, producción, es
el niño que se acerca a las herramientas para poder producir . La libido esta
al servicio del aprendizaje. En el
sentido de la industria se adapta al mundo de las herramientas, la finalidad es
completar una situación productiva (antes no podía). El peligro de esta etapa es que aparezca un
sentimiento de inadecuación o de inferioridad por ej. este sentimiento de
inferioridad hace que no se integre a
los grupos y así renuncia a las identificaciones con los pares y por tanto regresa a la rivalidad edípica
(los celos, la envidia se debe terminar de resolver fuera de la casa).
TEORÍAS DEL JUEGO:
Freud en más allá del principio del placer,
interpreta el juego del niño de 18 meses, se
elabora aparición y retorno de la madre , un
suceso penoso se transforma en juego, lo que se vivía de forma traumática se
elaboraba activamente. Es una actividad
simbólica que permite la identificación a partir del vínculo.
M. Klein, a través del juego se expresan
fantasía y sentimientos. Es una descarga
de fantasías masturbatorias, y además M. Klein se basa en que el jugar responde
a un continuo impulso, es una conducta repetitiva y rítmica. Klein habla también del juego y de las
ansiedades, a través del juego se cambia el dolor por el placer y el niño se
puede sobreponer a situaciones de pérdida.
Pasaje del juego de representaciones hacia
las formas de pensamiento que tiene que ver con el .......
M. Klein habla del juego como diagnóstico y
tratamiento en la teoría psicoanalítica del niño se puede interpretar
significados inconscientes.
Ana Freud habla del juego como parte del
desarrollo del ser humano que va desde el cuerpo hacia los juguetes. Más adelante este desarrollo se dirige desde
el juego al trabajo, el juego es formativo, por eso es importante.
Winnicott habla del objeto y fenómeno
transicional, del espacio potencial, que es el espacio de superposición ente la
madre y el bebé donde se crea la ilusión.
Para Winnicott, esto es importante, el jugar
es terapéutico por si mismo.
Erikson, considera al juego como una
actividad creativa y autocreativa por que se elaboran dificultades y hay que
tener en cuenta la importancia sociocultural en el desarrollo sociocultural y
está en la posibilidad que la madre le da al niño de introducirlo en lo
sociocultural.
Piaget dice que el juego tiene una evolución
que va desde el ejercicio inicial psicomotriz, pasando por los juegos
simbólicos hasta los juegos reglados propios lógicos de la lógica operativa
(completar del apunte que entregó la profesora).
LA PRIMERA SUBFASE: LA DIFERENCIACIÓN Y EL DESARROLLO DE LA IMAGEN CORPORAL (CAP. 4)
1- ¿A que edad corresponde y que la
caracteriza?
Comienza alrededor de los 4 ó 5 meses de
edad, en el apogeo de la simbiosis, donde aparecen fenómenos conductuales que
parecen indicar el comienzo de la primera subfase de separación-individuación,
que es la diferenciación, ( a partir
de la actividad del pre yo, que Spitz describió como receptividad cenestésica),
el niño se ha familiarizado con la mitad maternante de su yo simbiótico, como
lo indica la sonrisa social no específica.
2-Qué cambios se producen en la sonrisa del
infante y que señala?
La sonrisa social específica se transforma
gradualmente en la respuesta específica, de sonrisa a la madre, que es el signo
crucial de que se ha establecido un vínculo específico entre el infante y su
madre.
3-¿Qué características tiene este comienzo de
la diferenciación respecto de los objetos trancisionales y del si mismo?
La capacidad de distinguir objetos se
desarrolla más rápidamente que la de distinguir al “sí mismo” de los
objetos.
Se puede observar el amoldamiento del infante
al cuerpo de la madre y como se distancia de él con su tronco, se puede ver
como siente su propio cuerpo y el de su madre y observar como maneja objetos
transicionales.
Se acentúa la importancia del tacto en el
proceso de formación de límites, así como la importancia de la libidinización
del cuerpo del infante por la madre.
La aproximación a un sentimiento de unidad
por el repetido contacto con la calidez corporal de la madre, representa un
grado relativamente pequeño de diferencia de temperatura, textura, olor, etc..
Probablemente estas diferencias pequeñas pueden ser fácilmente asimiladas por
los esquemas sensoriomotores del niño.
Se produce entonces el placer interno debido
al seguro anclaje dentro de la órbita simbiótica continúa y el placer que
produce la percepción sensorial externa (el mirar, el escuchar hacia afuera,
etc.) en progresiva maduración y estimula la catexia de la atención dirigida al
exterior.
El resultado de un estado simbiótico óptimo,
a partir del cual puede ocurrir una lenta y suave diferenciación y expansión
más allá de la órbita simbiótica.
4- ¿Qué indica la ruptura del cascarón?
El proceso de ruptura del cascarón es una
evolución ontogenética gradual del sensorio (sistema perceptual consciente),
que permite al infante tener un sensorio más permanentemente alerta cuando está
despierto.
Es decir que la atención del infante, durante
los primeros meses de la simbiosis se dirigía en gran parte hacia adentro,
dentro de la órbita simbiótica, se expande gradualmente con el advenimiento de
la actividad perceptual dirigida hacia el exterior, durante los crecientes
períodos de vigilia del niño. Esta atención se va combinando gradualmente con
los crecientes recuerdos de idas y venidas de la madre de experiencias buenas y
malas.
5-¿Qué conductas acompañan al intento de
separación-individuación? ¿edad?
Durante la subfase de diferenciación se puede
reconocer una cierta apariencia nueva de alerta, insistencia y orientación
hacia fines, que son una manifestación conductual de “ruptura del cascarón”
El sensorio del niño está más permanentemente alerta cuando
está en estado de vigilia.
A los 6 meses, comienzan los intentos de
experimentar con la separación - individuación.
Esto puede observarse en conductas del infante como tirar del cabello,
de las orejas o de la nariz de la madre, poner comida en la boca de la madre y
poner el cuerpo tenso para apartarse de ella y poder contemplarla mejor, para escudriñarla a ella y al ambiente.
A los 6 ó 7 meses ocurre el apogeo de la exploración
manual, táctil y visual del rostro de la madre y de las distintas partes de la
madre, en estas semanas el infante descubre con fascinación un broche, un par
de aros, de anteojos, etc. también pueden ocurrir juegos de escondidas donde el
niño tienen aún un rol pasivo.
