Winnicott "El objeto transicional" (entre otros)



WINNICOTT:

Orientado hacia el psicoanálisis, hacia lo Icc. Dice que hay una experiencia cultural que no es una zona intermedia entre le mundo del ser humano y de la realidad.?
Para Winnicott, en momento inicial del nacimiento, nada se ha separado como no yo, y por lo tanto no existe un yo.  La identificación es el punto de partida del niño, la evolución, de este estado de indiferenciación, de la dependencia de la sociedad madre bebé, se da a partir de una suerte de identificación, sin este estado especial primero con la madre, el niño no puede salir de su estado original y por lo tanto se produciría el fracaso en la formación de su self.
Habla de Fenómeno transicional y Objeto transicional.
Fenómeno transicional, qué es? en donde se da?, el habla de una zona intermedia entre el yo y la realidad, entre el mundo del subjetivo y el de la realidad.  El mundo comienza a aparecer alrededor de los 6 u 8 meses.
El espacio transicional se da entre lo que es él y lo que no es él, que en un primer momento es la madre pero luego no.
La madre primero es un objeto interno, la tiene que internalizar y es el comienzo de una diferencia entre el bebé y el mundo, a través de lo que le ofrece  para brindarle una realidad objetiva.
Habla de objetos transicionales por que le interesa es la realidad.
Winnicott, habla del objeto y fenómeno transicional y entendiendo al fenómeno transicional como un fenómeno universal.  Los recién nacidos, tienden a usar el puño, los dedos en la boca en el estadio de la zona oral y satisface los instintos en esa zona.
A partir de la observación directa de la primera posesión de no yo, se advierten una secuencia de hechos, como ser actividades de introducción del puño en la boca por el recién nacido, y que a la larga lleva al apego a uno osito, una muñeca o un juguete, blanco o duro.
Dice que además de la excitación y satisfacción autoerótica oral, pueden realizarse otras consideraciones respecto del objeto:
1) Establece la naturaleza del objeto.
2) La capacidad que tiene el niño para reconocer a este objeto como un no yo.
3) La ubicación del objeto si está adentro, afuera, en el límite
4) La capacidad que tiene el niño para crear, idear, imaginar, producir, originar un objeto.  5) El comienzo de un tipo afectuoso de relación de objeto.
Winnicott, introduce entonces los término “objetos trancisionales” y “fenómenos transicionales”, para designar una zona intermedia de experiencia, que está entre el pulgar y el osito, entre el erotismo oral y la verdadera relación de objeto, entre la actividad creadora primaria y la proyección de lo que ya se ha introyectado.
Esto es posible, porque el niño como en todo ser humano existe una actividad creadora primaria y la posibilidad de crear esta dada  por que tiene fantasías, etc.
La proyección de lo que se ha introyectado es a partir de  todos esos objetos que le da la mamá para que el cree, ya que el ser humano solo puede crear sobre lo ya creado, solo podemos crear en la proyección, y se proyecta solo lo que se ha interiorizado, se recrean fantasías, etc., por ej. se proyecta sobre un trapito con olor especial. Los niños eligen objetos más duros, las niñas objetos más blandos.
Dice entonces que no solo debemos hablar de una realidad externa e interna, sino de una tercera zona que seria la zona intermedia de la experiencia a la cual contribuyen la realidad interior y la vida exterior.  Existe un estado intermedio entre la incapacidad del bebé para reconocer y aceptar la realidad y su creciente capacidad para ello, donde entra en juego la ilusión y nos habla de experiencia ilusoria, como aquella que le permite al niño esa zona intermedia de la experiencia y lo que en la vida adulta es inherente al arte y la religión.
Dice que este enfoque tiene que ver con la primera posesión, y con la zona intermedia entre lo subjetivo y lo que se percibe en forma objetiva.
Cuando el niño se aferra a un trozo de tela y succiona o no, cuando arranca lana y la reúne y la usa para acariciarse, estamos hablando de experiencia funcionales que van acompañadas por la formación de pensamientos o fantasías.  A todo esto lo llama fenómenos transicionales. Así un puñado de lana o la punta de un edredón, una palabra o una melodía, llegan a adquirir una importancia vital para el bebé en el momento de disponerse por ej. a dormir como una defensa contra la ansiedad, en especial la de tipo depresivo.  Puede que el niño haya encontrado algún objeto blando, o de otra clase, y lo use, y entonces se convierte en lo que Winnicott, llama objeto transicional.  Este objeto sigue siendo importante.  Los padres llegan a conocer su valor y lo llevan consigo cuando por ej. viajan.  La madre permite que lo ensucie o que tenga mal olor, pues sabe que si lo lava provoca una ruptura en la continuidad de la experiencia del bebé, que puede destruir, la significación y el valor del objeto para el niño.
Los fenómenos transicionales pueden persistir en la niñez, de modo que el primer objeto blando sigue siendo una necesidad absoluta por ej. a la hora de acostarse, o en momentos de soledad, o cuando existe un peligro o se encuentra deprimido.  En estados de plena salud se va a producir una ampliación gradual de la gama de intereses, y a la larga esa ampliación se mantiene incluso cuando está cerca la ansiedad depresiva. 
No existe una diferencia apreciable entre los varones y las niñas en su uso de la primera posesión “no-yo”, a la que denominamos objeto transicional.
A veces no existe un objeto transicional fuera de la madre misma. (producirá patología)
Luego pasa de esto autoerógeno a jugar con muñecos, todo lo que la madre pueda ofrecerle.  Winnicott, dice que este pasaje , de este momento a reconocer el objeto exterior, se va a dar en un intervalo de tiempo y a esto lo va a llamar primera posesión “no-yo”.
También dice que el jugar tiene un lugar y un tiempo, para dominar lo que está afuera es preciso hacer cosas, no solo pensar o desear, y hacer cosas lleva tiempo.  Jugar es hacer
Dice que solo puede crear un objeto transicional cuando ha introyectado una madre buena (que sostenga, que pueda adaptarse a las necesidades del niño, se adapta, que es capaz de hacerle sentir al bebé que vive en un mundo mágico, un mundo del ilusión).
La madre primero tiene que ofrecerle al niño una mamá mala que también vuelve y que el bebé no se desintegra sino se integra, siempre y cuando haya un ambiente favorable, que lo atempere que lo cuide (Para M. Klein, tiene que pasar por la posición depresiva que es integradora).
Winnicott, dice que si no es suficientemente buena no puede realizar el pasaje, una madre suficientemente buena, lo debe ilusionar y desilusionar gradualmente.
El objeto transicional se perderá en la cultura y se pierde en un mundo mas adulto, el jardín, etc. Estará por ej. en el juguete que se lleva.
El objeto transicional puede ser la madre misma, el pecho materno, y puede el bebé no salir de ella, nos encontramos entonces en la patología.
El objeto transicional tiene que ver con un objeto fuera del niño, algo que sea de la realidad, por ej. un chupete.   Si se queda prendido en el objeto la patología es el fetichismo.
La ilusión es lo que lo hacer creer que el pecho es parte de él, y el juego se cumplimenta con que el niño forma parte de la madre.
Desilusión en el destete es el representante simbólico de al desilusión, pero no es el real por  que puede dejar el pecho por ej. al primer año pero comenzar la desilusión mucho antes.
La madre suficientemente buena no es la intelectual, sino la que tiene vocación de alimentarlo , no solo la que le da los cuidados sino la carne.
El objeto transicional tiene la importancia de un puente entre el mundo interno y el exterior, y ahí están las máximas aventuras del ser humano, ahí está el mundo de la ilusión, cuando pasa a la realidad aparece el yo, el niño entonces ya está desilusionado.
A Winnicott, lo que le interesa es el puente por que ahí se encontraría la persona en su creatividad, en el arte, la religión (por que la religión es simbolismo, por ej. la hostia).
El objeto transicional es el objeto concreto que ofrece la madre, para que el niño lo cree.
El fenómeno transicional tiene que ver con las ideas, con las fantasías. Por ej. el balbuceo del bebé, cuando escucha sus ruidos, porque tras eso están las fantasías, que por ej. serán las primeras notas musicales, Winnicott, dice de acá al arte.
Esto es una defensa contra la ansiedad y la ansiedad depresiva por ej. los niños suelen cantar solos antes de dormir por que el dormir les genera angustia.
Características del objeto transicional: es blando o duro, los padres le dan un valor, permiten que lo ensucie, no lo lavan  para no romper la continuidad de la experiencia y no romper su significación.
Pauta de los fenómenos transicionales, empieza del yo, entre los 6 y 8 meses, se puede encontrar en la niñez en los momentos de soledad.
A veces no existe fuera de la madre misma, y o puede pasar a los objetos de transición.
Cualidades: debe sobrevivir al amor y al odio, al bebé le parece que irradia calor, que se mueve, que tiene ...
Su destino, sufrirá una descarga gradual, no se pierde ni se llora, pierde significación, se va extendiendo a todo el campo cultural.
Comparación con el objeto interno de M. Klein: El objeto transicional no es un objeto interno y tampoco un objeto exterior, es una posesión.
El bebé puede emplear un objeto transicional cuando el objeto interno está vivo, es real y lo bastante bueno (el objeto malo y bueno), cuando por frustración pierde significación también el objeto transicional se vuelve carente de sentido.
El objeto transicional, puede representar el “pecho externo”, pero en forma indirecta, debido a que representa un pecho “pecho interno”.
Nunca se encuentra bajo el dominio mágico como el interno, ni está fuera de ese dominio como ocurre con la madre verdadera.
El pasaje del tiempo de placer al tiempo de realidad, solo lo permite una madre lo bastante buena, (depende de la devoción, no de la inteligencia, o de la ilustración intelectual), que  es la que se adapta en un comienzo casi totalmente a las necesidades del niño, si tiene frío, calor, etc.,  el niño se podrá adaptarse a la realidad por que se identifica con ella, y así aprende a adaptarse, también la a madre suficientemente buena es la que le enseña la capacidad de que tolere la frustración, del retiro materno.
La madre ofrece al bebé de crearse la ilusión de que el pecho de la madre es parte de él, la omnipotencia, debe ofrecerle el dominio mágico, que es un hecho de la experiencia, la tarea será des ilucionarlo pero no lo va a lograr si al principio no le ofreció la posibilidad de ilusión.
Entre los medios con que cuenta el bebé para enfrentar el retiro materno, encontramos:
1-Su experiencia, repetida a menudo, en el sentido de que la frustración tiene un límite de tiempo. (que debe ser breve al comienzo).
2-Una creciente percepción del proceso
3-El comienzo de la actividad mental
4-La utilización de satisfacciones autocráticas.
5-El recuerdo, el revivir de experiencias, las fantasías, los sueños, la integración del pasado, presente y futuro.
Si todo va bien, el bebé puede incluso sacar provecho de la experiencia de frustración, ya que la adaptación incompleta hace que los objetos sean reales, es decir odiados tanto como amados.
Objeto transicional: el objeto real que se crea a partir de lo que le da la madre.
Fenómeno transicional: vivencia con el objeto transicional que tiene que ver con las fantasías.
Espacio transicional: de superposición entre la mamá y el bebé, donde la mamá crea la ilusión que ella es parte de él y que él es parte de ella.
Winnicott, lleva esto a la teoría y habla de la importancia del juego, y del jugar, hay que diferenciar el uso del juego (de la terapia infantil), y del jugar como una cosa en si.
Es posible describir una secuencia de relaciones vinculadas con el proceso de desarrollo y buscar dónde empieza el jugar.
-El niño y el objeto se encuentran fusionados.  La visión que el primero tiene del objeto es subjetiva y la madre se orienta a hacer real lo que el niño está dispuesto a encontrar.
-El objeto es repudiado, reaceptado y percibido en forma objetiva.  Este complejo proceso depende en gran medida que exista una madre que se encuentre en un ir y venir que oscila entre ser lo que el niño tiene la capacidad de encontrar y (alternativamente) ser ella misma, a la espera de que la encuentren. Si puede representar ese papel durante un tiempo, entonces el niño vive cierta experiencia de control mágico, experiencia de omnipotencia, en la descripción de los fenómenos intrapsíquicas.
-La etapa siguiente consiste en encontrarse solo en presencia de alguien.  El niño juega entonces sobre la base del supuesto de que la persona a quien ama y que por lo tanto es digna de confianza se encuentra cerca, y que sigue estándolo cuando se la recuerda.
-Por último el niño se encuentra preparado para la superposición de dos zonas de juego y disfrutar de ella.
Luego habla de la psicoterapia y dice que tiene lugar en esa zona de superposición que homologa la relación de la madre con el niño y es ahí donde estará el paciente y el terapeuta.
La psicoterapia se da en el lugar donde hay dos personas que juegan juntas y si el paciente no es capaz de jugar debe generarlo para que pueda hacerlo. “ La psicoterapia se da en la superposición de dos zonas de juego: las del paciente y la del terapeuta. Está relacionada con dos personas que juegan juntas.  El corolario de ello es que cuando el juego no es posible, la labor del terapeuta se orienta a llevar al paciente, de un estado en que no puede jugar a uno en que le es posible hacerlo.”.
El juego es por si mismo una terapia.  Conseguir que los chicos jueguen es ya una psicoterapia de aplicación inmediata y universal, e incluye el establecimiento de una actitud social positiva respecto del juego.  Cuando los niños juegan debe haber una persona responsable cerca, pero ello no significa que deba intervenir en el juego.
Dice que todo lo dicho para la terapia del niño vale para el adulto que será reemplazado en este caso por las palabras, es decir se juega en términos de comunicación verbal. Así por ej. el tono de voz, la elección de las palabras y el sentido del humor forman parte del juego de la psicoterapia de los adultos.
El juego es una experiencia siempre creadora, y es una experiencia en el continuo espacio-tiempo, una experiencia básica de la vida.  Su precariedad se debe a que siempre se desarrolla en el límite teórico entre lo subjetivo y lo que se percibe de manera objetiva.  El juego de los niños contiene todo.
También dice que el jugar tiene un lugar y un tiempo, para dominar lo que está afuera es preciso hacer cosas, no solo pensar o desear, y hacer cosas lleva tiempo.  Jugar es hacer
Para Winnicott, el juego debe ser estudiado como un tema por si mismo, complementario del concepto de sublimación del instinto. Esto es diferente a lo que dice M. Klein, que dice que es una actitud masturbatoria por lo repetitivo, pero Winnicott, dice que cuando el niño juega falta en esencia el elemento masturbatorio, o en otras palabras: que si la excitación física o el compromiso instintivo resultan evidentes cuando un chico juega, en ese caso el juego se detendría por la misma excitación.
Trata de llegar a una nueva formulación del juego.
Para Winnicott, el juego es por si mismo una terapia de aplicación inmediata y universal, una experiencia siempre creadora.
La búsqueda de la persona:
En el juego y solo en él, pueden el niño o el adulto crear y usar toda la personalidad, y el individuo descubre su persona solo cuando se muestra creador.  pensaba que solo en la  relación  de la madre y el niño, en la ilusión, se da la relajación. Pero dice que  en la terapia debe suceder lo mismo, dice que la interpretación debe surgir de un mundo sin sentido por que cuando el terapeuta quiere encontrar significado, eso como trabajo será infecundo.
Se va a  referir a los aspectos que hacen posible el relajamiento.  En términos de libre asociación, ello significa que al paciente en el sofá o al niño entre los juguetes, en el suelo, se les debe permitir que comuniquen una sucesión de ideas pensamientos, impulsos, sensaciones, que no tienen relación en sí salvo neurológica imposible de detectar.
Sería a partir de  la asociación libre del psicoanálisis, que se usa para llegar a la interpretación y encontrar nexos.






