6-Concepto de objeto transicional
Greenacre: toma lo dicho por Winnicott, el
objeto transiciones es un monumento a la necesidad del contacto con el cuerpo
de la madre, que se expresa en la insistente preferencia del infante por un
objeto que es siempre el mismo, blando, flexible, cálido al tacto, pero
especialmente de que esté saturado por olores corporales, ese objeto sustituye
el pecho ó el cuello blando de la madre.
7- ¿Qué significa la pauta visual de
“verificación de la madre”?
Durante los 7 u 8 meses, la pauta visual de
“verificación de la madre”, es el signo más importante y bastante regular del comienzo de la
diferenciación somato - psíquica. Parece ser la pauta normal más importante de
desarrollo cognitivo y emocional.
Comienza con un prolijo examen comparativo,
se interesa por la madre y parece compararla con “otro”, compara lo no familiar
con lo familiar, además estudia a la madre en tanto madre, un prendedor, los
anteojos, etc. Este aprendizaje que
realiza de ella, y su consecuencias da lugar a lo que se conoce como” ansiedad
ante los extraños”, donde uno de los principales rasgos es la curiosidad de los
infantes de averiguar acerca “del extraño”, tan pronto como este desviaba su
mirada.
8-Importancia del tacto y de la visión (según
Greenacre)
Greenacre dice, que la visión no es solo un
elemento accesorio sino indispensable en el establecimiento de la confluencia
de la superficie corporal y en la promoción de la conciencia de delimitación
del yo respecto del no-yo.
El tacto y la captación de las distintas
partes del cuerpo con los ojos (visión), ayuda a esbozar una imagen de conjunto
del cuerpo, que está más allá del nivel de la mera conciencia sensorial
inmediata.
(Es durante la primera subfase de la
separación-individuación cuando todos los infantes, hacen sus primeros intentos
de ruptura, A todos les gusta aventurarse y permanecer a corta distancia de los
protectores brazos de la madre, tan pronto como su motricidad les permite
hacerlo, tratan de deslizarse del regazo materno, pero tienden a quedarse lo
más cerca posible de los pies de esta, gateando y jugando.)
Inspección de aduana: término aplicado a la
actividad exploratoria visual y táctil muy prolija que efectúa el infante en la
etapa de diferenciación.
9-Importancia de la exploración que hace de
su madre.
Una vez que el infante ha llegado a
individualizarse lo suficiente como para reconocer el rostro de su madre
(visual y tactilmente y de otros modos), y una vez que se familiariza con la
modalidad y la manera de “sentir” en general de su partícipe en la díada
simbiótica, esto se aplica luego a una prolongada exploración visual y táctil
del estudio de los rostros y la gestalt
de otros. Parece estar comparando y
controlando, los rasgos de los rostros extraños con el de su madre y también
con las imágenes internas que pueda tener de ella.
En los niños en que han tenido una fase
simbiótica óptima y en los que prevaleció una “expectativa confiada”, la
curiosidad y el asombro predominan en este examen.
Este fenómeno constituye un aspecto
importante de la evaluación del objeto libidinal, de la socialización y del
primer paso hacia la constancia emocional del objeto.
10-¿ De que antecedentes depende que esta
fase produzca curiosidad o ansiedad ante los extraños?
De como disfrutaron la fase simbiótica (ver pag. 69-70-71)
11- La
confianza básica ó su ausencia ¿Qué ocurrencias acarrean?
En los casos en que la confianza básica no ha
sido óptima puede ocurrir un cambio abrupto que produce una aguda ansiedad ante
los extraños
12- ¿Qué consecuencias puede traer una “ruptura del cascarón demorada o
prematura”
En casos en que los procesos simbióticos , la
creación de la membrana protectora común de la unidad dual, se han visto
demorados ó perturbados, el proceso de diferenciación parece retrasarse ó
anticiparse. Así por ej. un niño que recibió insuficiente abastecimiento
simbiótico, prolongó aparentemente el período de simbiosis. En cambio otro niño que tuvo una relación
simbiótica intensa pero incómoda, comenzó a romper el cascarón precozmente.,
entrando con rapidez a la etapa de diferenciación, pero desarrolló una fuerte
reacción ante extraños y ansiedad ante extraños , como si la fase simbiótica
insatisfactoria le hubiera impedido acumular una reserva suficiente de
confianza básica.
LA SEGUNDA SUBFASE: EJERCITACIÓN LOCOMOTRIZ (CAPITULO 5)
1-¿Que períodos incluye y características?
La subfase de diferenciación se superpone con
el período de ejercitación locomotriz.
Al período de ejercitación lo podemos dividir
en dos partes:
* -La primera fase de ejercitación: en la
cual el infante comienza alejarse de su madre gateando, haciendo pinitos,
trepando y poniéndose de pie, pero aún agarrado y,
* -El período de ejercitación propiamente
dicho: caracterizado por la locomoción vertical libre.
2-¿Que desarrollos intervienen en los
progresos hacia la separación e individuación?
Al menos tres desarrollos interrelacionados
contribuyen a que haga sus primeros progresos hacia la conciencia de separación
y hacia la individuación.
Estos son: * La rápida diferenciación
corporal de la madre. *El establecimiento de un vínculo específico con ella y
*El desarrollo y funcionamiento de los aparatos autónomos del yo en estrecha
proximidad con la madre.
3-¿Qué conductas aparecen en el período de
ejercitación y que consecuencias tiene?
El interés del infante por su madre se
extiende a los objetos inanimados, al comienzo provistos por ésta, una frazada,
un pañal, un juguete que ella le ofrece, el biberón. El infante explora estos objetos visualmente
e investiga su gusto, textura y olor con sus órganos percepuales de contacto,
particularmente con la boca y las manos.
Alguno de estos objetos podrá transformarse en objeto transicional.
4-¿Para que sirven las exploraciones
tempranas?
Las exploraciones tempranas sirven a los
fines de:
*de establecer familiaridad con un segmento
más amplio del mundo.
*Percibir, reconocer y gozar de la madre
desde mayor distancia.
Se pudo descubrir que los niños que tenían el
mejor “contacto a distancia” con la madre eran los que se aventuraban a
alejarse más de ella. En casos en que
había demasiado conflicto por el proceso de separación o demasiada resistencia
a abandonar la cercanía, los niños mostraban menos placer durante este período.