ERIKSON

Nació en Alemania en 1902, estudió humanidades y Pedagogía aunque nunca alcanzó el título formal.  Se acercó luego al psicoanálisis, adquirió su formación bajo la influencia de Ana Freud, en Viena. Años más tarde se radica en EE.UU., donde el nuevo medio social comienza a influir sobre su ideología. Consagró su trabajo en “Infancia y sociedad” donde expone su tesis de las ocho edades del hombre, desde el nacimiento hasta su muerte, es decir que continúa el desarrollo libidinoso propuesto por Freud yendo más allá de la fase genital y de la resolución del complejo edípico.
Describe una secuencia evolutiva con mojones específicos, esos mojones o momentos que separan estadios del desarrollo, los denomina crisis.  En la aparición de esos momentos críticos, participan dos tipos de factores: biológicos (como las fases del desarrollo de la libido de Freud) y psicosociales (que desempeñan un papel importante en la medida que el hombre alcanza la juventud, adultez y vejez).

El concepto de Desarrollo de Erikson

Para construir su teoría, se apoya en los conceptos fundamentales de Freud, pero se aparta del modelo freudiano en tres áreas:
a) La importancia que le otorga al yo. 
Dice que el individuo tiene una capacidad innata de relacionarse de manera coordinada con el ambiente, y que la función del yo trasciende los límites de las fases del desarrollo sexual. Reelabora dichas fases, si bien acepta las motivaciones inconscientes le asigna una mayor importancia al estudio de los procesos de socialización.  Se interesa en la lucha del hombre por controlar, dominar y vencer su ambiente, le presta menos atención a los instintos.  El yo, para Erikson, es la síntesis de la experiencia anterior y presente y permite que el hombre reúna los dos grandes desarrollos evolutivos, su mundo interior y su proyecto social.
b)Plantea la existencia de un complejo social que se constituye por relación del individuo con sus padres dentro del contexto familiar y con un medio social más amplio a partir del marco de la herencia histórico-cultural de la familia.  Se ocupa de la dinámica de la relación entre los integrantes de la familia y su realidad sociocultural.
c)Así como Freud demostró la existencia del inconsciente, Erikson intenta demostrar la importancia de los factores sociales en el desarrollo psicológico.  El enfoque de su teoría parte de la fusión de la psicología freudiana, el desarrollo infantil, la antropología cultural y la historia.  Si bien Erikson toma de Freud la importancia que este le da al organismo humano, coincidiendo en la existencia de un organismo cargado de energía sexual. a la que denomina libido, nos va a decir que esta libido tiene dos inclinaciones que se oponen dinámicamente dando lugar a dos polaridades  básicas:
1) El impulso a vivir de una manera gratificadora,  (que se puede asociar con Eros).
2) La tendencia a retornar a su punto de partida, de volver a lo inanimado (podemos homologarlo con tanatos,  Erikson así no lo nombra) y es autodestructivo.
O sea toda la vida, todas las fases del desarrollo, todas las conductas del hombre  se juegan dentro de estas dos polaridades.
Dice que el recién nacido está dotado psicológicamente de personalidad, ya que tiene su herencia individual y todas las posibilidades innatas para su desarrollo individual.
Le otorga singular importancia al ambiente físico, social, cultural e ideológico en el desarrollo del individuo, así desde su nacimiento el ambiente puede fortalecerlo o limitarlo.
Considera al desarrollo como un proceso evolutivo que se basa en una secuencia de hechos biológicos, psicológicos y sociales experimentados universalmente.
Como psicoanalista sigue la teoría de la libido pero se aparta de Freud por que incluye en la formación de la personalidad la influencia del ambiente.
Intervienen en su teoría todo el aspecto de lo social. 
Nos habla de Etapas evolutivas, y cuando habla de las ocho edades del hombre, habla de un desarrollo donde cada una de las etapas o por lo menos las cinco primeras, coinciden con el desarrollo libidinal de Freud, (oral, anal, fálica, genital), son una reformulación y ampliación del desarrollo psicosexual de Freud.  Estas etapas constituyen fases en constante movimiento, por lo que el hombre nunca tiene una personalidad, sino que está siempre volviendo a desarrollarla.  La fase se distingue por su propio tema de desarrollo, por su relación con las fases anteriores y posteriores y por el papel que desempeña en el plan total del desarrollo.
En c/fase el individuo debe afrontar y dominar cierto problema fundamental, que es su dilema en ella. A medida que resuelve el dilema pasa a la fase siguiente. Por lo que el desarrollo es un proceso continuo donde cada fase tiene la misma jerarquía.  Cada etapa sucesiva ofrece la posibilidad de nuevas soluciones a los problemas previos, y al mismo tiempo existen elementos de conservadurismo, porque c/adquisición perdura en las fases posteriores.
A la primera fase la designa “Confianza vs. desconfianza básica”,   Este es el dilema que el ser humano debe resolver y comprende el primer año de la vida.  Corresponde a la fase oral del desarrollo libidinal freudiano. Dice que la demostración de confianza básica que el bebé manifiesta se expresa en la conducta del bebé ante la alimentación, la profundidad de su  sueño,  y a manera de regular el intestino  (como come, duerme y regula el intestino).
Como adquiere el bebé la confianza básica se desprende de la regulación mutua entre la madre y el bebé, y esta regulación mutua sirve para contrarrestar el estado de inmadurez del bebé (por ej. a través del contacto regula la ansiedad del bebé). Es a partir de esas experiencias que va adquiriendo una sensación de familiaridad hacia las formas de bienestar y hacia las personas asociadas a ellas.
Habla de las técnicas maternales, para referirse a los cuidados que ofrece la madre, y que lo ayudan a contrarrestar su estado de indefensión con el que ha nacido.  Cuando son buenas van a generar un bienestar.
La tarea, el objeto de este momento es obtener un estado de autoconfianza que implica que el bebé a aprendido a confiar en la mismidad y continuidad  de sus proveedores externos y que también a desarrollado a partir de esto un sentimiento interior de sentirse digno de ser amado.
La cantidad de confianza alcanzada por un niño no depende de la cantidad de cuidados sino de la calidad de los mismos.
Este primer momento evolutivo será la base de todo el desarrollo, por que cada fase es base para la siguiente.
La cantidad de esta confianza básica surge de las primeras experiencias y de la cualidad materna filial y esto es la base de sentimientos de identidad de ser amado (corresponde al primer año de vida y constituye la base de la identidad), la confianza se adquiere por identificación.
Cuando esto no ocurre, hay una frustración en la relación materno filiar aparece la desconfianza en el bebé y la desconfianza en si mismo.
En el orden social, Erikson relaciona la confianza básica con la religión, que consiste en entregarse a la protección de un proveedor que dispensa fortuna terrenal, salud, etc. y demuestra la pequeñez del hombre.
El otro es “Autonomía vs. vergüenza y duda” (la vergüenza surge por que el bebé no está acostumbrado a que lo miren).
La maduración muscular  prepara el escenario para  dos series de modalidades sociales:  aferrar y soltar, que pueden llevar a actitudes bondadosas u hostiles. Así, por ej. aferrar puede significar dos cuestiones: retener en forma destructiva y cruel ó puede expresar una actitud destinada a conservar y proteger. Con soltar sucede lo mismo, por que puede significar liberación hostil de fuerzas destructivas o dejar crecer.
Esto se va a relacionar con  el control llevado a cabo por los padres sobre el niño en esta etapa, que debe ser tranquilizador (que tiene que ver con los cuidados y no la dominación) para reforzar la confianza básica y apuntalar las conductas de autonomía.
En este camino de ser autónomo y elegir por su cuenta buscará apoderarse de las cosas con actitud exigente o tratará de eliminarlas empecinadamente.
Así dice Erikson cuando se lo alienta para pararse en sus pies, deberá protegérselo de los sentimientos de vergüenza y duda, que no lo logrará  por ej. un control obsesivo de la madre.
La duda aparece cuando se niega la posibilidad de libre elección, entonces el niño volverá sobre si mismo toda esa urgencia por discriminar y  manipular, se manipulará a si mismo y llegará a obsesionarse con su propia repetitividad, controlará el medio ambiente y terminará en una neurosis compulsiva.
La vergüenza es mas fácil de ser absorbida por la culpa, la vergüenza supone que uno está expuesto y consciente de ser mirado, el niño no se siente preparado para ello, se expresa en impulsos a ocultar el rostro, a hundirse en el suelo.  La vergüenza explota el sentimiento de pequeñez, que se desarrolla cuando el niño es capaz de ponerse de pie y percibir las medidas relativas de tamaño y poder.
Erikson sostiene que las necesidades del individuo de que su voluntad esté reafirmada tiene la salvaguardia institucional en el principio de la ley y el orden.
“Iniciativa vs. culpa” (corresponde al período de la fase fálica genital).  El niño con su creciente capacidad ambulatoria y motora, explora al mundo en forma activa, la iniciativa aporta a la autonomía  la posibilidad de  planear sus acciones (de 3 a 5 años). El varón va a poner el acento en el ataque y la conquista  que es una conducta fálica intrusiva (hacia el mundo), la niña en cambio estará más dirigida al arrebatar, al atrapar, y  también a despertar afecto y seducción.  El peligro de esta etapa (clímax de la sexualidad) es la aparición del sentimiento de culpa con respecto a las metas planeadas ó actos realizados , y tiene que dejar lo incestuoso para iniciar el camino de la separación, dejando el apego pregenital a sus padres.
En psicopatología, según Erikson, el conflicto se expresa en la negación histérica, que provoca la represión del deseo o la anulación de un órgano mediante la parálisis, la inhibición o la impotencia o el exhibicionismo sobrecompensatorio.
“Industria vs. Inferioridad”, (corresponde a la fase escolar y el período de latencia). El niño es ya un progenitor rudimentario para convertirse en progenitor biológico, y debe comenzar por ser un trabajador un proveedor potencial.  Con el inicio del período de latencia, el niño sublima la necesidad de conquistar a las personas mediante el ataque directo o de convertirse en papá y mamá en forma apresurada: ahora aprende a obtener reconocimiento mediante la producción de cosas. En este sentido es que empieza siendo un trabajador y no un proveedor.  Es la etapa de la productividad y comienza con el colegio primario, y el aprendizaje sistemático,  aparece la sublimación, empieza el trabajo en grupos va al colegio y tiene que resolver, producción, es el niño que se acerca a las herramientas para poder producir . La libido esta al servicio del aprendizaje.  En el sentido de la industria se adapta al mundo de las herramientas, la finalidad es completar una situación productiva (antes no podía).  El peligro de esta etapa es que aparezca un sentimiento de inadecuación o de inferioridad por ej. este sentimiento de inferioridad hace  que no se integre a los grupos y así renuncia a las identificaciones con los pares  y por tanto regresa a la rivalidad edípica (los celos, la envidia se debe terminar de resolver fuera de la casa).


TEORÍAS DEL JUEGO:

Freud en más allá del principio del placer, interpreta el juego del niño de 18 meses, se
elabora aparición y retorno de la madre , un suceso penoso se transforma en juego, lo que se vivía de forma traumática se elaboraba activamente.  Es una actividad simbólica que permite la identificación a partir del vínculo.
M. Klein, a través del juego se expresan fantasía y sentimientos.  Es una descarga de fantasías masturbatorias, y además M. Klein se basa en que el jugar responde a un continuo impulso, es una conducta repetitiva y rítmica.  Klein habla también del juego y de las ansiedades, a través del juego se cambia el dolor por el placer y el niño se puede sobreponer a situaciones de pérdida.
Pasaje del juego de representaciones hacia las formas de pensamiento que tiene que ver con el .......
M. Klein habla del juego como diagnóstico y tratamiento en la teoría psicoanalítica del niño se puede interpretar significados inconscientes.
Ana Freud habla del juego como parte del desarrollo del ser humano que va desde el cuerpo hacia los juguetes.   Más adelante este desarrollo se dirige desde el juego al trabajo, el juego es formativo, por eso es importante.
Winnicott habla del objeto y fenómeno transicional, del espacio potencial, que es el espacio de superposición ente la madre y el bebé donde se crea la ilusión.
Para Winnicott, esto es importante, el jugar es terapéutico por si mismo.
Erikson, considera al juego como una actividad creativa y autocreativa por que se elaboran dificultades y hay que tener en cuenta la importancia sociocultural en el desarrollo sociocultural y está en la posibilidad que la madre le da al niño de introducirlo en lo sociocultural.
Piaget dice que el juego tiene una evolución que va desde el ejercicio inicial psicomotriz, pasando por los juegos simbólicos hasta los juegos reglados propios lógicos de la lógica operativa (completar del apunte que entregó la profesora).