5-¿Cómo se presenta el mundo exterior, que
significación tiene para el infante el reabastecimiento emocional?
Los niños retornan a sus madres de tiempo en
tiempo para lograr el reabastecimiento emocional. Cuando estas están
emocionalmente disponibles para el mismo, de acuerdo a las necesidades de los
niños, les proporcionan el tipo de apoyo maternal necesario para el
desenvolvimiento óptimo de las funciones del yo.
La distancia óptima, en esta subfase temprana
de ejercitación locomotriz, le permite al gateador realizar actividades a
cierta distancia física de su madre. Sin
embargo durante la subfase de ejercitación la madre es siempre necesaria como
punto estable , como “base de operaciones”
que satisface la necesidad de reabastecimiento mediante contacto
físico. Así se observaron por ej. a
infantes de 7 a 10 meses que gateaban o hacían rápidos pinitos hacia la madre, parándose agarrados a las piernas
de ésta, tocándola de otras maneras o simplemente apoyándose contra ella. A este fenómeno Furer lo llamó
“reabastecimiento o recarga emocional”.
El fenómeno de reabastecimiento parece pasar
por diferentes estadíos tiene
modalidades distintas para cada niño y según parece se relacionan con la
modalidad preferida de la madre.
Por ej. una madre que daba gran valor al
funcionamiento independiente, lograba particular eficacia mantener contacto con
su niño reabasteciéndolo a distancia.
Esta madre raramente se levantaba de la silla, donde estaba
confortablemente sentada repasando la ropa de la familia y charlando con otras
madres. Parecía constantemente sintonizada con las necesidades de su hijito aún
a distancia.
6- ¿ Cual es el
principal rasgo de esta subfase?
El rasgo principal de esta subfase, es el
gozoso investimiento en el ejercicio de las funciones autónomas, especialmente
la movilidad, hasta la casi total exclusión de un evidente interés en la madre
en algunos momentos. Es esto y no el
desarrollo de las habilidades motrices por sí mismo, lo que caracteriza a la
subfase normal de ejercitación.
7-¿ Qué ocurre aquí con
la ansiedad de separación?
Durante la primera subfase de ejercitación,
luego del tira y afloja inicial para separarse de la madre y acceder al mundo
exterior, la mayoría de los niños parecían pasar por un breve período de
aumento de la ansiedad de separación. El
hecho de que fueran capaces de alejarse e independizarse de la madre y de
seguir sin embargo conectados con ella (no físicamente, sino desde las
modalidades de distancia consistentes en ver y oír), hacía que el uso logrado
de estas modalidades de distancia resultara extraordinariamente importante por
un tiempo.
A los niños no les gustaba perder de vista a
la madre, podían quedarse mirando tristemente la silla vacía de ésta, o hacia
la puerta por la cual ellas se había ido.
8-¿Cuál es la meta de las funciones
autónomas?
Con el estímulo de las funciones autónomas,
tales como la cognición, pero especialmente la locomoción vertical, comienza el “idilio con el
mundo. El deambulador da el paso máximo
en la individuación humana. Camina
libremente en postura vertical, cambiando el plano de su visión, desde una
posición estratégica nueva descubre perspectivas, placeres y frustraciones
inesperados y cambiantes.
9- Papel del narcisismo y su significación.
Durante estos meses la catexia libidinal se
desplaza y pasa al servicio del yo
autónomo en rápido desarrollo y de sus funciones, y el niño parece embriagado
por sus propias facultades y por la magnitud de su propio mundo.
El narcisismo alcanza su nivel máximo.
Comienza un investimiento libidinal en continua progresión que se aplica a las
habilidades motrices de la ejercitación y a la exploración del ambiente que se
va ampliando, tanto en el mundo humano como el inanimado.
10- ¿Cual es el rasgo esencial de esta
subfase?
La principal característica de este período
de ejercitación es el gran investimiento narcisístico del niño en sus propias
funciones, su propio cuerpo, y los objetos y objetivos de su “realidad de
expansión” . Junto con esto vemos una
gran impermeabilidad a los golpes y caídas y demás frustraciones, tales como el
arrebatamiento de un juguete por otro niño.
El niño se concentra en la ejercitación y
dominio de sus propias habilidades y capacidades autónomas. Sus propias habilidades lo regocijan está
casi enamorado del mundo y de su propia omnipotencia.
11-Consecuencias de la distancia óptima.
12-¿ Qué posibilidades le da al infante la
locomoción vertical libre?
La marcha proporciona al deambulador un
enorme aumento de descubrimientos y pruebas de realidad del mundo mediante su
propio control y dominio mágico. Greenacre dice que a la oleada de regocijo
corporal la acompañan el logro de la posición vertical y de la marcha.
El niño descubre su pene, luego de asumir la
posición vertical, el niño puede ver su pene “desde más ángulos y posiciones
que antes, y el acrecentado interés por la micción le agrega un mayor estímulo
e importancia como parte del cuerpo”.
13- ¿Qué logros psíquicos ocasiona esta
adquisición?
Tanto en niños como en niñas, en el mies
mismo que sigue al logro de la locomoción activa libre, la afirmación de la
individualidad avanzaba a pasos agigantados.
Esto parece ser el primer gran paso hacia la formación de la identidad.
14-Qué cambios se producen en el vínculo con
la madre?
La renuncia de la madre a la posesión del
cuerpo del infante, que en este período es en su mayor parte automática.
15-Significado simbólico de la marcha en la
madre y el niño
La marcha parece tener un gran significado
simbólico tanto para la madre como para el deambulador: es como si el
deambulador que camina solo hubiera demostrado, al lograr la locomoción
vertical independiente, que ya puede incorporarse con derecho al mundo de seres
humanos independientes.
La expectación y confianza que la madre
trasunta cuando siente que su hijo es capaz de “lograrlo” ahí afuera, parece
ser un importante desencadenaste del sentimiento de seguridad de si mismo que
experimenta el niño, y quizás también el aliento inicial que lo impulsa a
intercambiar parte de su omnipotencia mágica por el placer de la propia
autonomía y de s creciente autoestima.
16-Significado de la bajada de tono,
situación en que se produce y aspectos que recrea en el infante.
La bajada de tono se produce cuando el
infante se da cuenta de que su madre no está en la habitación y si bien antes
eran impermeables a los golpes y caídas, en estas oportunidades, disminuía su
movilidad gestual y de actuación, se reducía su interés en el ambiente, y
parecían estar preocupados con una atención concentrada hacia adentro, como
evocando imágenes.
Las inferencias de la bajada de tono derivan
de:
* si una persona no era la madre trataba
activamente de consolar al niño, este perdía su equilibrio emocional y rompía a llorar.
* el estado de “bajada de tono” del niño
terminaba visiblemente en el momento de su reencuentro con la madre que había
estado ausente por un breve lapso, aunque a veces no antes de que su corto
llanto liberara la tensión acumulada.
En los niños la bajada de tono y la evocación
de la imagen de la madre, recuerda una depresión analítica en miniatura.
Algunos niños parecían muy abrumados por el
temor de la pérdida de objeto de modo que el estado afectivo de añoranza se
transformaba en llanto desesperado. La
individuación, aún no acompaña a su estímulo maduracional de locomoción.
LA TERCERA SUBFASE: ACERCAMIENTO REACERCAMIENTO) (CAPITULO 6)
Con la adquisición de la locomoción vertical
libre y con el comienzo de la inteligencia representacional (que culminará con
el juego simbólico-Piaget), el ser humano ha emergido como una persona separada
y autónoma. Estos dos poderosos organizadores (Spitz) dan lugar al nacimiento
psicológico. En este estadío final del
proceso de “ruptura del cascarón”, el deambulador alcanza el primer nivel de
identidad, es decir llega a constituir una entidad individual separada.
En la mitad del segundo año de vida el
infante se ha transformado en un deambulador, pero se vuelve cada vez más
consciente de su separación física, y también hay una notable disminución de su
impermeabilidad previa a la frustración.
Puede observarse entonces un aumento de la
ansiedad de separación, que al comienzo consiste sobre todo en temor a la
pérdida de objeto. La falta de interés
por la presencia de la madre, característica de la subfase de ejercitación, es
reemplazada ahora por su interés casi constante en determinar dónde está la
madre, y por una conducta activa de acercamiento.
A medida que se desarrolla la conciencia de
separación del deambulador, de alejarse físicamente de su madre, éste parece
tener una necesidad mayor, un deseo de que la madre comparta con él todas sus
nuevas habilidades y experiencias, como una gran necesidad de amor objetal.
La necesidad de cercanía había quedado en
suspenso en el período de ejercitación locomotriz. Por eso se llamará a esta tercera subface
período de acercamiento o reacercamiento.
Es muy importante la disposición emocional
óptima de la madre durante esta subfase.
También en este período será importante la presencia del padre.
Durante la subface de acercamiento, se
observaron reacciones a la separación en todos los niños. Un probable
desarrollo favorable se dará en niños cuyas reacciones a la separación se
caracterizan por estados afectivos moderados y filtrados por el yo, en los
cuales predominan la valencia libidinal
(amor en lugar de agresión).
Las pautas de seguimiento y la huida.
Hay dos pautas características de la conducta
del deambulador.
* el seguimiento de la madre, como una sombra
, la incesante vigilancia y seguimiento de todos los movimientos de la madre, y
* la huida de ella, que indican tanto el
deseo del reencuentro con el objeto de amor como el temor del niño de que ese
objeto lo reengolfe o reabsorba. Esta conducta de evitamiento está dirigida
contra posibles intromisiones a su autonomía, a su reciente adquisición.
Algunos deambuladores parecen muy sensibles a
la desaprobación, se defienden con el “no” y con el aumento de la agresión y el
negativismo de la fase anal.
Es decir que en el período en que el
deambulador pequeño de 12 a 15 meses se transforma en un deambulador grande de
hasta 24 meses, se produce un giro emocional de suma importancia. En este momento comienza a experimentar,
gradualmente, los obstáculos que entorpecen su camino de lo que anticipaba para
él, el apogeo de su regocijo, su conquista del mundo.
Junto con al adquisición de habilidades y de
facultades cognitivas perceptuales primitivas, ha habido una diferenciación
cada vez más clara, una separación, entre la representación intrapsíquica de
objeto y al autorrepresentación.
El temor de perder el amor de objeto (en
lugar de la pérdida del objeto).
Pueden observarse incomprensión entre madre e
hijo. La exigencia por parte del
deambulador, de constante participación de la madre, parece contradictoria
ésta, ya que si bien el niño no es en es momento tan dependiente, espera que la
madre comparta todos los aspectos de su vida.
En esta subfase de acercamiento, si bien la
individuación procede muy rápidamente y el niño la ejercita hasta el límite,
también se da cada vez mas cuenta de su separación y emplea toda clase de mecanismos para resistir
y contrarrestar su separación real de la madre.
Sin embargo a pesar de sus esfuerzos ya no
pueden seguir funcionando como una unidad dual.
La comunicación verbal se hace cada vez más
necesaria, la coerción gestual o la empatía preverbal entre madre e hijo ya no
bastan para alcanzar el fin de la satisfacción.
El deambulador se da cuenta gradualmente que sus objetos de amor (sus
padres), son individuos separados con sus propios intereses personales. El niño debe abandonar en forma gradual y
penosa la desilusión de su propia grandeza, a menudo en luchas dramáticas con
su madre a esta encrucijada se la denomina “crisis de acercamiento”.
La actitud de la madre en el período de
acercamiento del deambulador.
La continuada disponibilidad emocional de la
madre resulta esencial para que el yo autónomo del niño alcance su capacidad
funcional óptima mientras va cediendo su confianza en la omnipotencia
mágica. Si la madre responde al juego
con el juego y facilita los saludables intentos de imitación e identificación
del niño, la internalización de la relación entre la madre y el niño puede
progresar hasta el punteo en que con el tiempo se inicia la comunicación verbal
(también los procesos del pensamiento, la prueba de realidad y la conducta
imitativa, hacia el final del segundo o tercer año)
Señales de peligro en la subfase de
acercamiento: Aumento de la ansiedad de separación
El seguimiento del deambulador detrás de su
madre, es el fenómeno opuesto al de huida, y parece ser inevitable en cierta
medida. En casos normales, el seguimiento
cede el paso a cierto grado de constancia objetal hacia la segunda mitad del
tercer año, Sin embargo, cuanto menos emocionalmente disponible esté la madre
en la época de acercamiento, con mayor insistencia el niño intentará
cortejarla. En algunos casos este
proceso drena una cantidad grande de energía evolutiva de que dispone el niño,
y como resultado no queda energía ni libido ni agresión constructiva
suficientes para la evolución de muchas funciones emergentes del yo.