LA PRIMERA SUBFASE: LA DIFERENCIACIÓN Y EL DESARROLLO DE LA IMAGEN CORPORAL (CAP. 4)

1- ¿A que edad corresponde y que la caracteriza?
Comienza alrededor de los 4 ó 5 meses de edad, en el apogeo de la simbiosis, donde aparecen fenómenos conductuales que parecen indicar el comienzo de la primera subfase de separación-individuación, que es la diferenciación, ( a partir de la actividad del pre yo, que Spitz describió como receptividad cenestésica), el niño se ha familiarizado con la mitad maternante de su yo simbiótico, como lo indica la sonrisa social no específica.

2-Qué cambios se producen en la sonrisa del infante y que señala?
La sonrisa social específica se transforma gradualmente en la respuesta específica, de sonrisa a la madre, que es el signo crucial de que se ha establecido un vínculo específico entre el infante y su madre.

3-¿Qué características tiene este comienzo de la diferenciación respecto de los objetos trancisionales y del si mismo?
La capacidad de distinguir objetos se desarrolla más rápidamente que la de distinguir al “sí mismo” de los objetos. 
Se puede observar el amoldamiento del infante al cuerpo de la madre y como se distancia de él con su tronco, se puede ver como siente su propio cuerpo y el de su madre y observar como maneja objetos transicionales. 
Se acentúa la importancia del tacto en el proceso de formación de límites, así como la importancia de la libidinización del cuerpo del infante por la madre.
La aproximación a un sentimiento de unidad por el repetido contacto con la calidez corporal de la madre, representa un grado relativamente pequeño de diferencia de temperatura, textura, olor, etc.. Probablemente estas diferencias pequeñas pueden ser fácilmente asimiladas por los esquemas sensoriomotores del niño.
Se produce entonces el placer interno debido al seguro anclaje dentro de la órbita simbiótica continúa y el placer que produce la percepción sensorial externa (el mirar, el escuchar hacia afuera, etc.) en progresiva maduración y estimula la catexia de la atención dirigida al exterior.
El resultado de un estado simbiótico óptimo, a partir del cual puede ocurrir una lenta y suave diferenciación y expansión más allá de la órbita simbiótica.

4- ¿Qué indica la ruptura del cascarón?
El proceso de ruptura del cascarón es una evolución ontogenética gradual del sensorio (sistema perceptual consciente), que permite al infante tener un sensorio más permanentemente alerta cuando está despierto.
Es decir que la atención del infante, durante los primeros meses de la simbiosis se dirigía en gran parte hacia adentro, dentro de la órbita simbiótica, se expande gradualmente con el advenimiento de la actividad perceptual dirigida hacia el exterior, durante los crecientes períodos de vigilia del niño. Esta atención se va combinando gradualmente con los crecientes recuerdos de idas y venidas de la madre de experiencias buenas y malas.

5-¿Qué conductas acompañan al intento de separación-individuación? ¿edad?
Durante la subfase de diferenciación se puede reconocer una cierta apariencia nueva de alerta, insistencia y orientación hacia fines, que son una manifestación conductual de “ruptura del cascarón”
El sensorio del  niño está más permanentemente alerta cuando está en estado de vigilia.
A los 6 meses, comienzan los intentos de experimentar con la separación - individuación.  Esto puede observarse en conductas del infante como tirar del cabello, de las orejas o de la nariz de la madre, poner comida en la boca de la madre y poner el cuerpo tenso para apartarse de ella y poder contemplarla mejor,  para escudriñarla a ella y al ambiente.
A los 6 ó 7 meses ocurre el apogeo de la exploración manual, táctil y visual del rostro de la madre y de las distintas partes de la madre, en estas semanas el infante descubre con fascinación un broche, un par de aros, de anteojos, etc. también pueden ocurrir juegos de escondidas donde el niño tienen aún un rol pasivo.



6-Concepto de objeto transicional
Greenacre: toma lo dicho por Winnicott, el objeto transiciones es un monumento a la necesidad del contacto con el cuerpo de la madre, que se expresa en la insistente preferencia del infante por un objeto que es siempre el mismo, blando, flexible, cálido al tacto, pero especialmente de que esté saturado por olores corporales, ese objeto sustituye el pecho ó el cuello blando de la madre.

7- ¿Qué significa la pauta visual de “verificación de la madre”?
Durante los 7 u 8 meses, la pauta visual de “verificación de la madre”, es el signo más importante  y bastante regular del comienzo de la diferenciación somato - psíquica. Parece ser la pauta normal más importante de desarrollo cognitivo y emocional.
Comienza con un prolijo examen comparativo, se interesa por la madre y parece compararla con “otro”, compara lo no familiar con lo familiar, además estudia a la madre en tanto madre, un prendedor, los anteojos, etc.  Este aprendizaje que realiza de ella, y su consecuencias da lugar a lo que se conoce como” ansiedad ante los extraños”, donde uno de los principales rasgos es la curiosidad de los infantes de averiguar acerca “del extraño”, tan pronto como este desviaba su mirada.

8-Importancia del tacto y de la visión (según Greenacre)
Greenacre dice, que la visión no es solo un elemento accesorio sino indispensable en el establecimiento de la confluencia de la superficie corporal y en la promoción de la conciencia de delimitación del yo respecto del no-yo.
El tacto y la captación de las distintas partes del cuerpo con los ojos (visión), ayuda a esbozar una imagen de conjunto del cuerpo, que está más allá del nivel de la mera conciencia sensorial inmediata.
(Es durante la primera subfase de la separación-individuación cuando todos los infantes, hacen sus primeros intentos de ruptura, A todos les gusta aventurarse y permanecer a corta distancia de los protectores brazos de la madre, tan pronto como su motricidad les permite hacerlo, tratan de deslizarse del regazo materno, pero tienden a quedarse lo más cerca posible de los pies de esta, gateando y jugando.)
Inspección de aduana: término aplicado a la actividad exploratoria visual y táctil muy prolija que efectúa el infante en la etapa de diferenciación.

9-Importancia de la exploración que hace de su madre.
Una vez que el infante ha llegado a individualizarse lo suficiente como para reconocer el rostro de su madre (visual y tactilmente y de otros modos), y una vez que se familiariza con la modalidad y la manera de “sentir” en general de su partícipe en la díada simbiótica, esto se aplica luego a una prolongada exploración visual y táctil del estudio  de los rostros y la gestalt de otros.  Parece estar comparando y controlando, los rasgos de los rostros extraños con el de su madre y también con las imágenes internas que pueda tener de ella.
En los niños en que han tenido una fase simbiótica óptima y en los que prevaleció una “expectativa confiada”, la curiosidad y el asombro predominan en este examen.
Este fenómeno constituye un aspecto importante de la evaluación del objeto libidinal, de la socialización y del primer paso hacia la constancia emocional del objeto.

10-¿ De que antecedentes depende que esta fase produzca curiosidad o ansiedad ante los extraños?
De como disfrutaron la fase simbiótica  (ver pag. 69-70-71)
11-  La confianza básica ó su ausencia ¿Qué ocurrencias acarrean?
En los casos en que la confianza básica no ha sido óptima puede ocurrir un cambio abrupto que produce una aguda ansiedad ante los extraños
12- ¿Qué consecuencias puede traer  una “ruptura del cascarón demorada o prematura”
En casos en que los procesos simbióticos , la creación de la membrana protectora común de la unidad dual, se han visto demorados ó perturbados, el proceso de diferenciación parece retrasarse ó anticiparse. Así por ej. un niño que recibió insuficiente abastecimiento simbiótico, prolongó aparentemente el período de simbiosis.  En cambio otro niño que tuvo una relación simbiótica intensa pero incómoda, comenzó a romper el cascarón precozmente., entrando con rapidez a la etapa de diferenciación, pero desarrolló una fuerte reacción ante extraños y ansiedad ante extraños , como si la fase simbiótica insatisfactoria le hubiera impedido acumular una reserva suficiente de confianza básica.

LA SEGUNDA SUBFASE: EJERCITACIÓN LOCOMOTRIZ  (CAPITULO 5)


1-¿Que períodos incluye y características?
La subfase de diferenciación se superpone con el período de ejercitación locomotriz.
Al período de ejercitación lo podemos dividir en dos partes:
* -La primera fase de ejercitación: en la cual el infante comienza alejarse de su madre gateando, haciendo pinitos, trepando y poniéndose de pie, pero aún agarrado y,
* -El período de ejercitación propiamente dicho: caracterizado por la locomoción vertical libre.

2-¿Que desarrollos intervienen en los progresos hacia la separación e individuación?
Al menos tres desarrollos interrelacionados contribuyen a que haga sus primeros progresos hacia la conciencia de separación y hacia la individuación.
Estos son: * La rápida diferenciación corporal de la madre. *El establecimiento de un vínculo específico con ella y *El desarrollo y funcionamiento de los aparatos autónomos del yo en estrecha proximidad con la madre.