El fenómeno del seguimiento, cuando resulta
excesivo, parece una de las señales de peligro de esta subfase, un signo de que
la conciencia de separación que tiene el niño le está causando gran tensión, ya
que el niño intenta aferrarse a la madre tratando de responder a cada movimiento
y variación del ánimo de ella y planteándole además insistentes exigencias.
En general, las señales de peligro potencial
que se observan durante esta fase incluyen una ansiedad de separación mayor que
el promedio, un excesivo seguimiento de la madre o una continua huida impulsiva
de ella, con el fin de provocarla a que atrape al niño, y finalmente excesivas
perturbaciones en el dormir.
Se puede subdividir el acercamiento en tres
períodos:
1-el comienzo del acercamiento, 2-la crisis
de acercamiento 3-las soluciones individuales de esta crisis que dan por
resultado pautaciones y características de personalidad, con las que entrará a
la cuarta subfase de separación-individuación.
1-El comienzo del acercamiento.
Alrededor de los 15 meses, la madre era la “base
de operaciones”, el reabastecimiento del niño.
Pero durante éste período el niño no parecía reconocer a la madre como
una persona separada de existencia autónoma.
En torno a los 15 meses, la madre ya no era sólo la “base de
operaciones”, parecía estarse trasformando en una persona con la cual el
deambulador deseaba compartir sus descubrimientos del mundo. El signo conductal más importante, la nueva
manera de relacionarse es traer continuamente cosas a la madre, llenarle el
regazo de objetos que el niño había encontrado en su mundo de expansión. Se observa la necesidad del niño de compartir
todos esos objetos con su madre. Al
mismo tiempo indica a la madre con palabras, sonidos, gestos que deseaba que
ella se interesara en sus “descubrimientos”y participara con el para
disfrutarlos.
Con la incipiente conciencia de separación,
el niño llegaba a comprender que los deseos de su madre no eran de ninguna
manera idéntico a los suyos ó al revés que sus propios deseos no siempre
coincidían con los de su madre. Esta
comprensión desafiaba fuertemente su sentimiento de grandeza y omnipotencia del
período de ejercitación.
En paralelo con todo esto, la exaltada
preocupación del deambulador por la locomoción y la exploración por si mismas
estaban comenzado a disminuir. La fuente
de máximo placer del niño se desplazaba de la locomoción independiente y la
exploración del mundo inanimado en expansión, a la interacción social. Los juegos de escondidas y los de imitación
son ahora los pasatiempos favoritos. El
reconocimiento de la madre como una persona separada en el amplio mundo iba
paralela a la conciencia de la existencia separada de otros niños. Los niños
mostraban entonces un mayor deseo de tener o hacer lo que el otro niño tenía o
hacía es decir un deseo de actividad especular, de imitación , de
identificación. Así los niños deseaban
los juguetes o las galletitas que otros niños tenían y junto a este desarrollo
aparecía cólera dirigida a alcanzar un
fin deseado.
Estos desarrollos ocurren en medio de la fase
anal, con las características de adquisitividad, celos y envidia típicas de
esta fase.
También encontramos el descubrimiento de la
diferencia anatómica sexual, y aquí es común en las niñas que el pene se
transforme en la posesión deseada. Este
descubrimiento estimula la adquisición de una conciencia más neta del propio
cuerpo y de la relación de éste con los cuerpos de otras personas.
La expansión social y la importancia de la
relación con el padre.
El deseo de más autonomía por parte del niño,
lleva a una extensión activa del mundo madre-hijo, principalmente para incluir
al padre. Aunque no está totalmente
fuera de unión simbiótica, tampoco es siempre plenamente parte de ella. Además el infante percibe muy pronto que
existe una relación especial del padre con la madre. Pero el niño en etapa de acercamiento
desarrolla relaciones con otras personas del ambiente, aparte del padre y la
madre, así se pudo observar que alrededor de los 16-17 meses comenzaban tanto
niños como niñas a buscar a los observadores, muy a menudo a los de sexo masculino y formaban
una vinculación muy estrecha con ellos.
Relaciones a la separación en la primera
subfase de acercamiento, con ejemplos clínicos.
Se pudo observar que: durante el acercamiento
temprano, la ausencia de la madre producía un aumento de la actividad y la
inquietud.
La hiperactividad o la inquietud pueden
considerarse en este caso como una actividad defensiva contra la conciencia del
penoso estado afectivo de tristeza.
A medida que progresaba la subfase de
acercamiento, los niños descubrían maneras más activas de enfrentar las
ausencias de la madre: se relacionaban con adultos sustitutos y se dedicaban al
juego simbólico.
Parecía
estar ocurriendo el comienzo de la internalización de la representación
objetal. El juego de pelota, por ej.
parecia prestarse particularmente bien a la interacción social y a la expresión
de sentimientos y fantasías de deshacerse de un objeto y reecontrarlo.
El primer período de acercamiento culminaba a
la edad de 17-18 mese, en lo que parecía la consolidación y aceptación
temporarias de la separación. Esto
ocurría junto con un gran placer en compartir posesiones y actividades con la
madre o el padre y también cada vez mas con el mundo social en expansión que
incluía a adultos y a otros niños.
Se pudo observar importantes indicios
precursores de la inminente lucha con el objeto de amor, que traslucían a
través de muchas conductas, las mas llamativas eran los berrinches, también se
observaron signos de una mayor vulnerabilidad, de rabia impotente y de
desamparo, y en algunos niños había una recurrencia de reacciones ante
extraños.
Sobre la estructuralización del yo y el
establecimiento de un si mismo cohesivo.
La primera conciencia de separación del niño
había traído consigo placenteros descubrimientos de incipiente autonomía y de
interacción social, expresados en una cantidad de palabras y comunicaciones
gestuales importantes para este período. Uno de esos descubrimientos consistía
en notar que uno podía pedir que satisficieran sus deseos mediante el empleo de
palabras y gestos de pedido y necesidad. Con el descubrimiento que se podía
llamar a la madre y solicitar su atención, las palabras “mirá mamá” se
volvieron frecuentes.
También era importante el descubrimiento que
lo elogiaban y admiraban si realizaba proezas de habilidad motriz y de otro
tipos. Parecía importante que pudiera proporcionar placer a la madre y esto lo expresaba por ej. llevándole
juguetes.
Los aspectos mas penosos de la separación
apenas habían comenzado.
2-La crisis de acercamiento: 18-20 a 24 meses
y con posterioridad.
Sentimiento de grandeza y temor a la pérdida
del objeto de amor.
Alrededor de los 18 meses, los deambuladores
parecían muy ansiosos de ejercitar a fundo su autonomía. Preferían que no les recordaran que a veces
no podían arreglárselas solos. Se
producían como consecuencia conflictos que parecían centrarse en el deseo de
estar separado y ser grande y omnipotente, por una parte y hacer que la madre
satisficiera mágicamente los deseos sin tener que reconocer que en realidad
llegaba ayuda del exterior. En la
mayoría de los casos el humor que predominaba era el de la insatisfacción
general, la insaciabilidad, tendencia a rápidos cambios de estado de ánimo y a berrinches.
El período se caracterizaba por el deseo rápidamente alternante de
alejar a la madre y de aferrarse a ella, lo que se conoce como “ambitendencia”,
que es la ambivalencia característica de los niños que están en la mitad de la
subfase de acercamiento.
Era característico de los niños de esta edad
utilizar a la madre como una extensión de si mismo, proceso en el cual de
alguna manera negaban la penosa conciencia de separación. Una conducta típica era por ej. tirar de la
mano de la madre y usarla como una herramienta para alcanzar un objeto deseado.
Ocurrían también con mayor o menor frecuencia
momentos de un aparente y extraño desconocimiento de la madre, luego de una
breve ausencia de su parte, como expresión de un sentimiento negativo.
El deseo de ser autónomo y separado de la
madre, de dejarla, podría significar también emocionalmente que la madre
querría dejar al niño (período introyectivo-proyectivo).
Se encontró también en muchos deambuladores
un enérgico resurgimiento de la reacción ante extraños, que los observadores
denominaban “timidez”.
La indecisión era una conducta típica de este
período. Varios niños por ej. se
detenían un buen rato en el umbral del cuarto de deambuladores, incapaces de
decidir si se incorporarían o no las
actividades que allí ocurrían. La permanencia en el umbral parecía se la
simbolización perfecta de los deseos en conflicto: el de entrar al cuarto de
deambuladores alejándose de la madre y el de permanecer con la madre en el
cuarto de infantes.
Ampliación del ámbito emocional y comienzo de
la empatía.
Ahora la necesidad de manejar los afectos de
tristeza y cólera, la decepción causada por la madre, o la comprensión de que
las propias capacidades son limitadas y uno está relativamente inerme, podían
rastrearse en muchos otros tipos de conducta, por ej. algunas observaciones
mostraron por primera vez que el niño estaba luchando contra sus lágrimas,
tratando de reprimir su necesidad de llorar.
También pudo observarse la empatía como forma
positiva. Por ej. veían llorar a otro niño y le llevaban su propia mamadera.
Se vio a esta edad muchos signos de
identificación con las actitudes de otros, en especial con la de las madre o el
padre.
La internalización parcial parecía constituir
una manera de enfrentar o defenderse contra la creciente vulnerabilidad que el
deambulador experimentaba a medida que aumentaba su conciencia de separación.
Reacciones a la separación durante la crisis
de acercamiento (18 a 21 meses).
La permanecía de objeto de Piaget, era algo
que ya se hallaba bien establecido. Este
conocimiento bastaba a veces para reasegurar al deambulador cuando este
experimentaba la emoción de hechar de menos a su madre. En general, sin embargo, el deambulador a
esta edad no gustaba de que lo “dejaran abandonado” pasivamente. Comenzaba a producirse dificultades en el proceso
mismo de despedida, expresadas en la reacción de aferrarse a al madre. Por lo
general estos fenómenos iban acompañados por depresión y por una incapacidad
inicial de dedicarse a jugar.
(ver)
3-Moldeamiento del acercamiento: la distancia
óptima
A los 21 meses, podía observarse una
disminución gral. de la lucha por el acercamiento.
Los niños parecía una vez más encontrar la
distancia óptima respecto de su madre, esta es la distancia a la cual su
funcionamiento era óptima, que permite la oportunidad de ejercer autonomía y un
placer creciente en la interacción social.
Los elementos de la creciente individuación,
que parecían posibilitar esta capacidad para funcionar a mayor distancia, y sin
la presencia física de la madre, son:
* El desarrollo del lenguaje, la capacidad de
nombrar objetos parece proporcionarle un mayor sentimiento de capacidad de
controlar su ambiente. El uso del
pronombre personal “yo” aparecía también generalmente en ese momento,y además
aparecía la capacidad de nombrar a personas familiares y a sí mismo en
fotografías.
*El proceso de internalización, de actos de
identificación con la madre y el padre “buenos” y proveedores de
satisfacciones, como de la internalización de reglas y exigencias (comienzo del
superyó).
*El progreso en la capacidad de expresar
deseos y fantasías mediante el juego simbólico.
El proceso de individuación de los niños iba
cambiando rápidamente, yo no se trataba de conductas específicas de una fase,
sino individualmente muy distintas, y diferentes de un niño a otro.Este proceso
era afectado por la relación mdre-hijo, la relación padre-hijo y la integración de la personalidad total del
niño individual.
Parecía producirse en ese período una
diferencia bastante significativa en el desarrollo de los niños, en comparación
con las niñas. Los niños, mostraban
tendencia a desvincularse de la madre y a gozar de su funcionamiento en el
mundo en expansión. Las niñas parecían
más absorbidas por la madre en presencia de ésta. La herida en el narcisismo, que
experimentaban las niñas al no tener pene, era casi sin excepción reprochada a
la madre.
Los varones, en cambio, parecían enfrentar la
percepción de la falta de pene de las niñas de una manera mucho menos abierta,
su apercepción se confundía con preocupaciones anales y más tarde con
ansiedades fálicas de castración, expresadas en el simbolismo del juego.
Cuando los niños estaban alrededor de los 23
meses, la capacidad para enfrentar la separación y también la separación física
real, dependía de la historia de la relación madre-hijo, así como también del
estado presente de esa relación. Con
respecto a la ansiedad que surgía y su capacidad de sobreponerse a ella, cuando
ocurrían períodos de crisis, no siempre era fácil percibir con que se
relacionaba esa crisis, a veces parecía vinculada con la ansiedad del niño por
su propia individuación, y a menudo se reflejaba como un aumento de la
ambivalencia y de la agresión, y especialmente vinculada con presiones
corporales (orales, anales, fálicas).