3-¿Qué conductas aparecen en el período de ejercitación y que consecuencias tiene?
El interés del infante por su madre se extiende a los objetos inanimados, al comienzo provistos por ésta, una frazada, un pañal, un juguete que ella le ofrece, el biberón.  El infante explora estos objetos visualmente e investiga su gusto, textura y olor con sus órganos percepuales de contacto, particularmente con la boca y las manos.  Alguno de estos objetos podrá transformarse en objeto transicional.

4-¿Para que sirven las exploraciones tempranas?
Las exploraciones tempranas sirven a los fines de:
*de establecer familiaridad con un segmento más amplio del mundo.
*Percibir, reconocer y gozar de la madre desde mayor distancia.
Se pudo descubrir que los niños que tenían el mejor “contacto a distancia” con la madre eran los que se aventuraban a alejarse más de ella.  En casos en que había demasiado conflicto por el proceso de separación o demasiada resistencia a abandonar la cercanía, los niños mostraban menos placer durante este período.

5-¿Cómo se presenta el mundo exterior, que significación tiene para el infante el reabastecimiento emocional?
Los niños retornan a sus madres de tiempo en tiempo para lograr el reabastecimiento emocional. Cuando estas están emocionalmente disponibles para el mismo, de acuerdo a las necesidades de los niños, les proporcionan el tipo de apoyo maternal necesario para el desenvolvimiento óptimo de las funciones del yo.
La distancia óptima, en esta subfase temprana de ejercitación locomotriz, le permite al gateador realizar actividades a cierta distancia física de su madre.  Sin embargo durante la subfase de ejercitación la madre es siempre necesaria como punto estable , como “base de operaciones”  que satisface la necesidad de reabastecimiento mediante contacto físico.  Así se observaron por ej. a infantes de 7 a 10 meses que gateaban o hacían rápidos pinitos hacia  la madre, parándose agarrados a las piernas de ésta, tocándola de otras maneras o simplemente apoyándose contra ella.  A este fenómeno Furer lo llamó “reabastecimiento o recarga emocional”.
El fenómeno de reabastecimiento parece pasar por diferentes estadíos  tiene modalidades distintas para cada niño y según parece se relacionan con la modalidad preferida de la madre.
Por ej. una madre que daba gran valor al funcionamiento independiente, lograba particular eficacia mantener contacto con su niño reabasteciéndolo a distancia.  Esta madre raramente se levantaba de la silla, donde estaba confortablemente sentada repasando la ropa de la familia y charlando con otras madres. Parecía constantemente sintonizada con las necesidades de su hijito aún a distancia.

6- ¿ Cual es el principal rasgo de esta subfase?
El rasgo principal de esta subfase, es el gozoso investimiento en el ejercicio de las funciones autónomas, especialmente la movilidad, hasta la casi total exclusión de un evidente interés en la madre en algunos momentos.  Es esto y no el desarrollo de las habilidades motrices por sí mismo, lo que caracteriza a la subfase normal de ejercitación.

7-¿ Qué ocurre aquí con la ansiedad de separación?
Durante la primera subfase de ejercitación, luego del tira y afloja inicial para separarse de la madre y acceder al mundo exterior, la mayoría de los niños parecían pasar por un breve período de aumento de la ansiedad de separación.  El hecho de que fueran capaces de alejarse e independizarse de la madre y de seguir sin embargo conectados con ella (no físicamente, sino desde las modalidades de distancia consistentes en ver y oír), hacía que el uso logrado de estas modalidades de distancia resultara extraordinariamente importante por un tiempo.
A los niños no les gustaba perder de vista a la madre, podían quedarse mirando tristemente la silla vacía de ésta, o hacia la puerta por la cual ellas se había ido.

8-¿Cuál es la meta de las funciones autónomas?
Con el estímulo de las funciones autónomas, tales como la cognición, pero especialmente la locomoción  vertical, comienza el “idilio con el mundo.  El deambulador da el paso máximo en la individuación humana.  Camina libremente en postura vertical, cambiando el plano de su visión, desde una posición estratégica nueva descubre perspectivas, placeres y frustraciones inesperados y cambiantes.

9- Papel del narcisismo y su significación.
Durante estos meses la catexia libidinal se desplaza  y pasa al servicio del yo autónomo en rápido desarrollo y de sus funciones, y el niño parece embriagado por sus propias facultades y por la magnitud de su propio mundo.
El narcisismo alcanza su nivel máximo. Comienza un investimiento libidinal en continua progresión que se aplica a las habilidades motrices de la ejercitación y a la exploración del ambiente que se va ampliando, tanto en el mundo humano como el inanimado.

10- ¿Cual es el rasgo esencial de esta subfase?
La principal característica de este período de ejercitación es el gran investimiento narcisístico del niño en sus propias funciones, su propio cuerpo, y los objetos y objetivos de su “realidad de expansión” .  Junto con esto vemos una gran impermeabilidad a los golpes y caídas y demás frustraciones, tales como el arrebatamiento de un juguete por otro niño.
El niño se concentra en la ejercitación y dominio de sus propias habilidades y capacidades autónomas.  Sus propias habilidades lo regocijan está casi enamorado del mundo y de su propia omnipotencia.

11-Consecuencias de la distancia óptima.

12-¿ Qué posibilidades le da al infante la locomoción vertical libre?
La marcha proporciona al deambulador un enorme aumento de descubrimientos y pruebas de realidad del mundo mediante su propio control y dominio mágico. Greenacre dice que a la oleada de regocijo corporal la acompañan el logro de la posición vertical y de la marcha.
El niño descubre su pene, luego de asumir la posición vertical, el niño puede ver su pene “desde más ángulos y posiciones que antes, y el acrecentado interés por la micción le agrega un mayor estímulo e importancia como parte del cuerpo”.

13- ¿Qué logros psíquicos ocasiona esta adquisición?
Tanto en niños como en niñas, en el mies mismo que sigue al logro de la locomoción activa libre, la afirmación de la individualidad avanzaba a pasos agigantados.  Esto parece ser el primer gran paso hacia la formación de la identidad.

14-Qué cambios se producen en el vínculo con la madre?
La renuncia de la madre a la posesión del cuerpo del infante, que en este período es en su mayor parte automática.

15-Significado simbólico de la marcha en la madre y el niño
La marcha parece tener un gran significado simbólico tanto para la madre como para el deambulador: es como si el deambulador que camina solo hubiera demostrado, al lograr la locomoción vertical independiente, que ya puede incorporarse con derecho al mundo de seres humanos independientes.
La expectación y confianza que la madre trasunta cuando siente que su hijo es capaz de “lograrlo” ahí afuera, parece ser un importante desencadenaste del sentimiento de seguridad de si mismo que experimenta el niño, y quizás también el aliento inicial que lo impulsa a intercambiar parte de su omnipotencia mágica por el placer de la propia autonomía y de s creciente autoestima.

16-Significado de la bajada de tono, situación en que se produce y aspectos que recrea en el infante.
La bajada de tono se produce cuando el infante se da cuenta de que su madre no está en la habitación y si bien antes eran impermeables a los golpes y caídas, en estas oportunidades, disminuía su movilidad gestual y de actuación, se reducía su interés en el ambiente, y parecían estar preocupados con una atención concentrada hacia adentro, como evocando imágenes.
Las inferencias de la bajada de tono derivan de:
* si una persona no era la madre trataba activamente de consolar al niño, este perdía su equilibrio emocional  y rompía a llorar.
* el estado de “bajada de tono” del niño terminaba visiblemente en el momento de su reencuentro con la madre que había estado ausente por un breve lapso, aunque a veces no antes de que su corto llanto liberara la tensión acumulada.
En los niños la bajada de tono y la evocación de la imagen de la madre, recuerda una depresión analítica en miniatura.
Algunos niños parecían muy abrumados por el temor de la pérdida de objeto de modo que el estado afectivo de añoranza se transformaba en llanto desesperado.  La individuación, aún no acompaña a su estímulo maduracional de locomoción.

LA TERCERA SUBFASE: ACERCAMIENTO REACERCAMIENTO) (CAPITULO 6)

Con la adquisición de la locomoción vertical libre y con el comienzo de la inteligencia representacional (que culminará con el juego simbólico-Piaget), el ser humano ha emergido como una persona separada y autónoma. Estos dos poderosos organizadores (Spitz) dan lugar al nacimiento psicológico.  En este estadío final del proceso de “ruptura del cascarón”, el deambulador alcanza el primer nivel de identidad, es decir llega a constituir una entidad individual separada.
En la mitad del segundo año de vida el infante se ha transformado en un deambulador, pero se vuelve cada vez más consciente de su separación física, y también hay una notable disminución de su impermeabilidad previa a la frustración.
Puede observarse entonces un aumento de la ansiedad de separación, que al comienzo consiste sobre todo en temor a la pérdida de objeto.  La falta de interés por la presencia de la madre, característica de la subfase de ejercitación, es reemplazada ahora por su interés casi constante en determinar dónde está la madre, y por una conducta activa de acercamiento.
A medida que se desarrolla la conciencia de separación del deambulador, de alejarse físicamente de su madre, éste parece tener una necesidad mayor, un deseo de que la madre comparta con él todas sus nuevas habilidades y experiencias, como una gran necesidad de amor objetal.
La necesidad de cercanía había quedado en suspenso en el período de ejercitación locomotriz.  Por eso se llamará a esta tercera subface período de acercamiento o reacercamiento.
Es muy importante la disposición emocional óptima de la madre durante esta subfase.  También en este período será importante la presencia del padre.
Durante la subface de acercamiento, se observaron reacciones a la separación en todos los niños. Un probable desarrollo favorable se dará en niños cuyas reacciones a la separación se caracterizan por estados afectivos moderados y filtrados por el yo, en los cuales predominan  la valencia libidinal (amor en lugar de agresión).