En síntesis, esta “fase final”, muy
importante del acercamiento como del desarrollo intrapsíquico parecía ser la
suma de las soluciones a las múltiples tareas evolutivas y maduracionales, a
las que había llegado cada niño individual durante el curso de su desarrollo
particular en las subfases, hasta el comienzo de la cuarta subfase.
El comienzo de la identidad sexual
Podría decirse que el descubrimiento de las
diferencias anatómicas sexuales por parte del infante, ocurría a veces durante
el período de 16 a 17 meses o antes, pero más a menudo a los 20 ó 21 meses.
Por lo general el niño descubría su pene
mucho antes, este descubrimiento puede remontarse incluso al primer año de
vida, pero no hay certeza acerca de su impacto emocional. Sin embargo, alrededor de los 12 ó 14 meses
la posición vertical facilita la exploración visual y sensorio-motriz del pene.
Posiblemente en combinación con un progreso maduracional en la libidinización
de la zona, esto llevaba a una mayor catexia de este órgano, de gran
sensibilidad y productor de placer.
El descubrimiento del pene por parte de las
niñas las enfrentaba con algo de lo que ellas mismas carecían. Este
descubrimiento produjo un amplio rango de conductas, que indicaban claramente
ansiedad, cólera y desconfianza. Las
niñas deseaban anular la diferencia sexual.
Por ello parecía que en las niñas la masturbación tenía una cualidad
desesperada y saturada de agresión más frecuentemente que en los varones y a
edad anterior. Este descubrimiento
coincide con la emergencia del afecto de envidia. E algunas niñas, la envidia temprana del pene
puede haber explicado la persistente predominancia de este estado afectivo.
La tarea de llegar a ser un individuo
separado parecía en general, más difícil para las nenas que para los varones,
porque ellas, al notar la diferencia
sexual, tendían a volverse contra la madre, reprocharle, exigirle,
sentirse defraudadas por ella, y no obstante estar ambivalentemente ligadas a
ella. Exigían de la madre que saldara una deuda. Los niños en cambio parecían
enfrentarse a la amenaza de castración, pero esto sólo ocurría más tarde,
durante el segundo y tercer año, y les resultaba más fácil que a las nenas
funcionar por separado.
Examen de la tercera subfase
La tarea evolutiva en el apogeo mismo de la
lucha por la separación-individuación, durante la subfase de acercamiento, es
tremenda. Se encuentran y acumulan en esta importante encrucijada del
desarrollo de la personalidad presiones y conflictos orales, anales y de la
primera fase genital. Hay una necesidad
de renunciar a la omnipotencia simbiótica, y hay también una más aguda
conciencia de la imagen corporal y de la presión del cuerpo, en especial en los
puntos de libidinización zonal. Parece
tambalear la creencia en la omnipotencia de la madre.
Si bien se alivia en parte el temor a la
pérdida de objetos y de abandono en este estadio la situación se complica mucho
por la internalización de las exigencias parentales. Esto no solo indica el comienzo del desarrollo
del superyó, sino también se expresa en el temor de perder el amor del
objeto. El temor de perder el amor del
objeto va en paralelo con reacciones extremadamente sensibles a la aprobación y
desaprobación de los progenitores. Hay
una mayor conciencia de las sensaciones y presiones corporales. Estas aumentan durante el período de
entrenamiento de esfínteres. Los niños a
menudo muestran dramáticamente una reacción al descubrimiento de la diferencia
anatómica sexual.
La persistencia y el grado de la crisis de
acercamiento indican un internalización prematura de conflictos que pueden ser
precursoras de neurosis.
Los dos mecanismos coerción y escisión del
mundo objetal, si son excesivos, resultan también característicos de la mayoría de los casos de transferencia
fronteriza en adultos, estos mecanismos, junto con el problema de establecer la
“distancia óptima”, pueden prevalecer ya en la cuarta subfase de separación -
individuación, en la época en que debe comenzar a lograrse la “constancia de
objeto libidinal” y a disminuir las reacciones de separación.
El resultado clínico de las crisis de
acercamiento será determinado por:
1-El desarrollo hacia la constancia del
objeto libidinal 2-La cantidad y calidad de las frustraciones posteriores
(traumas por sobretensión), 3-Posibles traumas por shock, 4-El grado de la
ansiedad de castración, 5-El destino del complejo de Edipo, 6-Las crisis
evolutivas de la adolescencia.
LA CUARTA SUBFASE: LA CONSOLIDACIÓN DE LA INDIVIDUALIDAD Y LOS COMIENZOS DE LA CONSTANCIA OBJETAL EMOCIONAL. (CAPITULO 7)
1- ¿Cuál es la tarea de esta subfase?
La tarea principal de la cuarta subfase es
doble:
*El logro de una individualidad definida y en
ciertos aspectos vitalicia.
*El logro de un cierto grado de constancia
objetal.
En lo que respecta al si mismo, hay un
estructuralización de gran alcance del yo, y se producen signos definidos de
internalización de exigencias parentales, que indican la formación de
precursores del superyó.
2-¿Qué permite la internalización de una
madre catexiada positivamente?
La gradual internalización de una imagen
constante positivamente catexiada de la madre permite el establecimiento de la
constancia objetal afectiva (emocional).
Esto permite que el niño funcione
separadamente en ambientes familiares, pese a grados moderados de tensión
(añoranza) e incomodidad.
3-¿Qué logros participan de la constancia
objetal emocional?
La constancia objetal emocional se basará en
primer lugar, en el logro cognitivo del objeto permanente, pero también participan de esta evolución
todos los otros aspectos del desarrollo de la personalidad del niño.
La última subfase (aproximadamente el tercer
año de vida), constituye un período intrapsíquico importante, en el curso del
cual se logra un sentimiento estable de entidad (límites del yo). En esta subfase parece ocurrir también la
consolidación primitiva de la “identidad sexual”.
4-¿Que unificación emocional implican?
La
constancia objetal implica algo más que el mantenimiento de la representación
del objeto de amor ausente. Implica
también la unificación del objeto “bueno” y “malo” en una representación total.
Esto promueve la fusión de los impulsos
agresivos y libidinal y modera el odio por el objeto cuando la agresión es
intensa.
5-¿Qué logros están en la base de la
adquisición del objeto emocional y que consecuencias?
La constancia objetal debe considerarse como
el último estadio en el desarrollo de una relación objetal madura. Tiene una repercusión especial sobre el
destino de los impulsos agresivos y hostiles.
En el estado de constancia objetal, el objeto de amor no será rechazado
ni cambiado por otro, aunque yo pueda proporcionar satisfacciones. En ese estado aún se añora el objeto, y no se
lo rechaza (odio)como instisfactorio simplemente porque esté ausente.
El lento establecimiento de la constancia del
objeto emocional es un proceso complejo y multideterminado, que incluye todos
los aspectos del desarrollo psíquico.
Los determinantes previos esenciales son:
*-la fe y la confianza a raíz de que ya en la
fase simbiótica ha ocurrido un alivio regular de la tensión provocada por las
necesidades. Este alivio de la tensión
provocada por las necesidades se va atribuyendo gradualmente al objeto total
que satisface ( la madre), y se transfiere luego, por medio de la
internalización, a la representación intrapsíquica de la madre.
*-la adquisición cognitiva de la
representación interna simbólica del objeto permanente, en este caso, del
objeto único de amor: la madre.
6-Diferencia entre la imagen mental o
permanencia de objeto y la constancia objetal emocional
Sólo después de bien avanzada la constancia
objetal, que no parece ocurrir antes del tercer año, la madre puede ser
sustituida durante su ausencia física, por la presencia de una imagen interna
confiable que se mantiene relativamente estable. Sobre la base de este logro puede prolongarse
y tolerarse mejor la separación temporaria.
E l establecimiento de la permanencia de objeto y de una “imagen mental”
del objeto en el sentido de Piaget es un prerrequisito necesario, pero no
suficiente para el establecimiento de la constancia objetal libidinal.
Piaget acerca de la permanencia de objeto
aclaró que el desarrollo de la permanencia del objeto ocurre a los 18 a 20 meses y se consolida en esa
época. Pero los estudios de Piaget se
centran sobre objetos físicos inanimados, transitoriamente catexiados, y
debemos decir que no ocurre al mismo ritmo si se trata del objeto libidinal, es
decir de la madre.
Hay por lo menos dos diferencias
fundamentales entre el objeto libidinal y los objetos estudiados por Piaget:
*El niño está en contínuo contacto con el
objeto libidinal, es decir con la madre.
*Estos contactos ocurren a menudo en
condiciones de gran estimulación: de añoranza, frustración, gratificación,
excitación.
La madre que es “objeto” en el sentido
psicoanalítico, es decir algo mediante lo cual se logra gratificación de
impulsos, es mucho más que un “objeto” en el sentido meramente
físico-drescriptivo del término.
7-¿A que edad se establece la constancia de
objeto libidinal y que conductas la acompañan?
El desarrollo del objeto libidinal es un
proceso complejo, la misma es suficientemente estable en el niño normar de tres
años, como lo representa socioculturalmente la elección de esa edad como punto
común en que se considera apto al niño para entrar en el jardín de infantes.
A medida que que la subfase avanza , el niño
se va volviendo en general cada vez más capaz de aceptar la separación de la
madre, como ocurria en el período de ejercitación. Asi por ej. cuando está absorbido por el juego,
parece preferir quedarse en el cuarto de deambuladores sin la madre, a tener
que dejar ese cuarto para estar con ella.
Se puede considerar a eso como el signo del logro incipiente de la
constancia objetal emocional. Sin
embargo, parecen ocurrir en el niño muchos procesos complejos,
conflictuales y no conflictuales, en el
curso del tercer año, que hacen que la constancia objetal sea aún un logro más
bien fluido y reversible. Depende del
contexto de muchos otros factores evolutivos, del estado que prevalece en el
yo, y de la respuesta afectiva del ambiente en ese momento.
8-¿Importancia de la comunicación verbal y
del juego en el logro de la individualidad
La comunincacióm verbal, se desarrolla
durante ésta y en la cuarta subfase de
la separación-individuación, y reemplaza lentamente a los otrso modos de
comunicación, aunque el lenguaje gestual y la afectomovilidad aún siguen siendo
muy visibles.
El juego se vuelva más planificado y
constructivo. Hay un comienzo del juego de fantasía, desempeño de roles y juego
como si. Hay un creciente interés en los
compañeros de juego y en los adultos que no son la madre. Comienza a desarrollarse un sentimiento del
tiempo, y junto a él una creciente capacidad de tolerar la demora en la
gratificación y de soportar la separación. No solo comprende, sino que también
utiliza conceptos tales como”mas tarde” ó “mañana : experimenta con tales
conceptos, polarizados por las idad y venidas de la madre.
Así, la cuarta subfase se caracteriza por el
despliegue de funciones cognitivas complejas: la comunicación verbal, la
fantasia y la prueba de realidad, se desarrolla tanto la indivduación: la comunicación verbal, la fantasía y la
prueba de realidad.
9-¿Qué aspectos preparan el comienzo hacia la
formación de la autoidentidad?
El establecimiento de representaciones
mentales del yo como algo netamente separedo de las representaciones de los
objetos prepara el camino para la formación de la autoidentidad.
10-Posición del padre (función)...... y consecuencias.
Se obsevó que muchos de los niños “normales”
se retraian de la madre o mostraban otros signos que había que interpretar como
una especie de temor erotizado a ser acorralado por la madre. Al mismo tiempo, parecía buscar y gozar con
frecuencia de juegos más enérgicos con el padre. Parecería que estas conductas son signos de
“temor de reengolfamiento por la madre después de la separación” , que estaba
narcisísticamente investida pero era un peligro contra el que había que
defenderse.
11- ¿Qué estructuras internas se logran en
esta subfase que hacen a la salud mental y del niño?
Las principales condiciones de la salud
mental, en lo referente al desarrollo preedípico, se centran en el logro y
continuidad de la capacidad del niño para retener o restablecer su autoestima
en el contexto de una relativa constancia objetal libidinal.
En la cuarta subfase , deben tener principio
ambas estructuras internas: la constancia de objeto libidinal y una autoimagen
basada en verdaderas identificaciones del yo.
Sin duda un icono de la psicologia evolutiva
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