Las pautas de seguimiento y la huida.
Hay dos pautas características de la conducta del deambulador.
* el seguimiento de la madre, como una sombra , la incesante vigilancia y seguimiento de todos los movimientos de la madre, y
* la huida de ella, que indican tanto el deseo del reencuentro con el objeto de amor como el temor del niño de que ese objeto lo reengolfe o reabsorba. Esta conducta de evitamiento está dirigida contra posibles intromisiones a su autonomía, a su reciente adquisición.
Algunos deambuladores parecen muy sensibles a la desaprobación, se defienden con el “no” y con el aumento de la agresión y el negativismo de la fase anal.
Es decir que en el período en que el deambulador pequeño de 12 a 15 meses se transforma en un deambulador grande de hasta 24 meses, se produce un giro emocional de suma importancia.  En este momento comienza a experimentar, gradualmente, los obstáculos que entorpecen su camino de lo que anticipaba para él, el apogeo de su regocijo, su conquista del mundo.
Junto con al adquisición de habilidades y de facultades cognitivas perceptuales primitivas, ha habido una diferenciación cada vez más clara, una separación, entre la representación intrapsíquica de objeto y al autorrepresentación.
El temor de perder el amor de objeto (en lugar de la pérdida del objeto).
Pueden observarse incomprensión entre madre e hijo.  La exigencia por parte del deambulador, de constante participación de la madre, parece contradictoria ésta, ya que si bien el niño no es en es momento tan dependiente, espera que la madre comparta todos los aspectos de su vida.
En esta subfase de acercamiento, si bien la individuación procede muy rápidamente y el niño la ejercita hasta el límite, también se da cada vez mas cuenta de su separación  y emplea toda clase de mecanismos para resistir y contrarrestar su separación real de la madre.
Sin embargo a pesar de sus esfuerzos ya no pueden seguir funcionando como una unidad dual. 
La comunicación verbal se hace cada vez más necesaria, la coerción gestual o la empatía preverbal entre madre e hijo ya no bastan para alcanzar el fin de la satisfacción.  El deambulador se da cuenta gradualmente que sus objetos de amor (sus padres), son individuos separados con sus propios intereses personales.  El niño debe abandonar en forma gradual y penosa la desilusión de su propia grandeza, a menudo en luchas dramáticas con su madre a esta encrucijada se la denomina “crisis de acercamiento”.

La actitud de la madre en el período de acercamiento del deambulador.
La continuada disponibilidad emocional de la madre resulta esencial para que el yo autónomo del niño alcance su capacidad funcional óptima mientras va cediendo su confianza en la omnipotencia mágica.  Si la madre responde al juego con el juego y facilita los saludables intentos de imitación e identificación del niño, la internalización de la relación entre la madre y el niño puede progresar hasta el punteo en que con el tiempo se inicia la comunicación verbal (también los procesos del pensamiento, la prueba de realidad y la conducta imitativa, hacia el final del segundo o tercer año)

Señales de peligro en la subfase de acercamiento: Aumento de la ansiedad de separación
El seguimiento del deambulador detrás de su madre, es el fenómeno opuesto al de huida, y parece ser inevitable en cierta medida.  En casos normales, el seguimiento cede el paso a cierto grado de constancia objetal hacia la segunda mitad del tercer año, Sin embargo, cuanto menos emocionalmente disponible esté la madre en la época de acercamiento, con mayor insistencia el niño intentará cortejarla.  En algunos casos este proceso drena una cantidad grande de energía evolutiva de que dispone el niño, y como resultado no queda energía ni libido ni agresión constructiva suficientes para la evolución de muchas funciones emergentes del yo.
El fenómeno del seguimiento, cuando resulta excesivo, parece una de las señales de peligro de esta subfase, un signo de que la conciencia de separación que tiene el niño le está causando gran tensión, ya que el niño intenta aferrarse a la madre tratando de responder a cada movimiento y variación del ánimo de ella y planteándole además insistentes exigencias.
En general, las señales de peligro potencial que se observan durante esta fase incluyen una ansiedad de separación mayor que el promedio, un excesivo seguimiento de la madre o una continua huida impulsiva de ella, con el fin de provocarla a que atrape al niño, y finalmente excesivas perturbaciones en el dormir.

Se puede subdividir el acercamiento en tres períodos:
1-el comienzo del acercamiento, 2-la crisis de acercamiento 3-las soluciones individuales de esta crisis que dan por resultado pautaciones y características de personalidad, con las que entrará a la cuarta subfase de separación-individuación.
1-El comienzo del acercamiento.
Alrededor de los 15 meses, la madre era la “base de operaciones”, el reabastecimiento del niño.  Pero durante éste período el niño no parecía reconocer a la madre como una persona separada de existencia autónoma.  En torno a los 15 meses, la madre ya no era sólo la “base de operaciones”, parecía estarse trasformando en una persona con la cual el deambulador deseaba compartir sus descubrimientos del mundo.  El signo conductal más importante, la nueva manera de relacionarse es traer continuamente cosas a la madre, llenarle el regazo de objetos que el niño había encontrado en su mundo de expansión.  Se observa la necesidad del niño de compartir todos esos objetos con su madre.  Al mismo tiempo indica a la madre con palabras, sonidos, gestos que deseaba que ella se interesara en sus “descubrimientos”y participara con el para disfrutarlos.
Con la incipiente conciencia de separación, el niño llegaba a comprender que los deseos de su madre no eran de ninguna manera idéntico a los suyos ó al revés que sus propios deseos no siempre coincidían con los de su madre.  Esta comprensión desafiaba fuertemente su sentimiento de grandeza y omnipotencia del período de ejercitación.
En paralelo con todo esto, la exaltada preocupación del deambulador por la locomoción y la exploración por si mismas estaban comenzado a disminuir.  La fuente de máximo placer del niño se desplazaba de la locomoción independiente y la exploración del mundo inanimado en expansión, a la interacción social.  Los juegos de escondidas y los de imitación son ahora los pasatiempos favoritos.  El reconocimiento de la madre como una persona separada en el amplio mundo iba paralela a la conciencia de la existencia separada de otros niños. Los niños mostraban entonces un mayor deseo de tener o hacer lo que el otro niño tenía o hacía es decir un deseo de actividad especular, de imitación , de identificación.  Así los niños deseaban los juguetes o las galletitas que otros niños tenían y junto a este desarrollo aparecía cólera dirigida a  alcanzar un fin deseado.
Estos desarrollos ocurren en medio de la fase anal, con las características de adquisitividad, celos y envidia típicas de esta fase.
También encontramos el descubrimiento de la diferencia anatómica sexual, y aquí es común en las niñas que el pene se transforme en la posesión deseada.  Este descubrimiento estimula la adquisición de una conciencia más neta del propio cuerpo y de la relación de éste con los cuerpos de otras personas.

La expansión social y la importancia de la relación con el padre.
El deseo de más autonomía por parte del niño, lleva a una extensión activa del mundo madre-hijo, principalmente para incluir al padre.  Aunque no está totalmente fuera de unión simbiótica, tampoco es siempre plenamente parte de ella.  Además el infante percibe muy pronto que existe una relación especial del padre con la madre.  Pero el niño en etapa de acercamiento desarrolla relaciones con otras personas del ambiente, aparte del padre y la madre, así se pudo observar que alrededor de los 16-17 meses comenzaban tanto niños como niñas a buscar a los observadores, muy  a menudo a los de sexo masculino y formaban una vinculación muy estrecha con ellos.

Relaciones a la separación en la primera subfase de acercamiento, con ejemplos clínicos.
Se pudo observar que: durante el acercamiento temprano, la ausencia de la madre producía un aumento de la actividad y la inquietud.
La hiperactividad o la inquietud pueden considerarse en este caso como una actividad defensiva contra la conciencia del penoso estado afectivo de tristeza.
A medida que progresaba la subfase de acercamiento, los niños descubrían maneras más activas de enfrentar las ausencias de la madre: se relacionaban con adultos sustitutos y se dedicaban al juego simbólico.
Parecía  estar ocurriendo el comienzo de la internalización de la representación objetal.  El juego de pelota, por ej. parecia prestarse particularmente bien a la interacción social y a la expresión de sentimientos y fantasías de deshacerse de un objeto y reecontrarlo.
El primer período de acercamiento culminaba a la edad de 17-18 mese, en lo que parecía la consolidación y aceptación temporarias de la separación.  Esto ocurría junto con un gran placer en compartir posesiones y actividades con la madre o el padre y también cada vez mas con el mundo social en expansión que incluía a adultos y a otros niños.
Se pudo observar importantes indicios precursores de la inminente lucha con el objeto de amor, que traslucían a través de muchas conductas, las mas llamativas eran los berrinches, también se observaron signos de una mayor vulnerabilidad, de rabia impotente y de desamparo, y en algunos niños había una recurrencia de reacciones ante extraños.

Sobre la estructuralización del yo y el establecimiento de un si mismo cohesivo.
La primera conciencia de separación del niño había traído consigo placenteros descubrimientos de incipiente autonomía y de interacción social, expresados en una cantidad de palabras y comunicaciones gestuales importantes para este período. Uno de esos descubrimientos consistía en notar que uno podía pedir que satisficieran sus deseos mediante el empleo de palabras y gestos de pedido y necesidad. Con el descubrimiento que se podía llamar a la madre y solicitar su atención, las palabras “mirá mamá” se volvieron frecuentes.
También era importante el descubrimiento que lo elogiaban y admiraban si realizaba proezas de habilidad motriz y de otro tipos. Parecía importante que pudiera proporcionar placer a la madre  y esto lo expresaba por ej. llevándole juguetes.
Los aspectos mas penosos de la separación apenas habían comenzado.

2-La crisis de acercamiento: 18-20 a 24 meses y con posterioridad.

Sentimiento de grandeza y temor a la pérdida del objeto de amor.
Alrededor de los 18 meses, los deambuladores parecían muy ansiosos de ejercitar a fundo su autonomía.  Preferían que no les recordaran que a veces no podían arreglárselas solos.  Se producían como consecuencia conflictos que parecían centrarse en el deseo de estar separado y ser grande y omnipotente, por una parte y hacer que la madre satisficiera mágicamente los deseos sin tener que reconocer que en realidad llegaba ayuda del exterior.  En la mayoría de los casos el humor que predominaba era el de la insatisfacción general, la insaciabilidad, tendencia a rápidos cambios de estado de ánimo y  a berrinches.  El período se caracterizaba por el deseo rápidamente alternante de alejar a la madre y de aferrarse a ella, lo que se conoce como “ambitendencia”, que es la ambivalencia característica de los niños que están en la mitad de la subfase de acercamiento.
Era característico de los niños de esta edad utilizar a la madre como una extensión de si mismo, proceso en el cual de alguna manera negaban la penosa conciencia de separación.  Una conducta típica era por ej. tirar de la mano de la madre y usarla como una herramienta para alcanzar un objeto deseado.
Ocurrían también con mayor o menor frecuencia momentos de un aparente y extraño desconocimiento de la madre, luego de una breve ausencia de su parte, como expresión de un sentimiento negativo.
El deseo de ser autónomo y separado de la madre, de dejarla, podría significar también emocionalmente que la madre querría dejar al niño (período introyectivo-proyectivo).
Se encontró también en muchos deambuladores un enérgico resurgimiento de la reacción ante extraños, que los observadores denominaban “timidez”.
La indecisión era una conducta típica de este período.  Varios niños por ej. se detenían un buen rato en el umbral del cuarto de deambuladores, incapaces de decidir si se incorporarían  o no las actividades que allí ocurrían. La permanencia en el umbral parecía se la simbolización perfecta de los deseos en conflicto: el de entrar al cuarto de deambuladores alejándose de la madre y el de permanecer con la madre en el cuarto de infantes.

Ampliación del ámbito emocional y comienzo de la empatía.
Ahora la necesidad de manejar los afectos de tristeza y cólera, la decepción causada por la madre, o la comprensión de que las propias capacidades son limitadas y uno está relativamente inerme, podían rastrearse en muchos otros tipos de conducta, por ej. algunas observaciones mostraron por primera vez que el niño estaba luchando contra sus lágrimas, tratando de reprimir su necesidad de llorar.
También pudo observarse la empatía como forma positiva. Por ej. veían llorar a otro niño y le llevaban su propia mamadera.
Se vio a esta edad muchos signos de identificación con las actitudes de otros, en especial con la de las madre o el padre.
La internalización parcial parecía constituir una manera de enfrentar o defenderse contra la creciente vulnerabilidad que el deambulador experimentaba a medida que aumentaba su conciencia de separación.

Reacciones a la separación durante la crisis de acercamiento (18 a 21 meses).
La permanecía de objeto de Piaget, era algo que ya se hallaba bien establecido.  Este conocimiento bastaba a veces para reasegurar al deambulador cuando este experimentaba la emoción de hechar de menos a su madre.  En general, sin embargo, el deambulador a esta edad no gustaba de que lo “dejaran abandonado” pasivamente.  Comenzaba a producirse dificultades en el proceso mismo de despedida, expresadas en la reacción de aferrarse a al madre. Por lo general estos fenómenos iban acompañados por depresión y por una incapacidad inicial de dedicarse a jugar.
(ver)

3-Moldeamiento del acercamiento: la distancia óptima
A los 21 meses, podía observarse una disminución gral. de la lucha por el acercamiento.
Los niños parecía una vez más encontrar la distancia óptima respecto de su madre, esta es la distancia a la cual su funcionamiento era óptima, que permite la oportunidad de ejercer autonomía y un placer creciente en la interacción social.
Los elementos de la creciente individuación, que parecían posibilitar esta capacidad para funcionar a mayor distancia, y sin la presencia física de la madre, son:
* El desarrollo del lenguaje, la capacidad de nombrar objetos parece proporcionarle un mayor sentimiento de capacidad de controlar su ambiente.  El uso del pronombre personal “yo” aparecía también generalmente en ese momento,y además aparecía la capacidad de nombrar a personas familiares y a sí mismo en fotografías.
*El proceso de internalización, de actos de identificación con la madre y el padre “buenos” y proveedores de satisfacciones, como de la internalización de reglas y exigencias (comienzo del superyó).
*El progreso en la capacidad de expresar deseos y fantasías mediante el juego simbólico.

El proceso de individuación de los niños iba cambiando rápidamente, yo no se trataba de conductas específicas de una fase, sino individualmente muy distintas, y diferentes de un niño a otro.Este proceso era afectado por la relación mdre-hijo, la relación padre-hijo y  la integración de la personalidad total del niño individual.
Parecía producirse en ese período una diferencia bastante significativa en el desarrollo de los niños, en comparación con las niñas.  Los niños, mostraban tendencia a desvincularse de la madre y a gozar de su funcionamiento en el mundo en expansión.  Las niñas parecían más absorbidas por la madre en presencia de ésta.  La herida en el narcisismo, que experimentaban las niñas al no tener pene, era casi sin excepción reprochada a la madre.
Los varones, en cambio, parecían enfrentar la percepción de la falta de pene de las niñas de una manera mucho menos abierta, su apercepción se confundía con preocupaciones anales y más tarde con ansiedades fálicas de castración, expresadas en el simbolismo del juego.
Cuando los niños estaban alrededor de los 23 meses, la capacidad para enfrentar la separación y también la separación física real, dependía de la historia de la relación madre-hijo, así como también del estado presente de esa relación.  Con respecto a la ansiedad que surgía y su capacidad de sobreponerse a ella, cuando ocurrían períodos de crisis, no siempre era fácil percibir con que se relacionaba esa crisis, a veces parecía vinculada con la ansiedad del niño por su propia individuación, y a menudo se reflejaba como un aumento de la ambivalencia y de la agresión, y especialmente vinculada con presiones corporales (orales, anales, fálicas).
En síntesis, esta “fase final”, muy importante del acercamiento como del desarrollo intrapsíquico parecía ser la suma de las soluciones a las múltiples tareas evolutivas y maduracionales, a las que había llegado cada niño individual durante el curso de su desarrollo particular en las subfases, hasta el comienzo de la cuarta subfase.

El comienzo de la identidad sexual
Podría decirse que el descubrimiento de las diferencias anatómicas sexuales por parte del infante, ocurría a veces durante el período de 16 a 17 meses o antes, pero más a menudo a los 20 ó 21 meses.
Por lo general el niño descubría su pene mucho antes, este descubrimiento puede remontarse incluso al primer año de vida, pero no hay certeza acerca de su impacto emocional.  Sin embargo, alrededor de los 12 ó 14 meses la posición vertical facilita la exploración visual y sensorio-motriz del pene. Posiblemente en combinación con un progreso maduracional en la libidinización de la zona, esto llevaba a una mayor catexia de este órgano, de gran sensibilidad y productor de placer.
El descubrimiento del pene por parte de las niñas las enfrentaba con algo de lo que ellas mismas carecían. Este descubrimiento produjo un amplio rango de conductas, que indicaban claramente ansiedad, cólera y desconfianza.  Las niñas deseaban anular la diferencia sexual.  Por ello parecía que en las niñas la masturbación tenía una cualidad desesperada y saturada de agresión más frecuentemente que en los varones y a edad anterior.  Este descubrimiento coincide con la emergencia del afecto de envidia.  E algunas niñas, la envidia temprana del pene puede haber explicado la persistente predominancia de este estado afectivo.
La tarea de llegar a ser un individuo separado parecía en general, más difícil para las nenas que para los varones, porque ellas, al notar la diferencia  sexual, tendían a volverse contra la madre, reprocharle, exigirle, sentirse defraudadas por ella, y no obstante estar ambivalentemente ligadas a ella. Exigían de la madre que saldara una deuda. Los niños en cambio parecían enfrentarse a la amenaza de castración, pero esto sólo ocurría más tarde, durante el segundo y tercer año, y les resultaba más fácil que a las nenas funcionar por separado.

Examen de la tercera subfase
La tarea evolutiva en el apogeo mismo de la lucha por la separación-individuación, durante la subfase de acercamiento, es tremenda. Se encuentran y acumulan en esta importante encrucijada del desarrollo de la personalidad presiones y conflictos orales, anales y de la primera fase genital.  Hay una necesidad de renunciar a la omnipotencia simbiótica, y hay también una más aguda conciencia de la imagen corporal y de la presión del cuerpo, en especial en los puntos de libidinización zonal.  Parece tambalear la creencia en la omnipotencia de la madre.
Si bien se alivia en parte el temor a la pérdida de objetos y de abandono en este estadio la situación se complica mucho por la internalización de las exigencias parentales.  Esto no solo indica el comienzo del desarrollo del superyó, sino también se expresa en el temor de perder el amor del objeto.  El temor de perder el amor del objeto va en paralelo con reacciones extremadamente sensibles a la aprobación y desaprobación de los progenitores.  Hay una mayor conciencia de las sensaciones y presiones corporales.  Estas aumentan durante el período de entrenamiento de esfínteres.  Los niños a menudo muestran dramáticamente una reacción al descubrimiento de la diferencia anatómica sexual.
La persistencia y el grado de la crisis de acercamiento indican un internalización prematura de conflictos que pueden ser precursoras de neurosis.
Los dos mecanismos coerción y escisión del mundo objetal, si son excesivos, resultan también característicos  de la mayoría de los casos de transferencia fronteriza en adultos, estos mecanismos, junto con el problema de establecer la “distancia óptima”, pueden prevalecer ya en la cuarta subfase de separación - individuación, en la época en que debe comenzar a lograrse la “constancia de objeto libidinal” y a disminuir las reacciones de separación.
El resultado clínico de las crisis de acercamiento será determinado por:
1-El desarrollo hacia la constancia del objeto libidinal 2-La cantidad y calidad de las frustraciones posteriores (traumas por sobretensión), 3-Posibles traumas por shock, 4-El grado de la ansiedad de castración, 5-El destino del complejo de Edipo, 6-Las crisis evolutivas de la adolescencia.

LA CUARTA SUBFASE: LA CONSOLIDACIÓN DE LA INDIVIDUALIDAD Y LOS COMIENZOS DE LA CONSTANCIA OBJETAL EMOCIONAL.  (CAPITULO 7)


1- ¿Cuál es la tarea de esta subfase?
La tarea principal de la cuarta subfase es doble:
*El logro de una individualidad definida y en ciertos aspectos vitalicia.
*El logro de un cierto grado de constancia objetal.
En lo que respecta al si mismo, hay un estructuralización de gran alcance del yo, y se producen signos definidos de internalización de exigencias parentales, que indican la formación de precursores del superyó.

2-¿Qué permite la internalización de una madre catexiada positivamente?
La gradual internalización de una imagen constante positivamente catexiada de la madre permite el establecimiento de la constancia objetal afectiva (emocional).
Esto permite que el niño funcione separadamente en ambientes familiares, pese a grados moderados de tensión (añoranza) e incomodidad.
3-¿Qué logros participan de la constancia objetal emocional?
La constancia objetal emocional se basará en primer lugar, en el logro cognitivo del objeto permanente,  pero también participan de esta evolución todos los otros aspectos del desarrollo de la personalidad del niño.
La última subfase (aproximadamente el tercer año de vida), constituye un período intrapsíquico importante, en el curso del cual se logra un sentimiento estable de entidad (límites del yo).  En esta subfase parece ocurrir también la consolidación primitiva de la “identidad sexual”.
4-¿Que unificación emocional implican?
 La constancia objetal implica algo más que el mantenimiento de la representación del objeto de amor ausente.  Implica también la unificación del objeto “bueno” y “malo” en una representación total.
Esto promueve la fusión de los impulsos agresivos y libidinal y modera el odio por el objeto cuando la agresión es intensa.
5-¿Qué logros están en la base de la adquisición del objeto emocional y que consecuencias?
La constancia objetal debe considerarse como el último estadio en el desarrollo de una relación objetal madura.  Tiene una repercusión especial sobre el destino de los impulsos agresivos y hostiles.  En el estado de constancia objetal, el objeto de amor no será rechazado ni cambiado por otro, aunque yo pueda proporcionar satisfacciones.  En ese estado aún se añora el objeto, y no se lo rechaza (odio)como instisfactorio simplemente porque esté ausente.
El lento establecimiento de la constancia del objeto emocional es un proceso complejo y multideterminado, que incluye todos los aspectos del desarrollo psíquico.  Los determinantes previos esenciales son:
*-la fe y la confianza a raíz de que ya en la fase simbiótica ha ocurrido un alivio regular de la tensión provocada por las necesidades.  Este alivio de la tensión provocada por las necesidades se va atribuyendo gradualmente al objeto total que satisface ( la madre), y se transfiere luego, por medio de la internalización, a la representación intrapsíquica de la madre.
*-la adquisición cognitiva de la representación interna simbólica del objeto permanente, en este caso, del objeto único de amor: la madre. 
6-Diferencia entre la imagen mental o permanencia de objeto y la constancia objetal emocional
Sólo después de bien avanzada la constancia objetal, que no parece ocurrir antes del tercer año, la madre puede ser sustituida durante su ausencia física, por la presencia de una imagen interna confiable que se mantiene relativamente estable.  Sobre la base de este logro puede prolongarse y tolerarse mejor la separación temporaria.  E l establecimiento de la permanencia de objeto y de una “imagen mental” del objeto en el sentido de Piaget es un prerrequisito necesario, pero no suficiente para el establecimiento de la constancia objetal libidinal.
Piaget acerca de la permanencia de objeto aclaró que el desarrollo de la permanencia del objeto ocurre  a los 18 a 20 meses y se consolida en esa época.  Pero los estudios de Piaget se centran sobre objetos físicos inanimados, transitoriamente catexiados, y debemos decir que no ocurre al mismo ritmo si se trata del objeto libidinal, es decir de la madre.
Hay por lo menos dos diferencias fundamentales entre el objeto libidinal y los objetos estudiados por Piaget:
*El niño está en contínuo contacto con el objeto libidinal, es decir con la madre.
*Estos contactos ocurren a menudo en condiciones de gran estimulación: de añoranza, frustración, gratificación, excitación.
La madre que es “objeto” en el sentido psicoanalítico, es decir algo mediante lo cual se logra gratificación de impulsos, es mucho más que un “objeto” en el sentido meramente físico-drescriptivo del término.

7-¿A que edad se establece la constancia de objeto libidinal y que conductas la acompañan?
El desarrollo del objeto libidinal es un proceso complejo, la misma es suficientemente estable en el niño normar de tres años, como lo representa socioculturalmente la elección de esa edad como punto común en que se considera apto al niño para entrar en el jardín de infantes.
A medida que que la subfase avanza , el niño se va volviendo en general cada vez más capaz de aceptar la separación de la madre, como ocurria en el período de ejercitación.  Asi por ej. cuando está absorbido por el juego, parece preferir quedarse en el cuarto de deambuladores sin la madre, a tener que dejar ese cuarto para estar con ella.  Se puede considerar a eso como el signo del logro incipiente de la constancia objetal emocional.  Sin embargo, parecen ocurrir en el niño muchos procesos complejos, conflictuales  y no conflictuales, en el curso del tercer año, que hacen que la constancia objetal sea aún un logro más bien fluido y reversible.  Depende del contexto de muchos otros factores evolutivos, del estado que prevalece en el yo, y de la respuesta afectiva del ambiente en ese momento.

8-¿Importancia de la comunicación verbal y del juego en el logro de la individualidad
La comunincacióm verbal, se desarrolla durante ésta y  en la cuarta subfase de la separación-individuación, y reemplaza lentamente a los otrso modos de comunicación, aunque el lenguaje gestual y la afectomovilidad aún siguen siendo muy visibles.
El juego se vuelva más planificado y constructivo. Hay un comienzo del juego de fantasía, desempeño de roles y juego como si.  Hay un creciente interés en los compañeros de juego y en los adultos que no son la madre.  Comienza a desarrollarse un sentimiento del tiempo, y junto a él una creciente capacidad de tolerar la demora en la gratificación y de soportar la separación. No solo comprende, sino que también utiliza conceptos tales como”mas tarde” ó “mañana : experimenta con tales conceptos, polarizados por las idad y venidas de la madre.
Así, la cuarta subfase se caracteriza por el despliegue de funciones cognitivas complejas: la comunicación verbal, la fantasia y la prueba de realidad, se desarrolla tanto la indivduación:  la comunicación verbal, la fantasía y la prueba de realidad.
9-¿Qué aspectos preparan el comienzo hacia la formación de la autoidentidad?
El establecimiento de representaciones mentales del yo como algo netamente separedo de las representaciones de los objetos prepara el camino para la formación de la autoidentidad.
10-Posición del padre (función)......   y consecuencias.
Se obsevó que muchos de los niños “normales” se retraian de la madre o mostraban otros signos que había que interpretar como una especie de temor erotizado a ser acorralado por la madre.  Al mismo tiempo, parecía buscar y gozar con frecuencia de juegos más enérgicos con el padre.  Parecería que estas conductas son signos de “temor de reengolfamiento por la madre después de la separación” , que estaba narcisísticamente investida pero era un peligro contra el que había que defenderse.

11- ¿Qué estructuras internas se logran en esta subfase que hacen a la salud mental y del niño?
Las principales condiciones de la salud mental, en lo referente al desarrollo preedípico, se centran en el logro y continuidad de la capacidad del niño para retener o restablecer su autoestima en el contexto de una relativa constancia objetal libidinal.
En la cuarta subfase , deben tener principio ambas estructuras internas: la constancia de objeto libidinal y una autoimagen basada en verdaderas identificaciones del yo.

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